EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

sábado, 30 de noviembre de 2013

HOY HABLAMOS DE...

EVANGELIO Y MORAL


San Marcos (considerado cronológicamente el autor del más antiguo Evangelio, de los cuatro Evangelistas), comienza su obra de esta forma: Comienzo del Evangelio de Jesús Cristo, Hijo de Dios. Y, al final, se escuchan las palabras de este Jesús: Id al mundo entero y proclamar el EVANGELIO  a toda la creación. Evangelio es la palabra que trazó el arco de la vida de Jesús y pasa  a la Iglesia. Para este evangelista la palabra Evangelio es esencial. Si no entendemos esta palabra, no podremos captar la sencillez y la transcendencia de este libro que es, con todos sus detalles, enormemente teológico. 
El Evangelio es la irrupción del acontecimiento más grande que Dios ha creado fuera de sí mismo, derramando su infinito y gratuito amor a los hombres, y que se inicia con Jesús, en la plenitud de los tiempos salvíficos de Dios, y que está pidiendo al hombre la entrega incondicional y amorosa, saliendo de sí mismo y creyendo en ese mismo Evangelio. Con este anuncio comienza la nueva creación, superior a la creación inicial de los tiempos. Esta nueva creación es el Reino de Dios que está irrumpiendo como una inmensa riada sobre la humanidad.
De este soberano anuncio de Jesús nace un determinado tipo de comportamiento: la moral que debe existir en el Reino de Dios, que se inicia.
¿Qué es la moral? En 1Tes 4,2 está la respuesta: "Las instrucciones de parte del Señor Jesús". Es una moral revelada, no una moral natural. Se trata de definir los comportamientos que cuadran con el estilo de Jesús. La moral "cristiana" no es el comportamiento según la recta razón (que se supone); es más, es el comportamiento del discípulo de Cristo de acuerdo a lo que él ha vivido y enseñado. 
Vamos aponer un ejemplo muy actual: QUÉ ES MORAL Y QUÉ ES EVANGELIO EN EL DINERO.
El dinero es necesario, sin duda. Luego si es necesario, es bueno, es correcto. Por tanto, si es bueno, hay que administrarlo, cultivarlo, trabajarlo. Es muy bueno promover las fuentes del dinero y la producción, y se alaba a quiénes han progresado económicamente gracias a su esfuerzo y trabajo. Todo esto es perfectamente moral. Y la Iglesia tendrá que construir sensatamente una moral del dinero.
El problema es que Jesús no es un moralista. Y su simpatía por el dinero es más bien escasa. Sobre todo si sirve para la desigualdad y el enriquecimiento a costa de otros. Para este elemento utiliza una frase demoledora: "No podéis servir a Dios y al dinero" (Lc 16,13). Esto es hablar Evangelio. Es desde este EVANGELIO donde  habrá que hacer una moral del dinero.

viernes, 29 de noviembre de 2013

HOY HABLAMOS DE...

BUEN EJEMPLO


Un refrán dice “las palabras mueven, pero los ejemplos arrastran”. El poder del testimonio es enorme y decisivo. Las palabras están devaluadas. Nunca el mensaje de Jesús tuvo tanta fuerza como cuando pregonó el amor desde la cruz. Para construir a tu alrededor una civilización del amor aporta cada día gestos de servicio, de humildad y generosidad.

En una ciudad alemana bombardeada en la última Guerra Mundial, encontraron, entre las ruinas, un Cristo a quien le faltaban las manos y las piernas. Aquellos habitantes decidieron conservar así, sin manos y sin pies, a aquel Cristo, como recuerdo de la barbarie de la guerra, y de que somos nosotros los llamados a ser las manos y los pies de Cristo. Una excelente manera de describir nuestra misión de testigos: ser las manos y los pies de Cristo para llevar su mensaje de justicia, de fraternidad, de esperanza, de amor a cuantos nos rodean.

Tanto los buenos como los malos ejemplos moldean el ambiente en que vivimos. Ojalá que triunfen los que favorecen lo bueno, digno, noble. Porque si prevalece el egoísmo salvaje, llegaremos a una pérdida tal de los valores humanos que la vida será muy triste, que faltará lo más hermoso: el respeto, la comprensión, el amor. Así que, aporta hoy tu granito de arena

miércoles, 27 de noviembre de 2013

HOY...

CADA DÍA

“Viviré este día como si fuese el último día de mi vida. No perderé ni un momento siquiera en lamentarme por las desgracias del ayer, las derrotas del ayer, los sufrimientos del ayer. Olvidándome del ayer, no pensaré tampoco en el mañana. ¿Debo preocuparme de situaciones que quizá nunca contemple? ¡No! El mañana yace sepultado con el ayer, y no pensaré más en él” 

Cada día hagamos algo de lo que podamos sentirnos orgullosos al día siguiente. Cada día, pensemos que es el primero, para vivirlo con sorpresa; y el último, para aprovecharlo como nuestra última oportunidad. Cada día, busquemos nuestra felicidad haciendo más feliz a alguien que está a nuestro lado. Sembremos una semilla de cuyos frutos podamos vivir mañana. Renovemos nuestro corazón de tal manera que no quede amargura alguna para el día que vendrá. Y no guardemos nuestras sonrisas de hoy para mañana. Sólo podremos sonreír mañana, si hemos sonreído hoy.

“Este día es todo lo que tengo, y estas horas son ahora mi eternidad. Saludo este amanecer con gozo, como un preso a quien se le conmuta la sentencia de muerte. Elevo mis brazos con gratitud por el don inapreciable de un nuevo día. Trataré con ternura y afecto cada hora porque sé que no retornará jamás. Haré de este día el mejor día de mi vida”. Tienes hoy a la vista un material precioso para reflexionar. Aprovéchalo. Y toma tus decisiones. 

Del libro El Vendedor Más Grande del Mundo
Autor: Og Mandino

martes, 26 de noviembre de 2013

HOY...

LA PACIENCIA



Las buenas relaciones humanas en el hogar y fuera del hogar necesitan un clima de aceptación mutua, de comprensión y compasión, y en especial de paciencia. Es una faceta del amor. San Pablo en el magnífico himno al amor en 1ª Corintios 13, dice que “el amor es paciente”. La paciencia es difícil. Aquí tienes una anécdota para motivarte a cultivar esta indispensable virtud.

Había un muchacho que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Y a medida que aprendía a controlar su genio, añadía cada vez menos clavos en la puerta. Descubría que era más fácil controlar sus arrebatos que fijar clavos en la puerta. Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Entonces el padre, le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos en la puerta. Su padre lo felicitó, lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices como las que aquí ves".


¿No has comprobado que una palabra dura dicha en un acceso de ira te trajo semanas de amargura? Un refrán tibetano afirma: “la paciencia en un momento de enojo te evitará cien días de dolor”. Por la mañana pídele al Señor toda la paciencia que necesites. Dile “Concédeme hoy fortaleza, paciencia y serenidad. Que nada ni nadie me perturbe”. Que así sea. 

lunes, 25 de noviembre de 2013

HOY...

ACEPTACIÓN


Para la persona de fe, todo sucede porque lo quiere o lo permite Dios. Y él es experto en sacar bien del mal. Imagínate el río de bendiciones que bajó del Calvario donde murió Jesús en la cruz. También él tiene proyectos de salvación para cada una de tus contradicciones aceptadas en paz.

Un profesor de química al mismo tiempo que hacía experimentos solía dejar enseñanzas inolvidables. Una vez tenía en la mano una botella de leche, y a propósito la dejó caer en la batea del agua. Quedaron los vidrios y toda la leche se escurrió por el desagüe. “La leche está perdida, dijo. No podemos rescatarla más. Seamos más cuidadosos y no lloremos nunca por la leche derramada”.


Hay una oración muy buena para rezar si nos suceden esas cosas desagradables que no tienen más solución: “Señor, concédeme fortaleza para solucionar lo que tiene solución; pero, valor para aceptar lo que ya no tiene solución; y sabiduría para reconocer la diferencia”. Es una sabia lección que se resume así: “Aceptar, olvidar, y seguir adelante”. 


miércoles, 20 de noviembre de 2013

HOY APRENDEMOS...

CÓMO GANAR AMIGOS


Respetar las opiniones del otro es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, por lo tanto piensan y actúan de modo diferente. No juzgues, tan sólo comprende. Alguien escribió con acierto: "Comprender es una palabra viva y la carne de esa palabra es amor”. 
El presidente de los EE.UU, Abraham Lincoln, era famoso por la extrema cortesía que dispensaba a sus adversarios políticos. La conducta del presidente no siempre era compartida por sus propios ministros. Uno de ellos, un día, le dijo fastidiado: ¿Por qué los tratas como si fueran tus amigos? ¡Merecerían más bien que los eliminaras! "Es lo que hago", respondió Lincoln. "¿Acaso no elimino a un enemigo cada vez que lo convierto en amigo?” 

“Urbanidad y buenos modales abren puertas principales”, dice un refrán español. La convivencia humana se hace más fácil y agradable si, además de la sinceridad y sencillez del trato, procuramos no molestar con modales o expresiones que hieren la sensibilidad de los demás. Una persona afable, serena, respetuosa es bien recibida por todos. 

Hay un libro escrito en 1936, cuyo título es: "CÓMO GANAR AMIGOS E INFLUIR SOBRE LAS PERSONAS". Se han vendido, a lo largo de estos decenios, más de 30 millones de ejemplares y hoy se sigue vendiendo. Leerlo es un placer y llevar a la  práctica sus enseñanzas un auténtico reto. Su autor: DALE CARNEGIE.  Este blog aconseja su lectura.  

martes, 19 de noviembre de 2013

HOY MEDITAMOS...

