EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

lunes, 29 de febrero de 2016

HOY...

CUARESMA


Otra Cuaresma…otra Pascua… Anímate a vivir este año otro tipo de Cuaresma: más social, más solidaria, más entregada, más ayudadora, más compasiva.
Eso te llevará a vivir otra Pascua: más fraterna, más humana, más luminosa, más esperanzadora, más tierna, más nueva.
Una Cuaresma nueva para una Pascua nueva. Escucha la voz de la profecía: “Todo lo hago nuevo” (Ap 21,5).
Esta novedad hemos de forzarla para que pueda ser.
Por eso este pregón es una oferta, un envite, un reto. Jesús, incansable caminante, va a nuestro lado en el itinerario cuaresmal.

Hagamos camino con él abriéndonos a toda carne, sobre todo la más necesitada, a la más doliente, a la más humilde.

domingo, 28 de febrero de 2016

HOY... EL EVANGELIO

YO SOY EL QUE SOY



Moisés está en el desierto, se halla fugado por defender a un compañero maltratado, allí es donde se le aparece Dios y le encomienda uno de los acontecimientos más impresionantes de la historia: la salida de Egipto. Dios se le presenta en la zarza ardiendo y le propone un proceso: “Quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado”. Quítate las seguridades falsas, despréndete de muchas cosas para entrar en la Vida que es sagrada y no necesita el añadido de adjetivos (religiosa, cristiana, espiritual…), simplemente es la Vida.
Dios que es el Dios de la historia, de los padres, el Dios de Abraham, Isaac, Jacob; el Dios de la Vida: “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a liberarlos de los egipcios y sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel”. Separamos con frecuencia la fe de la vida, haciendo de Dios algo anticuado o del pasado, algo abstracto por eso Moisés pregunta: “Si ellos me preguntan cómo se llama este Dios, ¿qué les respondo? Dios dijo a Moisés: Yo soy el que soy. Esto dirás a los israelitas: Yo soy me envía a vosotros”.
El texto del Evangelio de este domingo supone un cambio de mentalidad, algunos piensan que las desgracias que ocurren es por ser pecadores o más culpables que otros. Jesús nos recuerda: “Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera”. La parábola de la higuera estéril que nos cuenta a continuación, acentúa la misericordia y la paciencia de Dios ante la pereza humana, pero aún nos deja tiempo: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás”. La cuaresma es tiempo de regar, arar, cultivar, abonar… (orar, celebrar, meditar…) y hacer presente la liberación allí donde está la vida: la familia, el trabajo, la oficina, la escuela, la parroquia, los vecinos, las instituciones públicas.
Termina la segunda lectura de hoy a los Corintios: “Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga”. Caminemos descalzos, ante la zarza ardiente de Dios, que es fuego y luz y en el terreno sagrado de la vida de los hermanos, sobre todo de los que sufren. Tendremos un largo camino que recorrer, para cambiarnos como Moisés, por dentro de nosotros mismos y prestemos sobre todo atención a los signos a través de los cuales en Señor habla.

sábado, 27 de febrero de 2016

HOY... ME DESPIDO DE PAPÁ

CARTA A TITI (mi papá)



Mi papá, al que todo el mundo le llamaba TITI, se ha ido con el Señor. En silencio, mientras estaba durmiendo, sin sufrir. Yo estaba junto a él y pude acompañarle en su último suspiro. Podría escribir aquí muchas cosas sobre mi papá, pero la más importante es que estoy orgulloso de ser su hijo. Su vacío nunca se llenará en mi alma, pero mi fe me dice que el Señor lo recibirá con los brazos abiertos. Mi papá me enseñó muchas cosas, pero especialmente me educó para ser buena persona. Porque, papá,  tú eras buena persona y eso se ha demostrado en la cantidad de gente que ha acompañado a mamá en estos duros momentos. Quiero decirte papá que cuidaremos de mamá, pero te indico que está sufriendo tu ausencia, ¡han sido tantos años juntos! ¡ y ha sido tan feliz! 
Papá voy a echar de menos cosas que hacía contigo, esos paseos de los sábados por la mañana tomando unos vinos y unas tapas por el barrio,  o tu compañía viendo los partidos de fútbol que ahora me tocará ver solo, en la comidas familiares seremos uno menos y lo notaremos, de tu alegría al ver a tus nietos y de cómo te enfadabas cuando pasaban un par de días sin saber noticias de ellos.
Ahora que estás en la mejor compañía solo pedirte que cuides de nosotros, en especial de mamá, será la forma de sentir tu presencia en tu ausencia, de recordar todos esos maravillosos momentos vividos junto a ti, de tu esfuerzo, de tu trabajo por la familia, de tu ilusión por cada logro ¡cómo recuerdo aquel seiscientos, la vuelta a España dimos con él!, de cómo presumías de nietos y cómo gozabas  con sus logros,... ¡Ay, papá, que difícil es esto!
Sólo decirte para terminar que mamá, tus hijos  y tus nietos, nunca te olvidaremos. 

¡¡¡ GRACIAS TITI !!!

Tu hijo
Jesús

viernes, 26 de febrero de 2016

HOY...

A ESO...,



A eso de caer y volver a levantarte, de fracasar y volver a empezar, de seguir un camino y tener que torcerlo, de encontrar el dolor y tener que afrontarlo. A eso..., no lo llames adversidad, llámale:
SABIDURÍA

A eso de sentirte impotente, de fijarte una meta y tener que seguir otra, de huir de una prueba y tener que encararla, de planear un vuelo y tener que recortarlo, de aspirar y no poder, de querer y no saber, de avanzar y no llegar. A eso...,  no le llames castigo, llámale:
ENSEÑANZA

A eso de pasar días radiantes, días felices y días tristes, días de soledad y días de compañía. A eso..., no le llames rutina, llámale:
EXPERIENCIA

