DEL FIN DE CURSO EN VILLAGARCÍA
El domingo 16 de Junio el sol no
se quiso perder la fiesta Fin de Curso que la Región Noroeste 
organizó en la Casa 
de Ejercicios San Luis, de Villagarcía de Campos. Convocados en el amor
fraterno, y alentados por el Espíritu, fueron llegando desde horas tempranas
equipistas de los puntos más alejados de nuestra extensa Región. La mañana fue
ganando en luminosidad a medida que los participantes recibían su acreditación
y la acogida cariñosa de quienes se encargaban de tan gratificante misión.
En un acto que resultó altamente
emotivo, los Responsables salientes de los Sectores de Valladolid, Palencia-Salamanca
y Ponferrada-Astorga-La Bañeza ,
así como los Responsables Regionales, agradecieron el apoyo recibido durante
los últimos años por parte del Señor y de sus Sectores respectivos. A su vez,
los matrimonios que les reemplazaban expresaron su confianza en el mismo Dios y
en Nuestra Señora de los Hogares para llevar a cabo la tarea nada fácil que
comenzaban. En un gesto que evidencia su calidad humana, recibimos la presencia
y el apoyo incondicional de los Responsables Nacionales, Amaya y José Antonio,
llegados desde la lejana Pamplona. A los cuales agradecemos el esfuerzo realizado para estar con nosotros.
Para dar cabida a los cerca de
trescientos asistentes, la
 Santa Misa  hubo de celebrarse en la iglesia de San Luis. La Eucaristía  se
enriqueció con la presencia de numerosos niños, indicativos del elevado número
de matrimonios jóvenes que aseguran para los ENS, el relevo generacional. Al término
de la misma, los muros centenarios escucharon la promesa de los que adquirían
las nuevas responsabilidades. Con la luz, esta vez en las lucernas encendidas,
y la imposición de manos, el Espíritu se nos hizo patente.
No faltó, tras la comida, el
acto lúdico ni la toma de contacto con otros miembros del Movimiento en los
equipos mixtos. Cerca de las seis, en un gran corro, entonamos el “Magnificat",
mientras el sol inclinaba sus rayos tras la arboleda.
En la despedida, besos, abrazos
y la esperanza de que el año próximo podamos volver a vernos. Hacia Asturias,
Salamanca, Ponferrada... marcharon los tesoros humanos de los equipistas.
Antes, sobre el pasillo de la
 Casa  jesuítica, ellos mismos habían depositado otros tesoros
en forma de cartulinas donde expresaban lo que sus equipos suponen para cada
uno de sus componentes.
Cuando llegamos a casa, el sol
vencido sonrió antes de ocultarse. En nuestros corazones quedó grabada la
sensación de haber vivido una jornada inolvidable. Una vez más, gracias a
todos. El domingo pudimos comprobar el cariño que mutuamente nos profesamos y
que es una característica inherente a los equipos ENS.
Valiosa  Cooperación de   
Carlos
Malillos
 (Valladolid-5)




 
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