LAS BOTAS VIEJAS

Un estudiante universitario salió un día al campo a dar un paseo con uno de sus profesores, a quien los alumnos consideraban un amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones. Mientras caminaban, vieron en el camino un par de botas viejas y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaría apunto de  terminar sus labores diarias.
El alumno dijo al profesor:
- Gástemosle una broma; escondamos las botas y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando las encuentre.
- Mi querido amigo - le dijo el profesor - nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres. Tu eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en el interior de cada bota y nos ocultaremos para ver sus reacción.
Así lo hicieron y se ocultaron en unos arbustos cercanos.
El hombre pobre terminó sus tareas y cruzó el terreno en busca de sus botas y su abrigo.
Se puso su abrigo y luego deslizó el pie en un de las botas, pero al sentir algo dentro se agachó para ver que era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó que podía haber pasado. Miró la moneda, la dió la vuelta y la volvió a mirar. A continuación miró a su alrededor, hacia todos los lados, pero no veía nadie. 
La guardó en el bolsillo y se puso la otra bota; su sorpresa fue doble al ver la otra moneda.
Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un fervoroso agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y si ayudas y de sus hijos qu no tenía npan y que debido a una mano desconocida, tendrían para cenar. 
El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.
- Ahora - dijo el profesor- ¿ no estás más complacido que si le hubieras  gastado una broma?
El joven respondió: 
- Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir. 
   

lunes, 18 de noviembre de 2013

HOY...

LEY Y JUSTICIA


Hoy vamos a ir a comentar como en un juicio se puede apreciar la calidad de un juez que resuelve un caso penoso con suma habilidad, con generosidad, y es capaz de involucrar a los curiosos, para que salgan de la audiencia con una memorable lección de ética.

En un despiadado día de invierno, un anciano tembloroso fue llevado ante los tribunales. Se le acusaba de haber robado un pan. Al ser interrogado, el hombre explicó al juez que lo había hecho porque su familia estaba muriéndose de hambre.
—La ley exige que sea usted castigado —declaró el juez—. Tengo que exigirle una multa de 50 pesos. Al mismo tiempo metió la mano en su bolsillo y dijo:
—Aquí tiene usted el dinero para pagar su multa. Y además —prosiguió el juez—, impongo una multa de 10 pesos a cada uno de los presentes en esta sala, por vivir en una ciudad donde un hombre necesita robar para poder sobrevivir. Pasaron una bandeja por el público, y el pobre hombre, totalmente asombrado, abandonó la sala con 500 pesos en su bolsillo.


Este juez que impuso una multa como castigo a los presentes, por vivir en una ciudad donde un hombre necesita robar para sobrevivir, te haga reflexionar sobre el deber de solidaridad que nos toca a todos. Jesús planteó este mismo problema en la parábola del buen samaritano. San Pedro lo recordaba a los primeros cristianos con estas palabras: “Vivan todos unidos, compartan las preocupaciones de los demás, ámense como hermanos, sean misericordiosos y humildes”. Que estos sentimientos nos vuelvan activos en la caridad. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

HOY...