A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan, y tu cerebro funcione y tus manos trabajen, y tu alma irradie, y tus sensibilidades sienta y tu corazón ame... A eso..., no le llames poder humano, llámale:
MILAGRO DIVINO



jueves, 25 de febrero de 2016

HOY...UNA HISTORIA

CURACIÓN


Lo escribía J. Urteaga: "Ocurrió en un pueblo español. Intervienen como protagonistas: un muchacho enfermo, su familia, una ermita dedicada a Santa María y muchas súplicas. 
El chico tiene 14 años, era alegre, dinámico, dicharachero, incapaz de estarse quieto un instante, deportista... En muy poco tiempo el muchacho ha sufrido un cambio espectacular. Una parálisis progresiva le tiene inmovilizado en un sillón de ruedas. Toda aquella alegría contagiosa se ha transformado en un infierno, especialmente para la familia; en lo humano es inútil, en lo espiritual un pequeño monstruo egoísta. Todos deben servirle, cuidarle, atenderle, desvivirse por él. Todo es poco. 
Una luz se ha encendido en el alma de su madre. Le llevaran a la ermita. Rezarán a la Virgen. Le pedirán su curación. Se hará el milagro. 
Llegó el día. Ante la reja hay una madre que habla en voz alta con la Virgen, sin que le importe ni poco ni mucho que haya gente en su entorno. 
¡María, tienes que cuidar a mi hija! ¡Es mi pequeña! Cúrala María. Que fallen los diagnósticos. ¡Qué no sea cáncer! Esta niña es todo lo que tengo en mi vida. ¡Cómo te la vas a llevar! ¡María, que no sea cáncer! Ella también te lo pide. Me ha dicho que venga a rezarte a la ermita. ¡Anda, María, que no sea cáncer! 
Poco después, aquella madre angustiada, santiguándose, abandonó la reja de la ermita. 
Es ahora cuando la otra madre, la de nuestro muchacho, se acerca para decirle, al tiempo, con miedo y con dulzura:

- ¡Hijo!, ¿ya has Pedido a la Virgen... ?

Y se realiza el portento.

- Sí, mamá. He pedido la curación... He pedido a la Virgen que no sea cáncer.


Señor, a veces yo también soy un auténtico monstruo por el egoísmo. Si ser cristiano es parecerse a Ti, me tienes que cambiar. ¡Qué piense en los demás! ¡Que haga más por los demás que por mí! ¡Que ayude, que haga favores, que me dé cuenta de lo que necesitan o de lo que podría alegrarles! ¡Cúrame, Madre mía, y dame mi corazón generoso! Gracias.

miércoles, 24 de febrero de 2016

HOY...

EL LORO MUERTO


Para vivir en una Patria noble y digna cada ciudadano debe aportar su conducta honesta.  A veces la falta de integridad se quiere justificar diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante. Es necesario vivir según los principios, aunque esto suponga ir “contra corriente”. Es la única manera de levantar el nivel moral de nuestra sociedad.

El loro llenaba en la corte tres empleos: anunciaba la visita de los altos personajes, tenía el encargo de recrear a Su Excelencia en sus momentos de ocio con cuentos amenos y de atajar a los solicitantes con el grito consagrado: «¡No hay vacante!». Y como es justo, teniendo tres empleos, cobraba tres sueldos, como quien dice nada. Murió, y pocas horas después del triste acontecimiento, estaban conversando el chajá, la urraca y el benteveo, ponderando a cual más las cualidades del finado: —¡Pobre señor loro!, decía uno con aflicción. —¡Qué muerte tan repentina—, contestó otro tristemente! —¡Es un gran vacío!, observó el tercero compungido.
—¡Y una gran vacante!, murmuró la urraca. Y el chajá se sonrió y también el benteveo, y los tres, mirándose con ojos de candidato: —¡Qué vacante linda, che!, susurraron los tres! (G. Daireaux).


Los puestos públicos están para servir a la comunidad. Para ofrecer un buen servicio se requiere sentido del deber, compromiso con los principios y querer a la gente. El servicio de calidad debe ser permanente, con cada persona. El público no existe: existen individuos concretos. La Patria necesita estos servidores. Cada uno encienda su lucecita y las tinieblas comenzarán a retirarse. 

lunes, 22 de febrero de 2016

HOY...

PREDICAR CON EL EJEMPLO



Hay una expresión del poeta mexicano Amado Nervo (1870-1919) que dice: "Nunca pidas nada que nunca hayas dado"
La frase se explica por sí sola. A veces pedimos comprensión, cuando nosotros mismos no comprendemos a los demás. Pedimos ayuda y nunca ayudamos a los demás. Pedimos paz, cuando somos promotores de la guerra. Pedimos amor y no somos capaces de amar…
Ya lo expresa de manera maravillosa San Francisco de Asís en su oración por la paz: “Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra; perdonando, como se es perdonado; muriendo, como se resucita a la vida eterna”.
La conclusión es muy sencilla: Es necesario que tomemos la iniciativa, que prediquemos con el ejemplo y que tratemos a los demás con la dedicación y la atención con que nos gustaría ser tratados.


