FRÍO INTERIOR
Reza así la moraleja:
seis fueron los atrapados
los seis egoístas fueron
y ninguno se ha salvado
Cada uno con su leña
en oscuro y frío prado
se temían lo peor
al verse desamparados
La fogata se apagaba
más nadie echaba ni palo
no querían malgastarlo
con unos simples extraños
La mujer que se negaba
miraba con miedo y espanto
al hombre de cara negra
como un degenerado
El cura no animaba
pues era un poco tacaño
esperaba que lo hiciera
uno de sus parroquianos
El pobre, que tiritaba
en sus míseros harapos
se decía para sí:
¿Calentar yo a estos avaros?
Mira el rico desdeñoso
al resto de los sitiados,
espera con su dinero
uno por uno comprarlos
El negro se siente herido:
nadie lo quiere a su lado
maquina frías venganzas
que lo dejan más helado
El último de la fila
lo tiene todo muy claro:
si nadie me ayuda a mí
¿porqué dar el primer paso?
A la mañana siguiente
el fuego estaba apagado,
quedaron muertos los seis
con la leña en sus manos
Algunos dijeron luego
que no murieron helados,
que el frío de sus entrañas
los había congelado
Hedwig Lewis, S.J.
Cooperación
Tinín y Raquel