EL FIN DE LOS DÍAS

Son impresionantes las palabras que nuestro Señor nos transmite hoy en el santo Evangelio, de San Lucas 21, 5-19.  Y se trata de un tema que nos suscita naturalmente una gran curiosidad. La pregunta por nuestro futuro personal y por el final de los tiempos despierta en todos un especial interés. 
“Esto que contempláis –dijo Jesús, contemplando el templo de Jerusalén— llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”. Era obvio que unas palabras proféticas de tanto calibre, y puestas en los labios del Maestro, hicieran surgir muchas preguntas en la mente y en el corazón de los discípulos. Seguramente también a nosotros nos habrían surgido espontáneamente los mismos interrogantes: “¿Cuándo va a ocurrir eso? ¿Y cuál será la señal de que eso está para suceder?”. Todos queremos conocer el cómo y el cuándo de esas profecías. 
Sin embargo, las palabras de Jesús no son tan sencillas de comprender. Gran parte de la literatura profética, apocalíptica y escatológica de Israel está tejida con un lenguaje simbólico y unas imágenes de no fácil interpretación. 
Malaquías y Zacarías, por ejemplo, hablan de un “horno ardiente”, de “paja” y de “fuego inextinguible” –palabras que luego retomaría Juan el Bautista en su predicación a los judíos para preparar la llegada del Mesías—. Un lenguaje semejante usan también los otros profetas, por no hablar de las imágenes intrincadas del profeta Daniel, Ezequiel y otros textos apocalípticos. 
Una característica de este género apocalíptico es la sobreposición de los diversos planos históricos. Nuestro Señor parece como si estuviera hablando del futuro próximo de Jerusalén, pero luego da el salto al fin de los tiempos. Y nos da unas “señales” que no nos explican suficientemente el tiempo que quiere indicarnos. 
Por una parte, hace una clara alusión a la destrucción del templo de Jerusalén –que, como sabemos, ocurriría sólo cuatro décadas después de este anuncio del Señor—. Vespasiano y Tito, en efecto, debido a las múltiples revueltas de los judíos, asediaron y destruyeron la ciudad santa el año 70, y dieron lugar a la diáspora del pueblo de Israel.
Pero nuestro Señor también nos anuncia un período de guerras, terremotos, hambres y epidemias. Y anuncia a sus discípulos un tiempo de persecuciones, encarcelamientos, traiciones, odios, violencias, juicios en los tribunales y muertes por su nombre. Pero esto ha sucedido siempre a lo largo de la historia, en casi todas las épocas de la vida de los hombres. Las persecuciones contra los cristianos iniciaron, de hecho, muy pronto. No había pasado siquiera una generación. Jesús fue crucificado y en el año 54 ya había estallado la primera gran persecución religiosa en el imperio romano, a manos del fatídico emperador Nerón. Y no hablamos de las persecuciones judías, que comenzaron en Jerusalén apenas tres años después de la muerte de Cristo. 
Tácito y Suetonio –además de las actas de los mártires— nos narran que muchísimos cristianos murieron en el circo devorados por las fieras, o que fueron torturados o quemados vivos, ardiendo como antorchas humanas en la capital del imperio. Pero todos ellos ennoblecieron con su sangre gloriosa las páginas del cristianismo, ya desde sus orígenes, y su sangre fue –según el sentir de Tertuliano— “semilla de nuevos cristianos”. Y desde entonces nunca han faltado las persecuciones. Más aún, parece que cada día se han ido incrementando más y más. El siglo XX, que apenas acaba de concluir, ha sido uno de los más sufridos y de los gloriosos en la historia de la Iglesia. Y muchos de esos mártires han sido contemporáneos nuestros. 
Pero además, parece que nuestro Señor hace mención, en su lenguaje apocalíptico, al final de los tiempos. Nos da señales “claras” de lo que va a suceder antes del fin del mundo; pero son, al mismo tiempo, señales “confusas” porque eso ya ha sucedido muchas veces a lo largo de la historia. “Todo esto –nos dice Cristo— tiene que suceder primero, pero el final no vendrá enseguida”. 
Por lo cual, yo creo que nuestro Señor se expresó de esta manera con plena conciencia para que nosotros entendiéramos y no entendiéramos a la vez. Ésa es una de las características del misterio. Barruntamos algo, intuimos algo, pero la mayor parte de la realidad queda velada a nuestros ojos. Y lo hizo el Señor así para que comprendiéramos que el final de los tiempos está sucediendo en el “hoy” de nuestra vida. El final de los tiempos está ya presente y el único tiempo cierto es el de la conversión. 
Cada día es un reto y una exigencia de fidelidad a Cristo. No nos distraigamos haciendo conjeturas sobre el cómo y el cuándo de un futuro desconocido y de un final de los tiempos que seguramente no nos tocará a nosotros ver ni vivir. Más bien, concentremos la atención y todo el empeño de nuestro ser en vivir con fidelidad el momento presente, llegando incluso hasta el martirio en nuestra entrega a Jesucristo. El martirio que nos toca vivir a nosotros ahora no un martirio cruento, sino el de una entrega silenciosa, callada, pero llena de amor; y, a los ojos de Dios, tal vez se trate de un martirio no menos heroico que el de muchos hermanos nuestros. 

Reflexiones Papa Francisco


sábado, 16 de noviembre de 2013

HOY HABLAMOS DE...

LA CORTESÍA


La cortesía es como la crema de la caridad: su manifestación más agradable. Y se manifiesta en las diversas situaciones de la convivencia humana. Es un código que responde a la regla de oro “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”. Aquí te presento unas simples sugerencias, pero su conjunto es un cúmulo de delicadas atenciones.

Trata de saber escuchar. Esfuérzate en cuidar la puntualidad. Pon atención en agradar y ser gentil al hablar. Evita las discusiones, sencillamente, opina. Proponte estar siempre dispuesto a sonreír. Trata de ser jovial, voluntarioso y dinámico. Opta siempre por guardar tus propias dificultades. Compórtate con los demás como quisiera que te traten a ti. Trata siempre de pedir "'Por favor" y no olvidar el “Gracias”. Haz promesas sólo cuando estás seguro de poder cumplirlas.


Estas líneas de elemental cortesía te darán un aura de distinción y serás siempre bien recibido, porque la gente se siente cómoda con quien es sociable, atento y delicado en su trato. Te auguro pases una agradable jornada con tus familiares y amigos. 

viernes, 15 de noviembre de 2013

HOY ES...