domingo, 21 de febrero de 2016

HOY... EL EVANGELIO

TRANSFIGURACIÓN


Del desierto del domingo pasado, vamos ahora a lo alto de la montaña para orar. En la primera lectura: “Dios sacó afuera a Abraham y le dijo: Mira al cielo, cuenta las estrellas si puedes, y añadió: Así será tu descendencia”. En la montaña contemplamos las estrellas y puede que nos pase como a Abraham, a Pedro, a Santiago y a Juan: “se caían de sueño”, “un sueño profundo invadió a Abraham”, cansados de buscar o de la esterilidad. Cuantos proyectos e ilusiones gastados, cuanta oscuridad: “Cuando iba a ponerse el sol, un terror intenso y oscuro cayó sobre él”, “Se asustaron al entrar en la nube”, por eso es necesario renovar la aventura increíble de escuchar a Dios en su Hijo.
Lucas nos cuenta en esta página, la experiencia de fe de los apóstoles con un relato lleno de símbolos. “Su rostro cambió y sus vestidos brillaban de blancos. De repente dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecieron con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumarse en Jerusalén”. No entienden, ¿hablar de la muerte, cuando están viviendo una experiencia única y gozosa?, ¿qué significa la presencia de Moisés y Elías? Su ilusión era grande, que más se puede pedir y soñar, por eso Pedro dice: “Maestro, qué hermoso es estar aquí. Haremos tres chozas…No sabía lo que decía”. El camino será largo y deberá atravesar la oscuridad de la muerte, hasta llegar a la luz de la vida en la resurrección, es el camino de la Cuaresma.
Todos los seguidores de Jesús estamos llamados a vivir esta experiencia de transfiguración o transformación, nos lo dice San Pablo en la segunda lectura: “El transformará nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa”. La fe no nos aligerará el paso, no allanará las dificultades, no resolverá por arte de magia las dudas, pero nos hará creer en la renovación del hombre y la sociedad. El encuentro con Jesús nos cambia y ya no valdrán las medias tintas, el amor se muestra en plenitud. Por eso es esencial el orar, el cultivar la amistad, sentirnos como los tres apóstoles, casi atontados ante ese misterio, oír la voz del Padre que nos dice: “Este es mi Hijo, el escogido; escuchadlo”.
Solemos criticar que después de esta experiencia, como pudieron dudar, dejarlo solo (“Jesús se encontró solo”) y no entender al Maestro, cada uno podría pensar en sí mismo. Tantas pruebas de la presencia de Dios en nuestras vidas, retiros, ejercicios espirituales, momentos en la montaña y en distintos Tabores, en los que parece que estamos dispuestos a todo. Pero después en la vida diaria, cuanto nos cuesta asumir la cruz, la oscuridad, en fin, seguimos preguntándonos por el sentido de la vida, por el significado del dolor y de la muerte, aunque nosotros sabemos que la transfiguración es anticipo de la resurrección.
“Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie todo lo que habían visto”, puede ser una postura inteligente, para que no se nos vaya la fuerza por la boca. Con humildad ahora, debemos de bajar de la montaña donde hemos contemplado a Cristo, para unirnos a los hombres que luchan por una sociedad mejor. No tengamos miedo, tampoco nos escondamos en el individualismo, o en el pensar que hemos resuelto el enigma de la vida o de la verdad. Escuchemos el punto de vista de los otros, dialoguemos y demos testimonio de que Jesús es nuestra energía, y que la Pascua ya está en marcha.
Ninguno de nosotros olvidaremos lo que ocurrió ese día en el monte, o en cualquiera de los sitios en los que nos hemos encontrado o tenido una experiencia de Dios. En muchas ocasiones tendremos que volver a ese amor primero, retomar la amistad con Jesucristo. Este es uno de los temas más importantes en las actuales circunstancias de la vida, en las que la fe nos es difícil vivirla en un ambiente que niega la trascendencia. Miremos las estrellas, contémoslas si podemos y pisemos el suelo, la arena del desierto, mientras nos aproximamos a la gloria poco a poco, encuentro tras encuentro, con Jesús y los prójimos.

Julio César Rioja, cmf

sábado, 20 de febrero de 2016

HOY...

TODO LE AFECTA


A Dios le afecta todo, porque lo ve todo. Felipe, uno de los apóstoles, era amigo de Natanael, y le dice a éste que quiere presentarle a Jesús, porque era el Hijo de Dios. Natanael duda mucho que un carpintero de un pueblucho como Nazareth, pudiese ser el Mesías. Pero Felipe se lo presenta, y con una frase de Jesús, Natanael se convirtió. Y ésta fue la frase: CUANDO ESTABAS DEBAJO DE LA HIGUERA, TE VÍ.

Algo habría hecho Natanael debajo de la higuera. No sabemos qué. Lo había hecho a solas, algo que nadie sabía. Pero resulta que, a pesar de haberse asegurado para estar solo, resulta que Jesús le vio. Y alguien que ve lo que sólo yo sé y hago, ése tiene que ser Dios. Por eso le contesta Natanael a Jesús: Tú eres el Hijo de Dios.


Esta mañana cuando te has despertado, Dios te estaba viendo. Y lo que has pensado cuando ese amigo te ha dicho tal cosa, Dios lo ha visto. Y eso que has guardado para que no te lo pidiesen, Dios te lo ha visto. Y ese esfuerzo por sonreír a ése que te cae mal, Dios lo ha visto... Y COMO DIOS VE TODO LO TUYO, TODO LO TUYO LE AFECTA.

viernes, 19 de febrero de 2016

HOY...

CUARESMA
(10 buenas ideas)



1. Retirarnos a una iglesia para saborear el silencio y la presencia de Dios. En un mundo que nos roba la serenidad son necesarios espacios de tranquilidad y oasis de paz para valorar, reflexionar y hacer una autocrítica sobre la vida que llevamos
El silencio es el único rumor que hace Dios cuando pasa por el mundo (Víctor Manuel Arbeloa)

2. Escuchar la Palabra del Señor. Estamos totalmente asediados y asaeteados por multitud de cuñas publicitarias y verdades a medias que son grandes mentiras. El Señor, con su Palabra, nos orienta para tomar la dirección adecuada sin alejarnos de Él.
Que nadie diga: "¿Para qué voy a ir a la iglesia? Mira los que van todos los días..., no practican lo que oyen"... Sin embargo hacen algo: oír... Así algún día podrán hacer las dos cosas: oír y practicar... Pero tú..., ¿cómo vas a llegar a practicar si estás huyendo de escuchar? (San Agustín de Hipona)

3. Salir al encuentro de los demás. El tren de las prisas, con sus correspondientes vagones de estrés, nos hace individualistas y pasar de largo de ciertas situaciones de dolor que nos rodean. La Cuaresma nos invita a abrir los ojos, el corazón (y los bolsillos si hace falta) para que no olvidemos que la Fe exige compromiso.
La caridad es una letra de cambio a largo plazo a favor del que la practica, aceptada por una firma de crédito ilimitado: Dios (Anónimo)

4. Amar y trabajar por la Iglesia. Hoy, tal vez, no está de moda el decir "yo soy iglesia y la quiero". Lo cierto es que, en los períodos de dificultades, es donde de verdad salen a relucir y se manifiestan los valientes y grandes en la fe.
¡La Iglesia de hoy no necesita cristianos a tiempo parcial, sino cristianos de una pieza! (San Juan Pablo II)

5. Retomar o, incluso, iniciar el gusto por la oración. El Papa San Juan Pablo II, en su mensaje con motivo de Cuaresma, nos invitaba a recorrer este camino hacia la Semana Santa intensificando nuestra relación con Dios. El silencio, entre otras cosas, es el ruido que Dios hace cuando pasa cerca de nosotros.
"Ora cuando te sientas solo, la oración te traerá la compañía de Dios"

6. Guardar la vigilia y el ayuno. Cuando uno/a ama a alguien es capaz de hacer cualquier cosa por él/ella. Cada viernes de cuaresma, siendo sobrios y distintos en nuestra alimentación, recordamos que Jesús sigue siendo importante en nuestras casas y... por ello mismo realizamos este gesto.
Libremos al cuerpo de sus toxinas, alimentémoslo correctamente y estará hecho el milagro de la salud (Dr. Arbuthnot)

