VALORES Y PRIORIDADES
La
anécdota de hoy es una invitación a examinar si tienes una correcta jerarquía
de los valores que orientan tu vida. Porque a veces puedes cometer el error de
perder serenidad y alegría, fuerza y coraje de vivir por pérdidas que, si bien
lamentables y dolorosas, no deben significar una catástrofe total. Como ves
ésta es una reflexión de suma importancia.
Un
hombre tiene un accidente con su coche y llega la policía al lugar del suceso.
Allí se encontraron al accidentado en el suelo gritando entre sollozos por su
coche que estaba destrozado. Los policías entonces le dicen: —Pero, ¡hombre!
¡Cómo se lamenta por su coche...! ¿No se da cuenta que ha perdido su brazo
izquierdo? El hombre, con cara de terror, grita:
—¡Cómo!
¡Que he perdido mi brazo izquierdo! ¡Dios mío, mi Rólex! ¿Dónde está mi Rólex?
El
divino Maestro presentó este problema con una pregunta que nos lleva más allá
de los límites terrenos: “¿De qué le vale al hombre ganar todo el mundo, si
pierde su vida?”. La vida a la que se refiere Jesús es la vida que él vino a
ofrecer en abundancia, la vida eterna que esperamos gozar en la visión del Sumo
Bien. Don Bosco lo decía con sencillez: “Un rinconcito de Cielo lo arregla
todo”. Que este pensamiento de fe te aliente en las penas.
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