EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

miércoles, 30 de noviembre de 2016

HOY... DECÁLOGO

CRITICAR SANAMENTE


No es fácil criticar a una persona con resultado positivo. Criticar es un verdadero arte y hay que aprenderlo. Sin embargo, con cuánta  frivolidad nos ponemos a criticar a todo tipo de gente: el padre critica al hijo y éste a su padre, el vecino al vecino, el profesor al alumno y éste a su profesor. Lee con atención:

- La crítica ha de hacerse siempre “cara a cara”.
- La crítica ha de hacerse a la persona interesada y en privado. 
- Nunca se debe criticar comparando con otra persona.
- Se deben criticar los hechos, jamás las intenciones.
- La crítica debe ser específica, no generalizadora; objetiva, no exagerada.
- Hay que criticar una sola cosa cada vez. .
- No se debe, en principio, repetir las críticas una vez formuladas.
- Hay que saber elegir bien el momento para criticar.
- Nunca se debe criticar lo que no se ha comprobado bien.
- Antes de criticar hay que ponerse en las circunstancias del criticado. (L. Caballero).


Puedes corregir a tu hijo si todos los días le demuestras tu amor y oye algún elogio de tu parte. Bien sabes que criticar a un enemigo no aporta nada. Lógicamente, cuando se critica a quien se ama se critica con amor, con tanta delicadeza como al curar una herida. Que nunca tu crítica sea un simple desahogo de tus nervios.

martes, 29 de noviembre de 2016

HOY...

CON OJOS ABIERTOS



Las primeras comunidades cristianas vivieron años muy difíciles. Perdidos en el vasto Imperio de Roma, en medio de conflictos y persecuciones, aquellos cristianos buscaban fuerza y aliento esperando la pronta venida de Jesús y recordando sus palabras: “Vigilad. Vivid despiertos. Tened los ojos abiertos. Estad alerta.”

¿Significan todavía algo para nosotros las llamadas de Jesús a vivir despiertos?
¿Qué es hoy para los cristianos poner nuestra esperanza en Dios viviendo con los ojos abiertos?
¿Dejaremos que se agote definitivamente en nuestro mundo secular la esperanza en una última justicia de Dios para esa inmensa mayoría de víctimas inocentes que sufren sin culpa alguna?

Precisamente, la manera más fácil de falsear la esperanza cristiana es esperar de Dios nuestra salvación eterna, mientras damos la espalda al sufrimiento que hay ahora mismo en el mundo. Un día tendremos que reconocer nuestra ceguera ante Cristo Juez: ¿Cuándo te vimos hambriento o sediento, extranjero o desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Este será nuestro dialogo final con él si vivimos con los ojos cerrados.

Hemos de despertar y abrir bien los ojos. Vivir vigilantes para mirar más allá de nuestros pequeños intereses y preocupaciones. La esperanza del cristiano no es una actitud ciega, pues no olvida nunca a los que sufren. La espiritualidad cristiana no consiste solo en una mirada hacia el interior, pues su corazón está atento a quienes viven abandonados a su suerte.

En las comunidades cristianas hemos de cuidar cada vez más que nuestro modo de vivir la esperanza no nos lleve a la indiferencia o el olvido de los pobres. No podemos aislarnos en la religión para no oír el clamor de los que mueren diariamente de hambre. No nos está permitido alimentar nuestra ilusión de inocencia para defender nuestra tranquilidad.

Una esperanza en Dios, que se olvida de los que viven en esta tierra sin poder esperar nada, ¿no puede ser considerada como una versión religiosa de cierto optimismo a toda costa, vivido sin lucidez ni responsabilidad? Una búsqueda de la propia salvación eterna de espaldas a los que sufren, ¿no puede ser acusada de ser un sutil “egoísmo alargado hacia el más allá”?

Probablemente, la poca sensibilidad al sufrimiento inmenso que hay en el mundo es uno de los síntomas más graves del envejecimiento del cristianismo actual. Cuando el Papa Francisco reclama “una Iglesia más pobre y de los pobres”, nos está gritando su mensaje más importante a los cristianos de los países del bienestar.


José Antonio Pagola

lunes, 28 de noviembre de 2016

HOY...