7. Eucaristía diaria. Zarandeados por una constante y pertinaz secularización, los cristianos necesitamos tomar fuerza y vitalidad de esa gran fuente de energía que emerge en el altar. ¿Por qué no hacer extraordinario cada atardecer o cada amanecer con nuestra participación en la Eucaristía?
La Eucaristía, el auténtico pesebre donde adorar a Jesús (Padre Raniero Cantalamessa OFMCap)

8. Promover dentro de nuestras familias el apetito por Dios. No hace falta ir lejos, ni mucho menos a otros continentes, para dar razón de nuestra fe. ¿Cuánto hace que no hemos recordado a nuestros familiares más directos su pertenencia a una iglesia que les dio a Jesús y que, como madre, los necesita?
La familia es el seno espiritual donde se fomentan las creencias y las costumbres.

9. Dar gracias a Dios por los valores que el Evangelio nos propone. En medio del relativismo moral que nos sacude, lejos de desertar, hemos de ser agradecidos para con Dios porque nos hace diferentes a muchas personas que creen que en el "todo vale" reside la felicidad.
Leer y hacer lo que dice el Evangelio, ayuda a aspirar a una libertad más grande (J.Vallmajor)

10. Hablar bien y con delicadeza. No podemos olvidar que se consigue más "con miel que con hiel". La Cuaresma es un buen momento para corregir las blasfemias en nuestro lenguaje y las ofensas o el juicio duro hacia los que nos rodean.
Suprimid y gritad contra Dios y se habrá hecho la noche en el alma humana (Lamartine)

*P. Javier Leoz

jueves, 18 de febrero de 2016

HOY...

TARZÁN Y CHITA



Dios no se asusta de mí. Quizá hayas visto la película "Tarzán en Nueva York". Describe las divertidas aventuras de Tarzán y Chita cuando son trasladados en avión desde la selva a la ciudad de los rascacielos, donde todo les llena de asombro y les ocurren mil peripecias.

Chita protagoniza una de las sorpresas: al llegar a la habitación del hotel ve reflejada su fea cara sobre el gran espejo del armario. El susto fue tan descomunal que, lanzando un terrible bramido presa de pavor, salió corriendo: no se imaginaba que aquel feísimo "monstruo" que ha visto en la habitación es su propia imagen reflejada en el espejo.

La escena acaba bien: Chita se refugió en los brazos de Tarzán, que la cogió con afecto, calmándola con sus caricias. Y es que Tarzán quería a Chita como era: con sus pelos negros y largos, su rostro de irracional y su mirada extraviada.

Dios nos quiere a cada uno de nosotros infinitamente más: sabe mejor que nadie cómo somos; conoce nuestros fallos; no ignora que somos miserables y que tenemos muchos defectos. Nos conoce mucho mejor que podemos conocernos a nosotros mismos, y tiene en cuenta nuestras cosas buenas y nuestros deseos de mejorar. Dios no se asusta de nuestras fealdades.


Gracias, Dios mío, porque me quieres a mí y a cada uno más que todas las madres del mundo puedan querer a sus hijos; no te asustas ante nuestras torpezas, ni ante nuestras miserias, y nos acoges con un cariño infinitamente mayor que el que tenía Tarzán a Chita. El problema es que cuando yo voy descubriendo lo feo que soy (mis limitaciones, fallos, miserias, etc.) me puedo "medio asustar" y pensar que no me es posible ser santo, que no puedo estar cerca de ti, entonces puedo desanimarme, olvidarme de que Tú me quieres como soy, y alejarme de Ti. Que no me pase esto, Señor. Si alguna vez me alejo de Ti, volveré corriendo a tu lado contándote lo que me pasa.