SAN ALBERTO MAGNO


Este santo fue sacerdote O.P., obispo, teólogo, Doctor de la Iglesia, geógrafo y filósofo. Gran representante de la química y un auténtico sabio de la ciencia medieval. Fue, a la vez, gran ejemplo de humildad y pobreza. Patrono de los estudiantes de ciencias químicas, ciencias naturales y ciencias exactas.
Aprovechando la festividad de este santo, vamos a hablar de lo que él indicaba como LAS TRES PLENITUDES, que existen en el género humano.
Par este santo, las tres plenitudes son: la plenitud del vaso, que retiene y no da; la del canal, que dan y no retinen; y la de la fuente, que crea, retiene y da. Vamos a estudiar cada una.
Efectivamente, hay, muchos HOMBRES-VASO. Son gentes que se dedican a almacenar virtudes o ciencia, que lo leen todo, coleccionan títulos, saben cuanto puede saberse, pero creen terminada su tarea cuando han concluido su almacenamiento: ni reparten sabiduría, ni alegría. Tienen, pero no comparten. Retienen, pero no dan. Son magníficos, pero magníficamente estériles. Son simples servidores de su egoísmo.
También hay HOMBRES-CANAL; es la gente que se desgasta en palabras, que pasa la vida haciendo y haciendo cosas, que nunca rumia lo que sabe, que cuanto le entra de vital por los oídos se le va por la boca, sin dejar pozo dentro. Padecen la neurosis de la acción, tiene que hacer muchas cosas y todas deprisa, creen estar sirviendo a los demás, pero su servicio es, a veces, un modo de calmar los picores del alma. Hombres-canal son muchos periodistas, algunos apóstoles, sacerdotes o seglares. Dan y no retienen. Y después de dar se sienten vacíos. 
Qué difícil es encontrar HOMBRES-FUENTE; personas que dan de lo que han hecho sustancia de su alma, que reparten como las llamas, encendiendo la del vecino sin disminuir la propia porque recrean todo lo que viven y reparten todo cuanto han recreado. Dan sin vaciarse, riegan sin decrecer, ofrecen su agua sin quedarse secos. Cristo debió ser así. Él era la fuente que brota inextinguible, el agua que calma la sed para la vida eterna. Nosotros-¡ah!- tal vez ya haríamos bastante con ser uno de esos hilillos que bajan chorreando desde lo alto de la gran montaña de la vida.

Escrito de José Luis Martín Descalzo

jueves, 14 de noviembre de 2013

HOY...

BOLETIN OCTUBRE 2013

Presentamos el boletín mensual de ENS Valladolid, correspondiente al mes de Octubre 2013




miércoles, 13 de noviembre de 2013

HOY HABLAMOS DE...

LA AMISTAD


Los amigos son escasos. Los puedes contar con los dedos de la mano y siempre te sobrarán dedos. Por eso tal vez no tengas muchos, pero los que tienes siempre serán suficientes para llenar tu alma. Un amigo es como la perla evangélica que, cuando la encuentras, vas y vendes todo, con tal de poseerla.

Construía Sócrates una pequeña casa, en las afueras de Atenas, cuando algunas personas le preguntaron para qué serviría esa minúscula habitación. Él contestó que era para sus amigos. Admirados le replicaron que ahí no cabría casi nadie y entonces, con su ya tradicional y fina ironía, respondió: —¡Qué diera yo por poder llenarla!

“Un amigo no es un hermano de sangre, sino del corazón. Por eso un hermano puede ser tu amigo, pero un amigo siempre será tu hermano. Un amigo siempre estará ahí, aun cuando no lo necesites. A un amigo lo necesitas porque lo quieres; no lo quieres porque lo necesitas. Con tus conocidos hablas, con tus amigos te comunicas. Un conocido te oye, un amigo te escucha, y lo más importante es que no te escucha con sus oídos, sino con su corazón”. Dios nos conceda el tesoro de uno o más amigos

martes, 12 de noviembre de 2013

JORNADA RESPONSABLES EQUIPO REGIÓN NOROESTE


El pasado día 9, tuvo lugar en la Casa de Espiritualidad de los P.P. Dominicos de la Virgen del Camino en León, una Jornada de Animación para Responsables  de Equipo, organizada por los Responsables de la Región Noroeste,
Después de una acogida que resultó muy entrañable, comenzamos las sesiones puntualmente a las diez de la mañana, siguiendo un esquema perfectamente diseñado en un cuadernillo del que dispusimos todos los asistentes y en el que se ponía de manifiesto el esmerado trabajo de los organizadores ilusionados en que la Jornada, además de rica en contenidos,  fuera amena en todo su desarrollo.
Tras la oración inicial, los Responsables de cada Sector intervinieron para desgranar temas tan interesantes como: "Objetivos del ERI 2012-2018", " Y Jesús...¿qué haría?", "Revaluar la Regla de vida", " ¡Despierta... vive los encuentros!" y " Cuidar la acogida", cuyo desarrollo correspondió a nuestros Responsables Isabel y Julián. Un breve descanso dio paso a la intervención de Conchy y Jesús, que como Coordinadores Regionales del EDIP, disertaron sobre la importancia que este apartado tiene en el desarrollo de los Sectores. Su alocución continuó con la de los Responsables Regionales que hablaron sobre "El matrimonio Responsable de Equipo"  y aún hubo tiempo para escuchar por boca del Consiliario Regional  unas breves pinceladas sobre : "Cristianos unidos por lazos de amor"
Una comida espléndida nos permitió reponer fuerzas y confraternizar con otros equipistas, tarea que se continúo en la tarde (después de la consabida "foto de familia") con el trabajo en los Equipos mixtos, en donde se comentó acerca de una batería de preguntas con las que los organizadores intentaban pulsar la opinión de los asistentes acerca de cuestiones  que atañen al funcionamiento de los equipos desde el punto de vista práctico. La puesta en común  acerca de las cuestiones planteadas, dio paso a la celebración de la Eucaristía, presidida por el P. Toribio, Consiliario Regional, seguida con profunda devoción por todos y amenizada por la guitarra y la voz de nuestro querido Roberto.