ADVIENTO



“Estamos ya habituados al término “adviento”, sabemos qué significa: pero precisamente por el hecho de estar tan familiarizados con él, quizá no llegamos a captar toda la riqueza que encierra dicho concepto. Adviento quiere decir “venida”. Por tanto, debemos preguntarnos: ¿Quién es el que viene?, y ¿para qué viene? Enseguida encontramos la respuesta a esta pregunta. Hasta los niños saben que es Jesús quien viene para ellos y para todos los hombres. Sin embargo, muchos son los interrogantes que se plantean. El hombre tiene el derecho e incluso el deber de preguntar para saber. Hay asimismo quienes dudan y parecen ajenos a la verdad que encierra la Navidad, aunque participen de su alegría. Precisamente para esto disponemos del tiempo de Adviento, para que podamos penetrar en esta verdad esencial del cristianismo cada año de nuevo”

Beato Juan Pablo II

domingo, 27 de noviembre de 2016

HOY... EL EVANGELIO (Mateo 24, 37-44)

EL DÍA Y LA HORA
ADVIENTO


Comenzamos el año litúrgico, con el Adviento. Parece un anuncio televisivo que se repite todos los años, “quedan cuatro semanas para la Navidad” y algunos, ya están pensando en el descanso invernal o veraniego, según las latitudes. Es irónico, mientras la mayoría habla de descansar y del bullicio fin de año, nosotros hablamos de vigilar y proyectar, mientras demasiados se disponen a celebrar el nacimiento de Jesús como una fiesta semi-pagana, otros anunciamos hoy, que debemos esperar al que está por venir.
¿Tiene sentido celebrar el Adviento?, ¿no es una causa perdida?, ¿no estaremos proponiendo algo fuera de sitio?: “Lo que pasó en tiempos de Noé, pasará cuando venga el Hijo del Hombre. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y, cuando menos lo esperaban, llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del Hombre”. La gente se reía y decía: “pinta de llover no tiene”, les faltó visión para darse cuenta de que el tiempo se les venía encima.
Repetir año tras año que estamos en tiempo de esperanza, repetir los mismos ritos, poner las cuatro velas, pronunciar las mismas palabras, nos puede hacer tener la sensación, que todo es lo mismo y seguir pasando al tiempo litúrgico siguiente, sea de epifanía o de cuaresma. Adviento, nos habla de la manera que tenemos de mirar la historia, que se nos presenta en la primera lectura de Isaías: “Caminemos a la luz del Señor”, “De las espadas forjarán arados; de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra”.
San Mateo, mirando lo que sucede en el presente, en el momento histórico de cada uno y de la sociedad, nos propone lo que es el Adviento: “Estad, vigilantes, porque no sabéis que día vendrá vuestro señor”, “Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre”. Aún tenemos que esperar en las promesas, es tiempo de ojos abiertos, en este tiempo nace el Señor, pero no es el tiempo, lo que determina la profundidad de estas cuatro semanas, sino el sentido que le damos, el cómo interpretamos lo que ocurre en el mundo y en nosotros.
La liturgia y la historia, no pueden ir por caminos paralelos, eso supone para nosotros los creyentes una esquizofrenia. Por un lado, escuchamos la primera parte de la segunda lectura de la carta a los Romanos: “Daos cuenta del momento que vivís; ya es hora de espabilarse… dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos en pleno día, con dignidad” y por otro, se vive estos días contradiciendo la segunda parte: “Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias”. Una cosa es lo que proclamamos en la Iglesia, en la parroquia y otra lo que vivimos en el ambiente de fuera y no me refiero a las comilonas, sino al darnos cuenta del momento en que vivimos y estar atentos a la dignidad de las personas.
Tenemos un proyecto: el Reino, que es lo que está más allá, que nazca el Reino, que nazca el Hijo del Hombre, en cada uno de nosotros y en el mundo, es lo que estamos esperando. Nadie nos puede robar esto, debemos encontrar signos de unidad, de búsqueda de la paz, de lucha por la justicia, de entrega, de fraternidad…, en este tiempo que vamos a comenzar. El gran pecado, es pensar que no hay nada que hacer, para revertir la historia dominada por el consumo y el individualismo. El Dios que nos nace, en toda la historia de Israel, fue capaz de reconstruir las ruinas, sanar infidelidades, rehacer vasijas estropeadas, rehabilitar huesos secos, hacer nacer vida de un seno estéril, consolar aflicciones, crear corazones nuevos. Negar la posibilidad de que nazca así, abortarlo, no creer en la capacidad de hacerlo todo nuevo, en nosotros y en los demás, es una forma de ateísmo que en estos días florece.
El Adviento, es ésto, mirar a la historia y mirar al cielo, puede que como en tiempo de Noé, algunos nos llamen ingenuos, pero: ¿cómo no hacer algo, con la que está cayendo? No se trata de encerrarnos y defender nuestros intereses o nuestras maneras de vivir, se trata de recuperar el espíritu profético, nuestra forma de afrontar la vida y de ver más lejos de tantas ofertas, que nos seducen estos días. Se trata de mirar los signos de los tiempos.
Julio César Rioja, cmf

sábado, 26 de noviembre de 2016

HOY...