miércoles, 17 de febrero de 2016

HOY... CURIOSA CARTA DEL P. CAFFAREL

NO OS FIÉIS DE ALFONSO


Sabed que una gran amenaza pesa sobre vosotros por el hecho de pertenecer a los Equipos de Nuestra  Señora. Pesa sobre todos aquellos que se agrupan para vivir una vida mejor. Ha sido desde siempre el error de quienes han tomado la iniciativa de esta clase de agrupaciones. Esta terrible amenaza es el farisaísmo.  No el que se designa corrientemente con el nombre de “buena conciencia" más o menos hipócrita. Sino aquel farisaísmo que arrancó del Cristo las maldiciones despiadadas que no podemos leer sin impresionarnos.
¿Quiénes son estos fariseos de los cuales Cristo nos dice que el pecado de las prostitutas es poca cosa comparado con el suyo? Son hombres agrupados para salvaguardar su vida religiosa de toda contaminación pagana, celosos de la meditación y la práctica de la Ley. Muchos, según parece, cumplen exactamente sus deberes religiosos y los ejercicios minuciosos que su propia regla los impone. Entonces, diréis, ¿por qué merecen los rayos del Cristo? Es que ellos esperan su salvación de la Ley, de la práctica de la Ley, y por lo tanto, en definitiva, de ellos mismos. Según ellos, es santo aquel que practica perfectamente la Ley. Ahora bien, cuando un salvador se presenta, no sienten ninguna necesidad de alargarle la mano. Es este su imperdonable pecado: creerse justo porque practica la ley, no tener necesidad de ser salvado, lo cual es como pensar que la venida y la muerte del Cristo son inútiles. La prostituta, al menos, no pretende ser justa; tiene una necesidad terrible de ser salvada.
He aquí el peligro: creerse justo por el solo hecho de practicar la ley, aunque se haga con creces. Y bien, no, ¡mil veces no! Incluso aquel que da todos sus bienes a los pobres puede no ser más que un timbal, vacío y ruidoso, nos dice san Pablo. Para ser justo a los ojos de Dios no es suficiente conformarse con  unos mandamientos, hace falta poseer el Espíritu Santo y la caridad que él difunde en nuestros corazones. Ay del hombre virtuoso, celoso, austero, heroico, si está contento de si mismo, satisfecho; si no se considera pecador, si no espera, si no clama al Salvador. Qué astuto es el demonio: aquellos que no puede perder haciéndoles caer, los conseguirá con más seguridad todavía, si no se dan cuenta, alentándolos a salvarse ellos mismos por sus propias fuerzas: lo importante es que crean que no tienen necesidad de ser salvados por otro, por Dios, y no recurran a Él.
"Señor, os doy gracias porque no soy como los otros, ladrones, adúlteros...” Así rezaba el fariseo de la parábola. Cristo no nos dice que mintiera. Ni que el publicano mintiera acusándose de ser pecador. Y no obstante, el virtuoso es el condenado y el pecador salvado, pero precisamente porque este último confesaba su necesidad de un Salvador.
¿Es una invitación a pecar lo que yo os propongo? Ciertamente que no, sino una invitación, por más virtuosos que seáis, a reconocer que vuestra virtud es irrisoria si no es la irradiación del Cristo habitante en vosotros; que vuestra seguridad es ilusoria si no tiene a Dios por fundamento. ¿Invitación a dejar los Equipos? Ciertamente que no, sino una invitación a recurrir al medio que puede salvar del fariseísmo: la oración. La oración auténtica es el único contra-veneno conocido. Y he aquí por qué una agrupación religiosa que no es una escuela de plegaria es terriblemente peligrosa: no es más que una fábrica de fariseos.
No os quiero esconder que bien a menudo estoy inquieto de veros tan ignorantes de la verdadera plegaria, que no le concedéis, por decirlo así, un lugar, en vuestras vidas, con mil pretextos más válidos los unos que los otros. Es por esto que tantos hogares están apagados, anémicos, que caducan, que equipos enteros caducan. Así como no hay nunca razón para no comer,  no respirar, no dormir, no hay nunca razón de no rezar.
Verdaderamente, si tras dos o tres años de vida de equipo no habéis aprendido de rezar y no hacéis de la plegaria un lugar central en vuestra vida, no os escaparéis del farisaísmo. Iréis viendo aparecer poco a poco los síntomas del mal e iréis accediendo en pequeñas etapas: la satisfacción de si mismo, favorecido principalmente por la comparación con los que os rodean y que son, indudablemente, menos virtuosos que vosotros; la tranquilidad de conciencia que es una esclerosis espiritual; la convicción de ser un justo, cuando uno no es mas que un "bienpensante” , este término moderno para designar al fariseo, la disimulada satisfacción de constatar y estigmatizar los pecados de los otros. Y si leyéndome constatáis que no tenéis estos síntomas, no estéis demasiado seguros.
La plegaria,  hablo de la plegaria verdadera, prolongada, tiene una maravillosa virtud para  llevarnos al descubrimiento de Dios y de nosotros mismos, de la santidad de Dios y de nuestra necesidad cotidiana de ser salvados.

Si habéis llegado a rogar como San Alfonso de Ligorio, entonces estad tranquilos, no hay para vosotros un peligro inmediato de farisaísmo:
 “Señor no os fiéis de Alfonso, decía; es bien capaz de traicionaros hoy”.


martes, 16 de febrero de 2016

HOY... RECORDAMOS

COLEGIO REGIONAL NOROESTE EN VALLADOLID


El sábado, día 13 se reunió el Colegio de la Región Noroeste en Valladolid. El lugar de encuentro fue el Centro Diocesano de Espiritualidad del Sagrado Corazón. ¡Qué buen sitio! Allí fuimos llegando de los cinco sectores de nuestra Región (Asturias, León, Astorga, Palencia y los anfitriones, Valladolid). Desde el primer momento la temperatura fue muy alta: ¡qué bien estar juntos!, ¡sentir la cercanía de personas que nos queremos! Isabel y Julián nos tenían preparado un cafetito y ¡unas zapatillas!, un dulce para saborear mejor el café. La sala espléndida, el lugar ideal para el recogimiento, el motivo magnífico: compartir experiencias ENS, porque todo lo que viven los equipistas nos interesa. 
Rezamos, compartimos lo que nos pasa y cómo nos encontramos, hablamos de la vida de los ENS en nuestra Súper Región España, descendimos a nuestra Región Noroeste y nos paramos en los sectores. Todos vamos en la misma barca, todos caminamos en la misma dirección, todos encontramos obstáculos, todos vivimos la alegría de ser de ENS. Y todo eso lo compartimos. Porque eso es amar.
Julián e Isabel, Diego y Blanca, Angel y María, Viti y Elvira, Angel y Pilar, Pepe y Merche, Dionisio y Trini, Pepe y Teresa y Herminio y Mª Nieves. Nos faltaron algunos: Jesús y Conchi, Jose y Adela, Paco, los tuvimos en cuanta.   Los nombramos expresamente. También a otros.
El encuentro vino a ser una reunión de equipo. Julián e Isabel nos recibieron en este lugar de oración, nos abrazamos y compartimos los primeros saludos. Rezamos. Claro que sí rezamos. Y visitamos el Santuario y nos detuvimos en la capilla y en la iglesia. Pisamos este centro de espiritualidad donde está el origen de la devoción de nuestro país al Sagrado Corazón, gracias al impulso del Beato Padre Hoyos, allá por el comienzo del siglo XVIII.  Trabajamos. Expusimos el pulso de los Equipos en toda nuestra Súper Región. Nos detuvimos en las necesidades detectadas y dimos cuenta de cómo estamos afrontando esas necesidades. Hay mucho trabajo, hay muchas inquietudes, hay muchas ideas, hay mucha ilusión, hay mucha vida en los equipos. Confianza en Nuestra Señora de los hogares y voluntad. Ambas son necesarias. Dios nos ha dotado de muchas cualidades y dones que no podemos enterrar. Cada uno de nosotros somos portadores de una vida matrimonial que la sociedad tiene derecho a conocer. Porque nuestra forma de vida es buena y gusta a mucha gente. ¡El matrimonio es actual! ¡Los Equipos sientan bien! Por eso este curso hemos elegido como reto de la Región Noroeste “Destapa el Tesoro ENS” Porque los equipos son un bien social. Somos conscientes que nuestro Movimiento es un movimiento de Iglesia, la amamos, a pesar de sus pecados, y por eso el lema de este curso de toda España es “Vivir la misericordia con alegría”. Porque estamos en el año de la misericordia.
Había que reponer fuerzas. Allí mismo comimos. Que a gusto estuvimos. Y de nuevo al trabajo. Para compartir experiencias entre los sectores. Preocupaciones, trabajos, esfuerzos, desánimos, entrega, entusiasmo, proyectos. De todo eso se habló y en abundancia. Y con cariño. Porque todos queremos lo mejor para los Equipos.
A eso de media tarde, pusimos el punto y seguido. Con el Magnificat, cada uno de nosotros, enlazados-unidos, alabamos a Dios y dimos gracias por este encuentro. Resultó magnífico. Ahora toca ponerlo en marcha cada día, en nuestras vidas, en nuestros sectores.