De noche cerrada y bajo una lluvia fina, iniciamos el regreso. Otra lluvia más sutil aún, nos había empapado el espíritu y nos había despejado la mente para hacernos disponibles a poner en práctica las enseñanzas recibidas .

Carlos Malillos

lunes, 11 de noviembre de 2013

HOY ...

LA NAVAJA


Un peluquero tenía en su taller una bonita navaja: limpia y brillante, reflejaba en su mesa de trabajo, y la satisfacción de cientos de clientes. Un día de primavera entró un rayo de sol. La navaja notó sus propios destellos; se llenó de orgullo y vanidad y se dijo entonces: 
- Siendo yo tan luminosa ¿porqué debo seguir aquí rasurando todos los días a feos y rudos campesinos? Merezco una vida más importante que ésta.
La navaja ya no quiso trabajar y decidió esconderse un buen tiempo del peluquero, hasta que se olvidara de ella e iniciar una nueva vida en lugares más nobles y de acuerdo con su belleza y brillo. Al día siguiente el peluquero al no encontrarla, tuvo que recurrir a otra navaja más vieja que ya tenía perdida.
Pasaron seis meses y la vanidosa navaja salió de sus escondite y buscó el sol. Querái ver de nuevo su preciosa hoja blanca y brillante para deleitarse con su belleza ¡Amarga fue su sorpresa! La hoja ya no brillaba; estaba toda oxidada. Entonces la navaja se puso a llorar y dijo: 
- ¿Porqué no he  seguido trabajo humildemente como antes?
El peluquero, al ver su antigua navaja ya oxidada, trató de limpiarla y recuperarla, pero con tanto tiempo sin uso el óxido la había inutilizado totalmente. Entonces la arrojó a la basura. 
MORALEJA
Cuanto más trabajemos, más brillaremos, pues más útiles seremos. No te llenes de soberbia y vanidad pensando que eres único e irremplazable. Hemos de compartir nuestras valiosas habilidades con los demás. Recuerda que cuando la navaja del cuento se escondió, la vieja y jubilada navaja entró en acción.
¡¡¡ Cuidado con la vanidad, pues nos puede llevar a nuestra propia ruina !!!
Recuerda el dicho popular: " Quién no vive para servir, no sirve para vivir "

sábado, 9 de noviembre de 2013

HOY...

LOS TESOROS
EQUIPO 8 VALLADOLID


Los grandes tesoros del equipo 8 de Valladolid: supervivencia y acogida

viernes, 8 de noviembre de 2013

HOY HABLAMOS DE...

LA SINCERIDAD


La sinceridad es una virtud exigente, ya que puedes faltar a la verdad de distintas y sutiles maneras. Por ejemplo, con la simulación, que es mentir con los hechos, o con la hipocresía pasando por lo que no se es, o con jactancias atribuyéndose uno excelencias que no posee, o con adulaciones cuando se engaña para sacar algún provecho de los otros.

Un lobo harto de comer y ya sin hambre, vio a una oveja tendida en el suelo. Dándose cuenta que se había desplomado simplemente de terror, se le acercó, y tranquilizándola le prometió dejarla ir si le decía tres verdades. Le dijo entonces la oveja que la primera es que preferiría no haberlo encontrado; la segunda, que como ya lo encontró, hubiera querido encontrarlo ciego; y por tercera verdad le dijo:—¡Ojalá, todos los lobos malvados, murieran de mala muerte, ya que, sin haber recibido mal alguno de nosotras, nos dan una guerra cruel! Reconoció el lobo la realidad de aquellas verdades y dejó marchar a la oveja. Esopo.


La grandeza de la oveja de la fábula, está en su valentía para no adular al lobo con mentiras, en una situación de vida o muerte. Así como también resalta la honestidad del lobo que sostuvo su promesa, a pesar de que la aterrorizada oveja le cantó verdades en la cara. Que construyas cada día tu vida sobre una conducta sincera, leal, honesta.

jueves, 7 de noviembre de 2013

HOY REFLEXIONAMOS...

ALEJANDRO MAGNO


Alejandro III de Macedonia, más conocido como Magno, nació en Pella hijo de Filipo y Olimpia, fue rey de Macedonia y conquistó el Imperio Persa llegando hasta el río Indo, después de unificar todas las polis griegas. Sigue siendo considerado como uno de los líderes militares, políticos y sociales más importantes  e influyentes de toda la Historia humana.
Cuando se encontraba al borde la muerte, a los 33 años, convocó a sus generales y les comunicó tres últimos deseos:

1.- Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.
2.- Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas,...) fueran esparcidas por el camino hacia su tumba.
3.- Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd y a la vista de todos.

Ante tan insólitas peticiones, sus generales no pudieron por menos que preguntar las razones de ello, a lo que el gran Alejandro respondió:

1.- Quiero que los más eminentes médicos carguen con mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.
2.- Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos vean que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3.- Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

HOY HABLAMOS DE...