CARTA DE UNA ANCIANA


Desgraciadamente, miles de ancianos son abandonados por sus familias diariamente. Las personas mayores son llevadas a asilos, o porque sus hijos piensan que son inútiles o simplemente porque no logran cuidarlos.

Algunos familiares visitan a sus parientes, pero la mayoría de los ancianos espera años y años una simple llamada, que nunca llega…  Actualmente, las personas están ocupadas con su día a día, y no se acuerdan o no quieren acordarse, de visitar a quien los crió.  Y así, tristes y depresivos, la muerte llega para los más viejos, después de años de soledad. Fue lo que sucedió con esta mujer.

Las enfermeras pensaban que ya estaba senil, y que estaba sólo esperando el día de su muerte. Ellas acostumbraban murmurar cosas entre sí, pensando que la anciana no entendía lo que decían… Pero cuando ella partió de este mundo, sus cuidadores encontraron una carta que hizo que todos se quedaran con la boca abierta.

“¿Qué es lo que ven, enfermeras? ¿Qué es lo que ven? ¿Qué es lo que piensan cuando me miran? Una vieja gruñona, no muy inteligente. Con hábitos extraños y mirada distante.
Aquella a quien se le cae la comida por las comisuras de la boca y nunca responde. Aquella a quien le dicen en alto: ‘Por lo menos debería intentar’.
La que parece no tener conciencia de las cosas que ustedes hacen. Y que siempre pierde algo. ¿La media o el zapato?
Aquella que, sin resistir o no, deja que ustedes hagan lo que quieran.
Que pasa gran parte de sus días en el baño o comiendo.
¿Es esto que piensan? ¿Es esto que ven?
Pues entonces, enfermeras, abran sus ojos, ustedes no me ven. Les diré quién soy, ahora que estoy sentada, haciendo lo que me dicen y comiendo lo que me piden:
Yo soy una muchacha de 10 años, con papá y mamá, hermanos y hermanas, que se aman.
Una muchacha de 16 años con alas en los pies, que sueña en breve encontrar el amor.
Una novia de 20 años, con el corazón sobresaltado, recordando los votos que prometió cumplir.
Con 25 años ya tiene sus propios hijos, a quienes va a orientar y va a ofrecer un hogar seguro.
Una mujer de 30 años, cuyos hijos crecen rápido, unidos por lazos que deben durar.
A los 40, mis hijos jóvenes crecieron y se fueron. Mi marido está conmigo para que yo no esté triste.
A los 50, vuelven a jugar bebés nuevamente en mis brazos. Mi amor y yo volvemos a conocer niños.
Días negros se aproximan, mi marido está muerto. Miro hacia el futuro y me estremezco.
Mis hijos tienen sus propios hijos. Y pienso en los años y en el amor que conocí.
Ahora soy una mujer vieja. La naturaleza es terrible.
Yo me río de mi edad como una idiota.
Mi cuerpo está frágil. La gracia y la fuerza se despiden. Ahora sólo existe una piedra donde latía el corazón.
Pero dentro de esta vieja carcasa aún vive una joven mujer. Y mi corazón maltratado envanece.
Me acuerdo de las alegrías, me acuerdo de las tristezas. Y vivo y amo todos los días.
Pienso en los años, tan pocos y que se fueron tan rápido. Acepto el hecho de que nada es para siempre.
Entonces, abran sus ojos. Abran y vean. Nada de viejas gruñonas.
Miren más de cerca. ¡VÉANME!”.

Esta historia es una lección para todos nosotros. Una persona anciana tiene pasado, presente y FUTURO. Desgraciadamente, mucha gente piensa que son inútiles. Pero la verdad es que ellos merecen mucho respeto y atención.

