SI QUEREMOS... PODEMOS
Cuando tu vida se
encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro de ti
fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar, cuidar,
entrenar y servirte de ella: la voluntad. El éxito comienza siempre con una
voluntad decidida a permanecer firme en la lucha, ése es el gran regalo de
Dios. Utilízalo con humildad.
Muchas veces nos
conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa nunca
volverá. Debemos recordar que: Nada está escrito. Nada está hecho. Nada es
imposible. Todo depende de nuestra voluntad, don precioso de Dios. Es una
fuerza que nos sale de adentro. Basta decir: "¡Sí, puedo!" a cada
desafío. Cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo, no hay
obstáculo capaz de interponerse. Si queremos... podemos llegar más lejos. Si
queremos... podemos llegar más alto. Si queremos... podemos hacer lo que sea.
Sólo hay que proponérselo, y trabajar para lograrlo. ¡Yo sé que tú puedes!
Ejercitar la paciencia
es un buen modo de fortalecer la voluntad: paciencia para escuchar a los
inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal… Lo que hay que
hacer, se hace, ¡ahora! Sin aplazarlo. Si algo supone esfuerzo, esa es una
buena razón para hacerlo. Ahí radica la clave de la superación personal. Como
ejercitas tus músculos, ejercita tu voluntad.
Me apunto a ese ejercicio de voluntad, no hay otra forma de vivir felizmente. H y MN
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