Herminio y Mª Nieves.    

lunes, 15 de febrero de 2016

HOY...

ROSAS Y ESPINAS



El hábito de mirar el mejor lado de las cosas es una clave para ser feliz. Claro que hay sombras, pero también hay sol. Claro que hay problemas en la vida, pero también hay soluciones.

Todas las cosas tienen el lado bueno y el lado menos bueno. Algunos se empeñan en ver sólo el lado malo, y se amargan la existencia. Otros, en cambio, buscan en todas las cosas el lado bueno, y son felices. "Los tallos de rosa tienen espinas”, dicen los pesimistas. Pero los optimistas responden: "Las espinas producen rosas”.

La vida es un rosal que produce espinas y rosas. Debo cuidarme de no clavarme las espinas, pero no siempre lo conseguiré. Algunas espinas se me clavarán en el alma. Pero eso no me impedirá disfrutar de las maravillosas rosas que produce el rosal.

Una vez que perdemos el ánimo, perdemos un cierto número de días de nuestra vida. El que nos desanima, nos hace un daño total, y, si somos nosotros mismos, nos convertimos en nuestros peores enemigos.

Todo se puede remediar, mientras dura la vida. El ser más animoso de todos es Dios, que logra continuamente cambios de pecadores empedernidos en santos de altar. Él sabe que se puede; que hoy pueden estar las cosas negras, pero mañana pueden amanecer blancas. ¡Qué fácilmente nos damos por vencidos! Cada día más. El colmo del desaliento es la desesperación total, el darse un tiro en la sien, colgarse de una cuerda. Suicidarse, de la forma que sea, significa que no queda ni rastro de esperanza.

No todos llegan al suicidio, pero se pueden acercar peligrosamente. Y los problemas, ¿qué? Los problemas están ahí, pero yo estoy aquí, y no me dejo apabullar, porque sé que cada problema tiene por lo menos una solución. Sé que la actitud frente a un problema, la forma de reaccionar frente al mismo es mil veces más importante que el problema mismo. Hasta se podría decir: ¡Felicidades, tienes un problema!


Si puedo amar a Dios y a mis hermanos; si puedo realizar grandes cosas para mejorar el mundo; si puedo hacer felices a los demás y a mí mismo vale la pena vivir, aunque me clave alguna espina de dolor en el trayecto. Más aún, las espinas pueden convertirse en rosas: Los sufrimientos de la vida, llevados por amor, se convierten en las rosas más bellas.

domingo, 14 de febrero de 2016

HOY... EL EVANGELIO

TENTACIONES


Estamos en Cuaresma, que en este Año de la Misericordia, comienza con la Campaña contra el Hambre de Manos Unidas: “Plántale cara al hambre: siembra”, es un buen momento para recordar las obras de misericordia, al menos la de dar de comer al hambriento. Pero también es tiempo propicio para iniciar un itinerario de búsqueda interior de nosotros mismos, que puede llevarnos a encontrar el camino de Dios que culminará en la Pascua. Por eso: “Durante cuarenta días el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo”, el Espíritu a Jesús, y a nosotros, nos empuja al desierto, lugar simbólico, en el que se fraguan los grandes acontecimientos.
Tenemos tantas tentaciones en nuestros días y en esta sociedad tan acelerada, que muchas veces sentimos que nuestra vida, es un autentico campo de batalla entre el amor y el egoísmo, la verdad y la mentira, la paz y el odio, la justicia y la injusticia, la dureza y la misericordia. Aunque quizás la tentación más grande, más allá del consumismo que nos invade, el confort, el conformismo con las situaciones injustas…, sea ese modo sutil que tenemos para evitar siempre y en el modo oportuno un compromiso a fondo y en absoluta sinceridad con la Palabra de Dios. Cuantos lamentos y justificaciones: somos mayores, se hace lo que se puede, no hay que exagerar, o ser radical; pero eso sí, bien cenados y bien comidos.
Nos recuerda el Papa: “La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. Es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia” (Os invito a leerlo entero, es breve: Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2016). “Si eres hijo de Dios”, repite el tentador, y lo somos, pero quiere engañarnos, hacernos pensar que la respuesta a nuestra necesidad de felicidad y de amor, se puede colmar con la soberbia, el poder, la riqueza y el saber. Nosotros sabemos que no es así, que la mayoría de las veces eso son promesas falsas y espejismos en el desierto. La respuesta es ser fiel a Dios y como Jesús, no renegar de nuestra misión.
Es al salir del templo cuando comienza la verdadera tentación, al hablar con los vecinos, amigos, compañeros de trabajo: de los forasteros, los presos, los pobres, los parados, los sujetos de las obras de misericordia. Muchos de sus criterios o de nuestros comentarios y acciones, no coinciden con los que tiene Dios acerca de la vida. Debemos aferrarnos a la Palabra y caminar muchas veces a contracorriente, ayudando a nuestros hermanos, sobre todo a los últimos, a dar un pleno y total sentido a la vida. Sin olvidar que: “el demonio se marchó hasta otra ocasión”, esta es la lucha de la Cuaresma y la de todos los días.

Este blog felicita a todas las personas enamoradas en la festividad de SAN VALENTÍN

sábado, 13 de febrero de 2016

HOY...

COLEGIO REGIONAL



Hoy, el Colegio Regional de la Región Noroeste está reunido en Valladolid, concretamente en el Centro de Espiritualidad. Allí, en un ambiente de total colegialidad, los Responsables de Sector y los Coordinadores de EDIP analizarán como va el curso actual y los retos que aún quedan por realizar hasta su finalización. Por tanto, es un buen momento para que la región ore por sus integrantes, para que el Señor y María los guíe en su servicio al Movimiento. 

viernes, 12 de febrero de 2016

HOY... REFLEXIONES

CUANDO ME AMÉ


Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima. 

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad. 

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez. 

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto. 

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo. 

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad. 

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad. 

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud. 

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir! 

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas. 

