No te subestimes comparándote con los demás.
Precisamente porque somos todos diferentes somos únicos. No marques tus metas en función de los demás. Sólo tú sabes lo que es bueno para ti.
Escucha atentamente tus más profundos deseos:
Agárrate a ellos como te agarras a la vida, porque sin ellos la vidda no es nada. No dejes que tu vida se escape entre tus dedos pensando en el pasado o soñando en el porvenir. Vive tu vida día tras día y, así, vivirás intensamente cada día de tu vida.
No bajes los brazos mientras tengas algo que dar todavía.
Nada está perdido mientras continúes luchando.
No tengas miedo en admitir que no eres perfecto.
Ese lazo frágil es que nos mantiene unidos a los demás.
No tengas miedo de correr riesgos, así es como se aprende el valor.
No descartes el amor de tu vida diciendo que no existe.
El mejor medio de encontrar el amor, es darlo.
Y el mejor medio de perderlo es retenerlo prisionero.
Y el mejor medio de guardarlo es darle alas.
Nos adherimos a este credo...
ResponderEliminarY añadiría a esa reflexión espléndida: y confía en Dios, no quieras hacerlo todo tu, deja a Él que te eche una mano.
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