Después de perder a aquellos que más aman, sus papás, hermanos, tíos y hasta esposos, tuvieron la fuerza de continuar viviendo, por sus hijos y nietos. Y ¿qué recibieron a cambio? Indiferencia y malos tratos…


Los ancianos merecen todo el cariño del mundo.

viernes, 25 de noviembre de 2016

HOY... MÁS CONSEJOS

EL ESTRÉS (II)

• Involúcrate: Colaborar en actividades solidarias le permite a tu estrés tomarse un descanso dentro la rutina diaria además de ofrecer tu ayuda por una buena causa.

• Conocer la causa: Tomar conciencia de los factores desencadenantes de la ansiedad puede realmente ayudar a determinar la mejor manera de combatirlos. Puede que sea el trabajo, la familia, un lugar o una persona. Escribe notas cuando te sientas estresado y comprueba si es una situación que puede ser evitada.  

• Comparte tus sentimientos: Cuando la ansiedad alcanza grados altos es muy difícil combatirla en soledad. Habla con amigos de tu problema. Los familiares y conocidos te darán una perspectiva diferente de tu problema. Acude a un profesional si es necesario.

• Controlar el estrés con ejercicio físico 30 minutos al día: Dedicar 30 minutos de ejercicio al día no le robará grandes cantidades de tiempo. Puede probar cosas diversas como caminar, nadar, bailar, ir en bicicleta y correr.

• Encuentra la diversión: La mejor manera de estar motivado a la hora de hacer ejercicio es descubrir lo que te gusta. Algunas personas disfrutan practicando ejercicio en solitario mientras que otras prefieren actividades en grupo. En este caso Yoga en una buena opción.

• Establecer metas diarias: Establecer una meta diaria es otra manera de animarse a sí mismo para seguir adelante. Es preferible un ejercicio constante aunque breve. Es decir, es mejor caminar todos los días media hora en lugar de caminar durante horas el fin de semana.

• Paciencia: Es importante ser tolerante y paciente cuando se está iniciando un nuevo ejercicio. Si has llevado hasta ahora una vida sedentaria tardarás entre cuatro y ocho semanas antes de ponerte en forma y notar los cambios en tu cuerpo.


jueves, 24 de noviembre de 2016

HOY... CONSEJOS

EL ESTRÉS(I)


El estrés y la ansiedad son tan frecuentes en nuestra vida cotidiana que es necesario tomar cartas en el asunto. La buena noticia es que superar el estrés es más sencillo de lo que piensas. La Asociación Americana Para La Ansiedad y La Depresión (ADAA) ha presentado una lista de los recursos necesarios para hacer la que la ansiedad y la depresión tengan niveles tolerables. Te presentamos algunos de estos consejos. 

• Tiempo de espera: Cuando se está pasando por un proceso de ansiedad o depresión lo necesario es tomarse las cosas con más calma y dar un paso hacia adelante. Prueba a practicar yoga, escuchar música o recibir un masaje. La meditación también relajará su mente y hará que vea los problemas con más distancia.

• Evita el alcohol y la cafeína: Aunque pueda parecer una solución rápida, en realidad el café puede agravar tus niveles de ansiedad o estrés e incluso provocar ataques de pánico. Esto no significa que tienes que reducir su ingesta por completo tan solo moderarla. Por ejemplo no tomar más de dos tazas de café al día.

• Duerme más: La falta de sueño puede afectar negativamente a nuestra salud pero cuando estamos estresados debemos prestar mucha más atención en dormir 8 horas. Intenta siempre acostarte antes de las 12 para aumentar tu calidad de sueño.

• Respira profundamente: Evita las situaciones de pánico centrándote en la respiración. Toma respiraciones profundas: Inspira y expira de manera lenta.

• Come de manera equilibrada: Cuando estamos pasando por un periodo de estrés es muy tentador recurrir a comida preparada por falta de tiempo para preparar buenas comidas. Sin embargo, la comida es importante para combatir el estrés de manea que es necesario encontrar tiempo. Come verduras y frutas. La falta de nutrientes esenciales puede agravar tu ansiedad.

• Dedica tiempo para hacer ejercicio: Mantener tu cuerpo activo te hará sentir bien y te ayudará a mejorar tu salud en general. Consulta en la parte inferior del artículo más consejos sobre fitness.

• Cuenta hasta 10: Al igual que respirar profundamente, contar hasta 10 o incluso 20 puede ser un alivio instantáneo. Suena un poco infantil pero sencillamente el hecho de contar te permitirá centrarte en tu respiración y mejorar tus niveles de ansiedad de manera gradual.

