NIÑOS OPTIMISTAS
Si tienes hijos, puede resultar muy fácil centrarse en lo negativo. Y no es de extrañar: gracias a las noticias 24 horas, a las redes sociales, a las notificaciones de los teléfonos móviles e incluso a otras fuentes inesperadas como YouTube o Instagram, los niños están rodeados de tristeza y pesimismo. Fijémonos en el mundo en el que les ha tocado vivir: la tasa de suicidio ha aumentado, el ciberacoso está en auge, el mundo está más dividido que nunca y ahora la gente se dedica a retransmitir asesinatos y suicidios en directo. Es comprensible que no te apetezca sonreír y transmitir a tus hijos mensajes optimistas con respecto al futuro todos los días.
Pero no te rindas. Por irónico que suene, aunque los medios de comunicación y la tecnología parezcan la causa del pesimismo colectivo, también son esenciales para superarlo; ya sea utilizándolos con cabeza o sabiendo cuándo dejarlos a un lado. A continuación, encontrarás seis formas de ver el vaso medio lleno:
Cambiar de perspectiva
Cuando la tragedia vuelve a hacer acto de presencia en el mundo, la revivimos cada vez que encendemos la televisión, que entramos en una red social, que miramos las notificaciones del móvil o que pasamos por un quiosco lleno de periódicos con titulares sensacionalistas. Los padres entendemos que los medios de comunicación exageran ciertas noticias para atraer miradas y clics. Pero los niños no tienen por qué entender la relación existente entre las fuentes de información, los patrocinadores y el público. La forma en la que reaccionamos a las noticias marca la diferencia en la manera en la que van a procesarlas nuestros hijos. Ayúdalos a mirar las cosas desde otra perspectiva y explícales que muchas veces no es más que mucho ruido y pocas nueces. Cuando se le da a las cosas la importancia que verdaderamente merecen, los niños tienen menos miedo y recuperan la esperanza.
Demostrar agradecimiento
Alimenta el carácter de tus hijos para combatir la actitud derrotista. Un carácter fuerte será un importante pilar para ellos cuando el resto del mundo sea un caos. Tómate tu tiempo para hablar de las cosas por las que te sientes agradecido. Anímalos a no rendirse a pesar de los obstáculos y a tener compasión con los demás. Existen estudios que demuestran que expresar la gratitud hace que nos sintamos más optimistas. Puedes ver con tus hijos estas películas para empezar el diálogo sobre el tema.
Desmontar las noticias falsas
Muchos niños dicen ser incapaces de diferenciar las noticias falsas de las reales en internet. La confusión, las dudas y la falta de confianza se interponen en el camino hacia el optimismo. Pero nuestros hijos tienen las herramientas necesarias para combatir las noticias falsas. Tienen a su disposición herramientas en línea para comprobar y descubrir la verdad (o, al menos, para desenmascarar los fraudes). Se pueden negar a contribuir a la difusión de información falsa al no compartir contenido que no puedan verificar. Y pueden alzar la voz cuando vean información dudosa. Comprobar de primera mano la información empodera.
Plantar cara a los ciberacosadores
Enséñales a tus hijos que pueden parar los pies a los acosadores. Cuando vean que están acosando a alguien —en las redes sociales o en los juegos en línea—, no deben quedarse de brazos cruzados. Aunque nunca deberían hacer nada que les ponga en peligro, hay formas seguras de ofrecer su apoyo. Pueden llamarles la atención a los ciberacosadores, denunciarlos, defender o mandar un mensaje privado a la víctima para que tenga claro que alguien se preocupa por ella. No es ser un chivato. Es responsabilidad de todos que la experiencia de navegar por internet siga siendo positiva y productiva. Al plantar cara a los ciberacosadores demostramos que tenemos fe en que podemos cambiar las cosas.
Acabar con el discurso del odio
El anonimato que proporciona internet puede tener consecuencias involuntarias. Por ejemplo, la gente piensa que puede hablar con odio o compartir imágenes ofensivas sin miedo a ser descubierta. Y puede que tengan razón, pero el discurso del odio se cobra sus víctimas. Aunque ciertas instituciones están empezando a castigar a aquellos que difunden contenidos ofensivos, no deberíamos esperar a llegar a ese punto. El discurso del odio es muy dañino, contribuye a crear un ambiente negativo y, en ocasiones, es un grito de socorro de alguien que lo está pasando mal. Explícales a tus hijos cómo lidiar con él: que no respondan, que bloqueen a las personas que lo difundan, que denuncien a los ofensores y que no lo compartan. Si tus hijos consiguen influir en otra persona para que pase de los contenidos negativos, es posible que esa persona influya en otra, y esa, en otra...
Desconecta de vez en cuando
Coge a tus hijos y a tu pareja, si es que tienes, y desconectad del mundo. Si estáis todos juntos, no os vais a perder nada importante. El mero hecho de estar juntos, leer, cenar sin ningún dispositivo electrónico o charlar os recargará las pilas y os transmitirá el mensaje de que el tiempo en familia es lo más importante. Los expertos recomiendan este tipo de actividades porque la acumulación de malas noticias puede ser abrumadora y debilitante. Y si incluso los adultos nos sentimos así, imagínate cómo pueden reaccionar los niños a ese torrente de información constante. Al gestionar los medios de comunicación y pasar tiempo en familia, les estarás enseñando a tus hijos lo que es verdaderamente importante.
Escrito por Caroline Knorr, Common Sense Media
Publicado originalmente en la edición estadounidense del 'HuffPost'