Si a estas reflexiones de Charles Chaplin, le añadimos la recomendación de poner en manos de Dios nuestras vidas y de encomendarnos al Espíritu Santo para tomar las decisiones adecuadas en nuestras acciones de cada día, habremos aprendido a vivir mucho mejor.

jueves, 11 de febrero de 2016

HOY... ES

NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
DÍA DEL ENFERMO


La advocación a Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las 18 apariciones de la Virgen María a Bernadette Soubirous en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave en las afueras de la población de Lourdes, en 1858.
Desde los inicios y en vida de la propia Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen como vehículo de la Gracia de Dios y el Papa Pío IX autorizó al obispo local que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862.
No es fácil hablar de Lourdes, hay que ir y ver. Estar atento a lo que nos rodea y abrirse al Espíritu. Al lado de la gruta, en Massabielle, junto al río, está la gruta de la  Inmaculada, la de los milagros, la de los exvotos y especialmente la gruta de la Gracia divina.
Ante todo se olvida, todo desaparece. Sobre el fondo de aquellas rocas ennegrecidas por el humo de centenares de velas, destaca la imagen la Inmaculada. En el ambiente se siente y se palpa la religiosidad de todos los hombres y mujeres venidos de todas las partes del planeta. Aproximadamente 8.000.000 se personas peregrinan allí todos los años.
A Lourdes se va, como en la vida cristiana, con esperanza: una esperanza que no defrauda. Tanto los enfermos como los sanos, quedan siempre reconfortados en su fe y en su esperanza tras una peregrinación al santuario.

miércoles, 10 de febrero de 2016

HOY... ES

MIÉRCOLES DE CENIZA


Estamos en pleno corazón de febrero y los cristianos nos encontramos con una fecha muy importante, es Miércoles de Ceniza, con lo cual comienza la Cuaresma. Cuando acabe esta andadura, tocaremos casi el cuerpo destrozado y desnudo de un hombre, colgado de un madero; el cuerpo de Jesucristo, hijo de María y José e Hijo de Dios.
Un poquitín más allá, contemplaremos el cuerpo glorioso de este mismo hombre, Jesucristo, que sale del sepulcro, vencedor de la muerte. Así la Cuaresma litúrgica no es solamente una cuarentena que nos prepara para celebrar los misterios de la muerte y resurreción de Cristo.
Es también, un esquema de la existencia total del creyente. Los cristianos caminamos hacia la vida perdurable. Antes de alcanzarla, debemos cargar con la cruz de cada día hasta que la muerte nos visite, Y si nuestra existencia total es una cuaresma, las enseñanzas de la Cuaresma litúrgica las debemos conservar y practicar mientras vivamos sobre la tierra.
La liturgia de este Miércoles de Ceniza es lo suficientemente rica en doctrina para que nos detengamos a extraer esas jugosas enseñanzas. 

martes, 9 de febrero de 2016

HOY...

HABLA, SEÑOR…


¡Credo Domine!
Creo que estás en lo más profundo de mi ser.
Habla, Señor, que tu siervo escucha.
Tu siervo escucha… Habla, Señor.

Habla,
di la palabra creadora,
la que hace lo que dice,
la que creó el mundo,
la que se encarnó y lo salvó.
Esa misma palabra que habita
en el fondo de mi alma
-tan silenciosa… porque yo no soy digno de oírla-
pero que quiere hablarme.


Quiero oírte, Señor,
Palabra que fuiste desde el principio,
por quien fueron hechas las cosas.


Di esa palabra.
Hazte sentir…, que tu siervo escucha.
Quiere oírte. ¡Habla!
Esa palabra llena de Espíritu
que espira un amor personal,
un amor que transforma el corazón,
pues es infinito,
y de corazones de piedra como el mío
sabe hacer corazones de carne,
corazones que arden
como los de Ignacio, Javier, Teresa…

El mundo de hoy necesita de esos corazones:
necesita de amor.

Habla, Señor.


Pedro Arrupe Gondra, S.J.

lunes, 8 de febrero de 2016

HOY...

HOY y NO MAÑANA



Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera.

Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.

Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.

Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy viva y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.

Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo y no una misa cantada y celebrada cuando yo muera.

Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.

Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que estoy vivo, y no una conmovedora serenata cuando yo muera.

Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que estoy vivo y no un político epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.

Prefiero disfrutar de los mas mínimos detalles ahora que estoy vivo y no de grandes manifestaciones cuando yo muera.

Prefiero escucharte con un poco de nerviosismo diciendo lo que sientes por mí, ahora que estoy vivo, y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo, y ahora estoy muerto.

domingo, 7 de febrero de 2016

HOY. EL EVANGELIO

REMAR MAR ADENTRO

El relato de la llamada de los primeros apóstoles es distinto en los diferente evangelios, en el de Lucas es más elaborado. Jesús sube a la barca de Pedro, desde allí enseña a la gente, y le invita a pescar de nuevo. Le pide contra toda lógica, que eche a plena luz del día las redes. Pedro le dice lo evidente, hemos estado toda la noche, el momento propicio para pescar, y no hemos conseguido nada: “Pero, por tu palabra, echaré las redes”. El resultado fue una pesca tan abundante, que por poco se hunden las barcas.
Ante este hecho su fe se acrecienta y un temor misterioso los invade: no son dignos de estar con Jesús. Sin embargo la respuesta de Jesús es la contraria, los invita a permanecer siempre con él, para continuar siendo pescadores para al servicio de Reino. No sirve quedarse en lo habitual, “A orillas del lago de Genesaret”, hay que abrir nuevos caminos, el corazón del hombre está hecho para la novedad y la confianza. La respuesta de Pedro: “Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”, nos dice que en la vocación, Dios se sirve de personas que dudan, que se saben débiles, pero que se dejan tocar por el misterio de Jesús.
El encuentro con la persona de Jesús y la obediencia a su Palabra: “Rema mar adentro”, nos interpela a revisar nuestra vida, es inútil acomplejarse ante semejante tarea; si Dios se hizo hombre para salvar a los hombres, nos basta ser hombres para poder seguir los pasos de Jesús. Comprobando, que si somos perseverantes en la tarea de humanizar nuestra vida, nuestras relaciones, estructuras, comunidades, parroquias, la pesca será abundante y tendremos que llamar a otros que estén por la tarea: “Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano”. Resulta extraño que algunos piensen que esto es rebajar el mensaje, es el mensaje.
Por cierto, lo de ser “pescadores de hombres”, no es preciso entenderlo, como que los cristianos somos pescadores y los no cristianos son los peces, de la misma manera que los Obispos y sacerdotes no son los pastores y los fieles ovejas. Jesús desde su pedagogía, puso estos ejemplos con los moldes de la cultura popular de su época, parte de la realidad humana de los apóstoles, que lo que sabían hacer era pescar. Si la misión de Jesús era anunciar la buena noticia del Reino, pescar a los hombres, no puede significar otra cosa que trasmitirles esta buena noticia, decirles, que Dios los quiere, sobre todo a los últimos de los últimos, que es donde nadie espera encontrar frutos.
El evangelio nos invita a escuchar y obedecer atentamente a Jesús en su Palabra, en la vida de las personas y en los acontecimientos. En la vida cotidiana: “estaban lavando las redes”, es donde hay que ir haciendo posible que el proyecto de Jesús sea conocido y disfrutado por todos los hombres y mujeres de nuestros ambientes. Quizás antes, deberemos purificar nuestros labios como paso con Isaías, para que a la hora de anunciar el Evangelio no estén contaminados de prejuicios, ni de otras formas inconfesables de manejar a los demás.
Volvamos a nuestras redes, lo de dejarlo todo y seguirle, puede ser al modo de la Vida Consagrada que en esta semana ha terminado su Año, pero en la mayoría de vosotros debe cumplirse en la familia, el trabajo, ocio, asociaciones, acción sindical o política… en cada uno de estos espacios tenemos la oportunidad de anunciar el Reino. El trabajo constante casi siempre produce frutos abundantes.
Julio Céar Rioja. cmf