• Perspectiva: Acepta que no eres Dios y que no lo puedes controlar todo. Es importante poner el estrés en perspectiva. Piensa en ocasiones anteriores cuando sentías estrés y cómo fuiste capaz de superarlo.

• La risa es la mejor medicina: Otra manera de poner tu ansiedad en perspectiva es con una buena dosis de risa. Da la bienvenida al humor en su vida en cualquiera de sus formas (Películas, teatro, actuaciones).


• Actitud positiva: Cuando nos enfrentamos al estrés o la ansiedad es vital para mantener una actitud positiva. No todo el mundo es optimista por naturaleza, pero la elección de centrarse en lo positivo puede ayudar a sustituir los pensamientos negativos. 

miércoles, 23 de noviembre de 2016

HOY... UNOS CONSEJOS

MEJORARSE A SÍ MISMO


Acepta tus pensamientos negativos sobre ti mismo y piensa positivamente. Si estás acostumbrado a centrar la atención en tus defectos, empieza a fijarte en los aspectos positivos. De esa manera, estos se superpondrán a los negativos, y ganarán la batalla. Asume que tienes pensamientos de minusvaloración, pero no centres tu atención en ellos. No les hagas caso. Déjalos correr. Cuando te des cuenta de que estás siendo demasiado crítico contigo, contrarresta diciéndote algo positivo sobre tu persona. Y cada día anota dos o tres cosas sobre ti que te hagan sentir bien.

Ponte como objetivo el "logro" en vez de la "perfección". Algunas personas se acaban paralizando debido a sus ansias de ser perfectas. En lugar de frenarte con pensamientos como: "No iré a nadar hasta que haya perdido 10 kg", piensa en que esos 10 kg los perderás precisamente nadando. Y que lo importante es empezar. Disfruta del camino y ve a por ello. No esperes a estar preparado y con ganas para actuar. Verás como la acción es el motor para sentirte bien, con más ganas.

"Unas veces se gana y otras se aprende". Los errores son unas magníficas oportunidades de aprendizaje. Acepta que cometerás errores, porque todo el mundo los comete. Y además, son buenos catalizadores. Los errores forman parte de la evolución. Quien nunca se equivoca, no avanza, no descubre nada nuevo. Recuerda que las aptitudes de una persona están en constante desarrollo y que cada uno sobresale en cosas diferentes. Es lo que hace interesante a cada cual.

Comienza cosas nuevas. Experimenta con diferentes actividades que te pongan en contacto con tus aptitudes. Luego te sentirás orgulloso de las nuevas habilidades que has adquirido.

Identifica lo que puedes cambiar y lo que no. Si te das cuenta de que hay algo tuyo que no te hace feliz y está en tus manos cambiarlo, empieza ahora mismo. Si se trata de algo que no puedes cambiar (eres bajito, tu color de piel...), tu trabajo será quererte tal y como eres. Concéntrate en potenciar solo lo bueno, seguro que lo tienes. Y recuerda: todos estamos disconformes con algo nuestro.

Márcate objetivos. Escribe qué te gustaría conseguir y luego diseña un plan para hacerlo, un listado de acciones que te encaminen hacia lo que quieres. Ponte a ello y ve anotando tus progresos.

Siéntete orgulloso de tus opiniones e ideas. No tengas miedo de expresarlas, es sano.

Colabora en una labor social. Se generoso con tu entorno. No te guardes lo que puede ayudar, e incluso encantar, a los demás. Ayuda a un compañero de trabajo o un vecino que tiene algún problema; colabora en la limpieza de tu barrio; participa en una carrera benéfica por una buena causa o hazte voluntario de alguna asociación. Sentir que aportas algo y eres importante para alguien hace maravillas para aumentar la autoestima. 

¡Haz ejercicio! Mitigarás el estrés y además estarás más sano y más alegre. El deporte aumenta milagrosamente el estado de ánimo. No sólo alivia los síntomas depresivos, también parece evitar que se repitan.

Disfruta y pásalo bien. Diviértete compartiendo tu tiempo con personas que te importan y haciendo lo que te gusta. Vive el momento, no dejes que tu vida se guíe por lo que pudo ser, lo que podrá ser o lo que "hace todo el mundo". Sé egoísta en ese aspecto y elige a la gente y las actividades que de verdad conecten contigo.

Artículo de Miguel Angel Rizaldos

martes, 22 de noviembre de 2016

HOY...