LA PENITENCIA

Tener la valentía, delante del confesor, de llamar a los pecados con su propio nombre, sin esconderlos. De este modo, el papa Francisco centró su homilía en el sacramento de la Reconciliación. Confesarse, dijo, es ir al encuentro del amor de Jesús con un corazón sincero y con la transparencia de los niños; y no rechazando, sino más bien acogiendo la "gracia de la vergüenza", que hace percibir el perdón de Dios.

Para muchos creyentes adultos, confesarse frente a un sacerdote es un esfuerzo insostenible -que a menudo conduce a esquivar el Sacramento- o al punto de convertir un momento de verdad en un ejercicio de ficción. San Pablo, en su Carta a los Romanos -dijo el papa- hace exactamente lo contrario: admite públicamente ante la comunidad que “en su carne no mora el bien". Presume de ser un "esclavo" que no hace el bien que quiere, sino el mal que no quiere. Esto sucede en la vida de fe, observa Francisco, cuando “quiero hacer el bien, el mal está junto a mí".

"Y esta es la lucha de los cristianos. Es nuestra lucha cotidiana. Y no siempre tenemos el valor de hablar como Pablo habla de esta lucha. Siempre buscamos una forma de justificación: ‘Sí, todos somos pecadores’... y lo decimos así, ¿no? Esto se explica de una manera dramática: es nuestra lucha.

Y si no reconocemos esto, nunca podemos tener el perdón de Dios. Porque si el ser pecador es ser una palabra, una frase, una manera de decir, entonces no necesitamos del perdón de Dios. Pero si se trata de una realidad que nos convierte en esclavos, necesitamos de esta liberación interior del Señor, de esa fuerza. Pero lo más importante aquí es que para encontrar el camino de salida, Pablo confiesa su pecado a la comunidad, su tendencia al pecado, no lo esconde".

La confesión de los pecados con humildad es lo que "la Iglesia nos pide a todos nosotros", recuerda el santo padre, que cita también la invitación de Santiago: "Confiesen sus pecados entre ustedes". Sin embargo, "no para hacer publicidad -dijo, sino- para dar gloria a Dios", y reconocer que es "Él quien me salva". Por eso, continúo, para confesarse se va donde el hermano, "el hermano sacerdote": es para actuar como Pablo. Ante todo -subrayó- con la misma "eficacia":

"Algunas personas dicen: ‘Ah, yo me confieso con Dios'. Eso es fácil, es como confesarse por correo electrónico, ¿no? Dios está ahí lejos, digo las cosas y no hay un ‘cara a cara’, no se da un ‘cuatro ojos’. Pablo confiesa su debilidad a los hermanos cara a cara. Otros dicen: "No, yo sí voy a confesarme", pero se confiesan cosas tan etéreas, tan en el aire, que no tienen ninguna sustancia. Y eso es lo mismo que no hacerlo. Confesar nuestros pecados no es ir a una sesión de psiquiatría, ni tampoco ir a una sala de tortura, sino que es decirle al Señor: ‘Señor, soy un pecador’, pero decirlo a través del hermano, para que decirlo, sea también concreto. ‘Y yo soy un pecador por esto, por esto y por esto'".

Concretizar, honestidad y también -añade Francesco- una habilidad sincera de avergonzarse de sus propios errores: no hay sendas a la sombra, alternativas al camino que conduce al perdón de Dios para sentir en lo más profundo de mi corazón su perdón y su amor. Y aquí el papa dijo lo de imitar a los niños:

"Los más pequeños tienen esa sabiduría: cuando un niño viene a confesarse, nunca dice una cosa general. ‘Padre, hice esto e hice aquello a mi tía, a aquel le dije tal palabra’ y dicen la palabra. Pero son concretos, ¿no? Tienen la sencillez de la verdad. Y nosotros siempre tenemos la tendencia a ocultar la realidad de nuestras miserias. Pero hay una cosa hermosa: cuando confesamos nuestros pecados en la presencia de Dios, siempre sentimos la gracia de la vergüenza. Avergonzarse ante Dios es una gracia. Es una gracia: "Yo me avergüenzo". Pensemos en Pedro, después del milagro de Jesús en el lago: 'Señor: aléjate de mí, que soy un pecador’. Tenía vergüenza de su pecado ante la santidad de Jesucristo".


martes, 5 de noviembre de 2013

HOY...

BIENAVENTURANZAS DEL CORAZÓN



Felices quienes bombean a su alrededor buenos sentimientos, sonrisas, ánimo
Felices quienes laten al unísono de cada lágrima y con cada alegría compartida
Felices quienes palpitan de gozo en cada momento pasado con los amigos
Felices quienes toman el pulso al mundo de hoy e intentan cambiarlo desde su realidad más inmediata
Felices quienes mantienen el ritmo de su felicidad, su amistad, su compromiso
Felices quienes dilatan su espíritu y sus emociones contemplando la belleza y la ternura en sus relaciones
Felices quienes, ante un problema, el dolor, el sufrimiento, lo analizan todo con detenimiento y le dan el verdadero valor que tiene 
Felices quienes sienten, abrazan, alcanzan la ternura y empatizan desde la profundidad de su corazón. Desde el corazón late permanentemente la vida.

