SAN PEDRO REGALADO
(patrón de la ciudad de Valladolid)
Pedro Regalado nació en la calle La Platería de Valladolid en 1390. Hacia el año 1403 entra en el convento de San Francisco, muy cerca de casa, donde hoy está el Teatro Zorrilla en la Plaza Mayor.
Desde muy joven acompañó a fray Pedro de Villacreces para impulsar la obediencia a la regla de la Orden. En La Aguilera fundaron un convento donde Pedro se dedicó a todo tipo de labores, destacando su labor con los pobres. Posteriormente fundó junto a su mentor, fray Pedro, un nuevo convento en El Abrojo, junto a Laguna de Duero, muy cerca de Valladolid. Ya aquí era visitado por miembros de la nobleza al tener fama de santo. En su proceso de canonización está recogido el hecho de que, en la fiesta de la Ascensión y estando rezando maitines en El Abrojo y sintiendo tal añoranza por el convento de la Aguilera, que fue consagrado a la Virgen, Pedro Regalado se transportó por los aires los ochenta kilómetros que separan ambos conventos y devuelto a El Abrojo. Después de la muerte de Pedro de Villacreces, fue puesto al mando de los conventos creados por ambos, cumpliendo la estricta regla de observancia franciscana. Al morir en 1456, su fama de santidad se extendió rápidamente y fue canonizado en 1476, por Benedicto XIV.
Es el patrón de los toreros, debido principalmente a un milagro relatado por fray Diego de Frutos el cual decía: " Saliendo Pedro Regalado del convento de El Abrojo, sin saber que hubiese fiesta de toros, se escapó uno de la plaza y le acometió furioso, el santo después de implorar al cielo, le mandó se postrase y lo ejecutó rendido. Quitóle el santo las garrochas y echándole la bendición le mandó que se fuera sin hacer mal a nadie, lo que ejecutó el bruto".
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