JORNADAS DE FORMACIÓN


Aquí están los responsables de Sector de Astorga-Ponferrada-La Bañeza, Mª Isabel y José Juan; del Sector Palencia-Salamanca, Puri y Heliodoro; del Sector Valladolid, Teresa y Pepe; junto a los Superregionales, Mercedes y Alberto. Con la gran suerte de compartir la foto con Mercedes y Alberto Gómez Ferrer, los padres de Mercedes, antiguos Responsables del Equipo Responsable Internacional y matrimonio de gran influencia humana y espiritual en el Movimiento.  Todos ellos participaron el pasado fin de semana en la Jornada de Formación de los Equipos de Nuestra Señora en el Cristo de el Pardo. Cargados de ilusión, esperanza y ganas de aprender han convivido con otros matrimonios responsables el Don de servir en ENS. Seguro que vuelven cargados de fuerza, ideas  y motivación para seguir creciendo.

lunes, 21 de noviembre de 2016

HOY...

APRENDER A SER FELICES


Los humanos no nacemos felices o infelices, sino que aprendemos a ser una cosa u otra, y en gran parte, depende de nuestra elección personal el que nos llegue la felicidad o la desgracia.
Nos es cierto, como algunos piensan, que la felicidad se encuentra por casualidad, como se halla por la calle una moneda que alguien ha perdido, o como si le tocara la lotería. Nada de eso. La felicidad es algo que se construye como una casa, a ladrillo, día a día, sin descansar. La felicidad nunca es completa en este mundo, y siempre hay que estar construyéndola, hasta el último momento de la existencia.

PASOS HACIA LA FELICIDAD

Aquí hay algunos caminos que conducen a la felicidad.

Valorar y reforzar las fuerzas positivas de nuestra vida
Hay que descubrir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos. Sacar jugo al gozo de que nuestras manos se muevan, sin necesidad de descubrir la desgracia de ver las manos muertas en un paralítico.

Vivir abiertos hacia el prójimo.
Es preferible que nos engañen cuatro o cinco veces a pasar toda la vida desconfiando de los demás. Tratemos de comprender y aceptar a los otros como son y no como nos gustaría que fueran. Es bueno buscar en todo
s más lo que nos une que lo que nos separa.

Creer siempre en la lenta eficacia del amor
Este es un camino infalible hacia la felicidad. Hay que preocuparse más en amar  que en ser amados; estar siempre dispuestos a servir y ayudar al que lo necesite. Decía el famoso Lacordaire: "Tres cosas necesita el hombre para ser feliz: la bendición de Dios, un libro y un amigo".

domingo, 20 de noviembre de 2016

HOY... EL EVANGELIO (Lc 22, 35-43)

CRISTO REY



Con este domingo termina el Año de la Misericordia proclamado por el Papa Francisco, sin duda un tiempo que nos ha recordado muchas cosas, sin ir más lejos, cuales son las Obras de Misericordia corporales y espirituales. En estos meses hemos podido decir: dichosos los que se saben pecadores perdonados. Como dice la oración preparada para la ocasión: “Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido”.
Acaba también el Año litúrgico con la fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, es esta una celebración instituida en 1925 por el Papa Pio XI. El Evangelio de este domingo nos recuerda como Jesús es Rey: “Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también por encima de él un letrero: Este es el rey de los judíos”. Es un rey del que se burlan todos los que están alrededor de la cruz, una cruz que era el castigo, que los romanos reservaban para los rebeldes contra el poder establecido.
Pero Jesús, no había hablado contra la ocupación romana, promovía la paz, no era zelota, ni creó un movimiento revolucionario, ¿porqué no matarlo apedreado como hacían los judíos y no en una cruz reservada para los delitos políticos?. Quizás porque había proclamado un Reino y de éste sí que era rey, que no estaba cimentado sobre el poder y el dinero, sino sobre la honestidad, la igualdad de todas las personas, la bondad y la ayuda a todos los que sufren. Es un Reino, que aún choca hoy, con todos los que quieren basar el poder, en la seguridad, el orden, la economía y el mercado.
Incluso “uno de los malhechores crucificados lo insultaba”. “El otro, increpándolo le decía (…)” y termina pidiendo: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso”. La misericordia se muestra en todo momento y con todos, este es el reinado, su forma de reinar, ya había dicho en otra ocasión a los discípulos: “Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos” (Mc 10, 42-44). Su reino es el servicio, su corona de espinas, su trono la cruz, su legado el perdón, incluso a los enemigos y a los que le están matando. Difícil seguirlo, hay que tomar su cruz.
Esta fiesta resume muy bien, este ciclo litúrgico en el que hemos sido guiados por San Lucas, la misericordia con los más pobres y necesitados, el perdón es “el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros, fueran revestidos de debilidad, para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos, se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción, para que el Jubileo de la Misericordia, sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos”
Julio César Rioja, cmf

sábado, 19 de noviembre de 2016

HOY... UNA ORACIÓN

CRISTO



Había sal de lágrimas

en torno a tus ojos,

y Tú, grave y sereno,

en mí, tus ojos ponías.

