ANILLO DE DIAMANTES
“Vanidad de vanidades
y todo vanidad”, dice la Biblia. La vanidad y la inconsistencia de la belleza,
del poder, de la fama, del dinero, tiene especial actualidad en nuestra
civilización que propone como supremo ideal de la vida del hombre el bienestar,
el placer, la acumulación, sin límite, de los bienes materiales. Jesús, en
cambio, dice: “Sean ricos a los ojos de Dios”.
—Mi amor, anoche soñé
que el domingo, en mi cumpleaños, me regalabas un anillo de diamantes, ¿Qué
significado tendrá ese sueño?
—¡Tranquila, mujer,
que el domingo lo sabrás!
El domingo por la
mañana el hombre le entrega a su esposa un paquete envuelto en papel de regalo
y con un elegante adorno. La dama muy emocionada lo abre y encuentra un libro:
"El significado de los sueños".
El sentido de nuestra
vida no cabe en el corto espacio que media entre la cuna y la tumba. Hay que
buscarlo más allá. El Eclesiastés, con su tono sombrío, señala que las cosas de
este mundo son "poca cosa". No bastan para hacernos felices. No basta
toda la prosperidad del mundo para colmar las ansias eternas del corazón del
hombre. ¡Buena meditación!