ANNUNTIO VOBIS GAUDIUM MAGNUM
HABEMUS PAPAM
FRANCISCO
Ha sido una relativa sorpresa. Pero una demostración evidente del misterio espiritual que rodea la Iglesia, en especial para todos aquellos que han pontiifcado, escrito, rumoreado, sin tener base ni fundamento sobre las interioridades vaticanas. Una lección de humildad que estos sabios y sabias deben aprender. Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, será desde ahora el Papa FRANCISCO. Con una plaza de San Pedro abarrotada a pesar de la lluvia, cuando el protodiácono Tauran pronunció su nombre hubo unos instantes de silencio, hasta que la gente asoció su nombre a un rostro, luego el júbilo. Cuando salió al balcón lo hizo con serenidad, mirando con tranquilidad a los expectantes fieles, sin lujos, una simple cruz de madera en su cuello. Empezó con un acto que demuestra su forma de ser y es toda una declaración de intenciones, diciendo que casi había venido del fin del mundo, lo primero que hizo fue poner a rezar a toda la multitud en memoria de su antecesor, Benedicto XVI; para posteriormente, pedir que se rezara a Dios pidiendo por su persona. El mundo latinoamericano está de enhorabuena y los argentinos en particular, antes Europa evangelizó América, quizá ahora sea al revés.Los españoles, después de muchos siglos tenemos un Papa cuya lengua es la nuestra. El nuevo Pontífice conoce muy bien la realidad social de los más desfavorecidos, un Papa sencillo, dicho popularmente un Papa "familiar", el timón de la Iglesia está en las manos adecuadas.
Demos la bienvenida a FRANCISCO, nombre elegido con toda intención y pongámonos en sus manos para guiar en el momento actual a la Iglesia en un mundo que necesita, quizá más que nunca, un mensaje de esperanza, de amor, de confianza y fraternidad, tal y como pronunció en su primer discurso.