lunes, 4 de noviembre de 2013

CATOLICISMO HOY


Con frecuencia se dice que más que la actitud de los malos, lo peor es la debilidad de los buenos…
Ese catolicismo edulcorado, empobrecido por doctrinas humanistas, de acercamiento sentimental a todos los errores, que en este principio del tercer mileno campea por doquier, y que encuentra aceptación de los "sabios" modernos en consonancia con el católico común. No puede hacer frente a las doctrinas del Anticristo. Los católicos actuales son pasto seco, preparado para el fuego que arrasará sin remedio a la humanidad. Hoy más que nunca, la principal fuerza de los malévolos es la debilidad de los buenos.
Oremos entonces a Jesús para ser parte de su pequeño rebaño fiel.
Solamente las almas que se complacen y se deleitan en su bautismo, elemento sobrenatural, que tienen la conciencia de la grandeza y energía del mismo, están dotadas de un temple a toda prueba, son como de acero. Estas son las almas que piden a Jesucristo que reine sobre la tierra. Ven ya Señor y purifícala.
Este pequeño resto, que seguirá luchando contra “un imposible”, será la Iglesia visible de los últimos tiempos esparcida por todo el mundo a nivel individual y doméstico. 

domingo, 3 de noviembre de 2013

HOY...

EL AZAR CÓSMICO


¿No cabe pensar que todo el universo es, simplemente, obra del azar? 
Desde los tiempos más antiguos, el hombre se ha preguntado con asombro cuál sería la explicación de toda esa armonía que hay en la configuración y las leyes del universo. 
Cuando el hombre de hoy -comenta José Ramón Ayllón- observa la complejidad y perfección de los procesos bioquímicos en el interior de una célula diminuta, o la de los más gigantescos fenómenos de movimiento y transformación de las galaxias; cuando se asoma al mundo microfísico y propone unas leyes que intentan explicar fenómenos que suceden a escalas de hasta una billonésima de milímetro; o cuando profundiza en la estructura a gran escala del universo hasta límites de más de un billón de billones de kilómetros; contemplando todo ese grandioso espectáculo, cada día con más profundidad gracias a los avances de la ciencia, resulta cada vez más difícil sostener que todo obedece a una misteriosa evolución gobernada por el azar, sin ninguna inteligencia detrás. 
Allí donde existe un plan, ha de haber alguien que planifica. Y detrás de una obra de tal complejidad y de tales proporciones, ha de haber un creador, cuyo poder y sabiduría trasciendan cualquier medida. 
Pensar que toda la armonía del universo y todas las complejas leyes de la naturaleza son fruto del azar, sería como pensar que las andanzas de Don Quijote de la Mancha que escribió Cervantes pudieron aparecer íntegras sacando letras al azar de una gigantesca marmita con una sopa de letras. Recurrir a una gigantesca casualidad para explicar las maravillas de la naturaleza es una explicación un poco ingenua. 
—¿Y no cabe pensar también, como dicen algunos, que el mundo haya existido desde siempre? 
Cuando vemos un libro, o un cuadro, o un edificio, inmediatamente pensamos que detrás de esas obras habrá, respectivamente, un escritor, un pintor, un arquitecto. 
Y de la misma manera que a nadie se le ocurre pensar que el Quijote surgió de una inmensa masa de letras que cayó al azar sobre unos pliegos de papel y quedaron ordenadas precisamente de esa forma tan ingeniosa, tampoco puede decirse que aquel edificio "está ahí desde siempre", o que ese cuadro "se ha pintado solo", o cosas por el estilo. No podemos sostener seriamente que el mundo "se ha hecho solo", o "se ha creado a sí mismo". Son incongruencias que caen por su propio peso.

viernes, 1 de noviembre de 2013

HOY...

TODOS LOS SANTOS Y FIELES DIFUNTOS


La solemnidad de Todos los Santos y de los fieles Difuntos, son dos celebraciones que recogen en sí, de un modo especial, le fe en la vida eterna. Y aunque estos dos días nos ponen delante de los ojos lo ineludible de la muerte, dan, al mismo tiempo un testimonio de vida.
El hombre, que según la ley de la naturaleza está "condenado a muerte", que vive con la perspectiva de la destrucción de los cuerpos, vive, al mismo tiempo, con la mirada puesta en la vida futura y como llamada a la gloria.
La solemnidad de Todos los Santos pone ante los ojos de nuestra fe a todos aquellos que han alcanzado la plenitud de vida  en su llamada a la unión con Dios. El día que conmemora los difuntos hace converger nuestros pensamientos hacia aquellos que,  dejando este mundo, esperan alcanzar en la expiación la plenitud de la mor que pide la unión con Dios.
Se trata de dos días grandes en al Iglesia que, de algún modo, prolonga su vida en sus santos y también en aquellos que por medio del servicio a la verdad y al amor se están preparando a esta vida.
Por esto la Iglesia en los primeros días de noviembre, se une de modo particular a su Redentor que, por medio de su muerte y resurrección, nos ha introducido en la realidad misma de nuestra vida.

Juan Pablo II