¿Pedir? Nada pedías…

Mudos también tus labios…

Mudos. Pero desde entonces

oigo Tu voz

y me duele el alma

(¿Cómo?, sino pedían…)

La llamada de Tus ojos

de ojeras de salitre.

Dame, Jesús posible

(Basta mirarte de frente)

la fuerza que dimana

de Tu dolor viril.

Mirarte será poco…

¡Ah!, ¡pero es tanto mirarte!

Dame, Señor, el arte

de no perder de vista

Tus ojos y Tus labios

mudos pero elocuentes,

discretos mas certeros.

Oh mi Jesús heroico,

mi capitán, aleja

con tu mano derecha,

aleja la muerte, aléjala

que aún no la merezco.

Muera solamente en mí

lo que ya es de la Muerte.

Pero esto, esto de mirarte,

y oírte, y comprenderte

y de querer seguirte,

esto, Jesús, es nuestro.

Esto es la mano de Vida

que me pertenece.

La única razón de Tu venida

hace mil y tantos años.

Era tarde. El viento

daba en las hierbas,

las inclinaba, humillaba.

¡Jesús pasó:

Me erguí!


Sebastiâo da Gama.

HOY... UNA ORACIÓN

CRISTO



Había sal de lágrimas

en torno a tus ojos,

y Tú, grave y sereno,

en mí, tus ojos ponías.

¿Pedir? Nada pedías…

Mudos también tus labios…

Mudos. Pero desde entonces

oigo Tu voz

y me duele el alma

(¿Cómo?, sino pedían…)

La llamada de Tus ojos

de ojeras de salitre.

Dame, Jesús posible

(Basta mirarte de frente)

la fuerza que dimana

de Tu dolor viril.

Mirarte será poco…

¡Ah!, ¡pero es tanto mirarte!

Dame, Señor, el arte

de no perder de vista

Tus ojos y Tus labios

mudos pero elocuentes,

discretos mas certeros.

Oh mi Jesús heroico,

mi capitán, aleja

con tu mano derecha,

aleja la muerte, aléjala

que aún no la merezco.

Muera solamente en mí

lo que ya es de la Muerte.

Pero esto, esto de mirarte,

y oírte, y comprenderte

y de querer seguirte,

esto, Jesús, es nuestro.

Esto es la mano de Vida

que me pertenece.

La única razón de Tu venida

hace mil y tantos años.

Era tarde. El viento

daba en las hierbas,

las inclinaba, humillaba.

¡Jesús pasó:

Me erguí!


Sebastiâo da Gama.

viernes, 18 de noviembre de 2016

HOY...

¿QUÉ HORA ES?



Una vez vi un bonito reloj y me aproximé para verlo más de cerca. Debajo del reloj, había una pregunta curiosa que decía ¿Qué hora es?

Estas tres palabras unidas forman una gran pregunta para nuestras vidas. Luego de leer esta pregunta, vinieron a mi mente muchas respuestas para cada persona, como por ejemplo:

Es Hora de Perdonar, es la respuesta de las personas que a lo largo de los años han vivido odiando a alguien.

Es Hora de Arrepentirse puede ser la respuesta de los pecadores

Es Hora de Olvidar, responderá alguien que vive de recuerdos, pensando en el pasado, amarrado al pasado, atrapado en el pasado.

Es Hora de Dar, tendría que responder una persona que ha sido mezquina, que ha sido egoísta y se ha olvidado del prójimo

Es hora de ser Humilde, sería la respuesta de las personas orgullosas

Es hora de estar alegres, por la esperanza que tenemos (Romanos 12,12) sería la respuestas de miles que viven tristes y sin esperanza.

Es hora de buscar la Paz, es hora de buscar la Armonía, tendrían que responder los que viven en guerra, buscando la violencia.

Es hora de ser valientes y trabajadores, tendrían que responder los perezosos y flojos.

