EXPERIENCIA Y CONOCIMIENTO
Más o menos con frecuencia
surgen en tu vida los imprevistos. Situaciones inesperadas, que te exigen una
reacción rápida. Necesitas sangre fría y aplomo. Aquí juega mucho la
experiencia: haber vivido o bien escuchado o leído casos semejantes, y tener un
esquema de buenos reflejos. Por eso se ensaya cómo evacuar un edificio en caso
de incendio o movimiento sísmico.
En un avión de
pasajeros ocurrió un desperfecto. El capitán anunció a los pasajeros:
—Señoras y señores,
les informo que uno de nuestros motores se detuvo, tendremos que permanecer 15
minutos más volando para aterrizar.
A los 15 minutos el
piloto volvió a anunciar:
—Señoras y señores,
hemos perdido otro de nuestros motores, tendremos que permanecer 15 minutos más
en el aire para pedir ayuda.
La tercera vez el piloto
informó:
—Hemos perdido el
tercer motor.
Entonces un pasajero
muy preocupado exclamó:
—¡Dios mío, si la cosa
sigue como va, permaneceremos aquí todo el día!
En la vida moral también
pueden ocurrirte situaciones de peligro que se llaman “tentaciones”. Jesús nos
aclara que para vencerlas necesitamos estar atentos y orar pidiendo fortaleza
para no caer en las seducciones del mal. Está claro también que no debes
buscarte las ocasiones de fallar porque “el que busca el peligro en él
perecerá”.
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