sábado, 6 de febrero de 2016

HOY... CATEQUESIS

MISERICORDIA Y JUSTICIA




La Sagrada Escritura nos presenta a Dios como misericordia infinita, pero también como justicia perfecta. ¿Cómo conciliar las dos cosas? ¿Cómo se articula la realidad de la misericordia con las exigencias de la justicia? Podría parecer que sean dos realidades que se contradicen; en realidad no es así, porque es justamente la misericordia de Dios que lleva a cumplimiento la verdadera justicia. Es propio la misericordia de Dios que lleva a cumplimiento la verdadera justicia. ¿Pero, de qué justicia se trata?Si pensamos en la administración legal de la justicia, vemos que quien se considera víctima de una injusticia se dirige al juez en un tribunal y pide que se haga justicia. Se trata de una justicia retributiva, que aplica una pena al culpable, según el principio que a cada uno debe ser dado lo que le corresponde. Como recita el libro de los Proverbios: «Así como la justicia conduce a la vida, el que va detrás del mal camina hacia la muerte» (11,19). También Jesús lo dice en la parábola de la viuda que iba repetidas veces al juez y le pedía: «Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario» (Lc 18,3).Pero este camino no lleva todavía a la verdadera justicia porque en realidad no vence el mal, sino simplemente lo circunscribe. En cambio, es solo respondiendo a esto con el bien que el mal puede ser verdaderamente vencido.Entonces hay aquí otro modo de hacer justicia que la Biblia nos presenta como camino maestro a seguir. Se trata de un procedimiento que evita recurrir a un tribunal y prevé que la víctima se dirija directamente al culpable para invitarlo a la conversión, ayudándolo a entender que está haciendo el mal, apelándose a su conciencia. En este modo, finalmente arrepentido y reconociendo su proprio error, él puede abrirse al perdón que la parte agraviada le está ofreciendo. Y esto es bello: la persuasión; esto está mal, esto es así… El corazón se abre al perdón que le es ofrecido. Es este el modo de resolver los contrastes al interno de las familias, en las relaciones entre esposos o entre padres e hijos, donde el ofendido ama al culpable y desea salvar la relación que lo une al otro. No corten esta relación, este vínculo.Cierto, este es un camino difícil. Requiere que quien ha sufrido el mal esté listo a perdonar y desear la salvación y el bien de quien lo ha ofendido. Pero solo así la justicia puede triunfar, porque, si el culpable reconoce el mal hecho y deja de hacerlo, es ahí que el mal no existe más, y aquel que era injusto se hace justo, porque es perdonado y ayudado a encontrar la camino del bien. Y aquí está justamente el perdón, la misericordia.Es así que Dios actúa en relación a nosotros pecadores. El Señor continuamente nos ofrece su perdón y nos ayuda a acogerlo y a tomar conciencia de nuestro mal para poder liberarnos. Porque Dios no quiere nuestra condena, sino nuestra salvación. ¡Dios no quiere la condena de ninguno, de ninguno! Alguno de ustedes podrá hacerme la pregunta: ¿Pero padre, la condena de Pilatos se la merecía? ¿Dios la quería? ¡No! ¡Dios quería salvar a Pilatos y también a Judas, a todos! ¡Él, el Señor de la misericordia quiere salvar a todos! El problema es dejar que Él entre en el corazón. Todas las palabras de los profetas son un llamado apasionado y lleno de amor que busca nuestra conversión. Es esto lo que el Señor dice por medio del profeta Ezequiel: «¿Acaso deseo yo la muerte del pecador … y no que se convierta de su mala conducta y viva?» (18,23; Cfr. 33,11), ¡aquello que le gusta a Dios!Y este es el corazón de Dios, un corazón de Padre que ama y quiere que sus hijos vivan en el bien y en la justicia, y por ello vivan en plenitud y sean felices. Un corazón de Padre que va más allá de nuestro pequeño concepto de justicia para abrirnos a los horizontes ilimitados de su misericordia. Un corazón de Padre que nos trata según nuestros pecados y nos paga según nuestras culpas. Y precisamente es un corazón de Padre el que queremos encontrar cuando vamos al confesionario. Tal vez nos dirá alguna cosa para hacernos entender mejor el mal, pero en el confesionario todos vamos a encontrar un padre; un padre que nos ayude a cambiar de vida; un padre que nos de la fuerza para ir adelante; un padre que nos perdone en nombre de Dios. Y por esto ser confesores es una responsabilidad muy grande, muy grande, porque aquel hijo, aquella hija que se acerca a ti busca solamente encontrar un padre. Y tú, sacerdote, que estás ahí en el confesionario, tú estás ahí en el lugar del Padre que hace justicia con su misericordia. Gracias.

Catequesis Papa Francisco. 3 de febrero 2016