Es hora de seguir el Camino, la Verdad y la vida, dirían los que están perdidos

Es hora de seguir al Buen Pastor, dirían las ovejas descarriadas

Es hora de buscar la Luz, exclamarían los que viven en la oscuridad

Es hora de Ayunar, es hora de la penitencia, es hora de la limosna, dirían los feligreses en Cuaresma.

Es hora de buscar a Dios, dirán también muchos

Para la pregunta "¿Qué hora es?" existen muchas y diversas respuestas. Hay diferentes maneras de contestar, pero de manera particular la respuesta que yo daría, mi respuesta preferida, la que más me emociona es: ES HORA de: "AMAR A DIOS con todo nuestro CORAZON, con toda nuestra ALMA, y con toda nuestra MENTE y con todas nuestras FUERZAS (Mc 12,29)"

Por gracia de Dios, nosotros tenemos aún un reloj: el reloj de nuestra vida. Aún nos queda el tiempo necesario para responder adecuadamente a la pregunta: ¿Qué hora es?

Responde con tu vida a esta pregunta, con tus acciones; responde con buenas obras.


Un consejo: Durante el resto de tu vida, prepara la repuesta que salvará tu vida.

jueves, 17 de noviembre de 2016

HOY...ACONSEJAMOS

ÚLTIMAS CONVERSACIONES


El Papa Emérito, Benedicto XVI, ha publicado su último libro, titulado "Últimas conversaciones". En una serie de charlas con el periodista Peter Seewald, Benedicto XVI habla sin ningún miedo ni cortapisa de sus años de pontificado, de las razones de su histórica renuncia, así como de su infancia, de su vocación y de los momentos más difíciles que ha pasado. Habla abiertamente de sus debilidades, de sus límites, de sus "pocas ganas de gobernar". Esta humildad no lo limita, lamenta la descristianización de Europa y de que la Iglesia debe saber adaptarse a los momentos actuales, que debe tener una nueva forma de presentarse. Sin duda, este libro es una gran ráfaga de luz en la Iglesia actual por parte de un hombre al que la Historia le dará el lugar que se merece.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

HOY...

EL APOSTOLADO


Unirse, para dos cristianos, no es solamente comprometerse el uno con el otro, es también comprometerse los dos con la Iglesia. Por el matrimonio, la pareja cristiana ocupa su sitio en la Iglesia, y se encuentra en ella como investida de un oficio público.
Proclamar el amor divino
Dar a conocer a Dios, proclamar su amor; tal es el primer aspecto de la misión apostólica del matrimonio.
Y esta gran realidad humana que es la pareja matrimonial, ¿qué revela de Dios? Que Dios no es, como lo pretendía don Francisco-Renato de Chateaubriand, «el eterno solterón de los mundos», sino más bien una comunidad de personas que se aman entre sí: el Padre y su Verbo en la unidad del Espíritu. Hombre y mujer, unidos en el amor, son la palabra viviente de la comunidad divina. A ellos también, y a ellos primeramente, se dirige la palabra de Cristo: «sed uno como mi Padre y yo somos uno»; sed dos que se dan el uno al otro, para darse juntos a un tercero, el hijo, vuestro amor encarnado, personificado; así seréis como un espejo donde se refleje la vida trinitaria.
Estos dos en uno que son el hombre y la mujer casados evocan también los dos en un solo Cuerpo Místico que son Cristo y su Iglesia. La alianza de hombre y mujer tendría que ser la imagen, «la epifanía» de la unión de Cristo y de la Iglesia.
Así, pues, hay que decir muy alto que el primer aspecto de la misión apostólica del matrimonio es dar a entrever a los hombres el misterio íntimo de la familia trinitaria y de la Iglesia unión irrompible y fecunda que no cesa de engendrar hijos de Dios.
Del mismo modo que si no hubiera padres de familia, no tendríamos este signo tan eficaz que nos revela la paternidad de Dios, así si no fuera por la fecunda unión de amor del hombre y la mujer, la intimidad de amor de las personas divinas y la unión de Cristo con su Iglesia serían para nosotros ininteligibles.

Dios cuenta, pues, con vosotros, esposos, para que los hombres puedan asomarse a los tres grandes misterios: Trinidad, Encarnación, Redención. Este es el primer aspecto de la misión apostólica del matrimonio. Y ha de ser, por tanto, el más noble motivo que pudierais imaginar para amaros, para vivir unidos, para ser fecundos.
P. Henri Caffarel
Extracto del libro El Matrimonio es un gran sacramento