LA MENTIRA
Un proverbio dice: “La
mentira tiene las patas cortas”, a saber, que no puede llegar muy lejos. Quien
dice una mentira para evitar una reprensión, no piensa que tarde o temprano se
va encontrar con la dura realidad que pretendió ignorar o esconder. Más vale
afrontar con valentía la verdad, aunque se deba aceptar una falta y sufrir la
corrección. Una fábula lo ejemplifica.
Un asno, habiéndose
puesto una piel de león, vagaba en el bosque y se divertía él mismo asustando a
todos los animales ingenuos que él se encontraba en sus vagabundeos. Por fin
encontró a una zorra y trató de asustarla también, pero la zorra apenas oyó el
sonido de su voz exclamó: -Posiblemente yo podría haber sido asustada también,
si no hubiera oído tu rebuzno. Esopo.
Vivir con sinceridad
es decidirte a hablar con la verdad en la mano aunque a veces te cueste; a no
valerte de una mentira para salir de una dificultad o librarte de una responsabilidad;
a no mentir para que los demás piensen algo bueno de ti; a reconocer con
honestidad cuando te has equivocado sin tratar de justificarte. He aquí un
camino exigente de grandeza moral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario