CUARESMA
(10 buenas ideas)
1.
Retirarnos a una iglesia para saborear el silencio y la presencia de Dios. En un mundo que nos roba la serenidad son necesarios espacios de
tranquilidad y oasis de paz para valorar, reflexionar y hacer una autocrítica
sobre la vida que llevamos
El
silencio es el único rumor que hace Dios cuando pasa por el mundo (Víctor
Manuel Arbeloa)
2.
Escuchar la Palabra del Señor. Estamos
totalmente asediados y asaeteados por multitud de cuñas publicitarias y
verdades a medias que son grandes mentiras. El Señor, con su Palabra, nos
orienta para tomar la dirección adecuada sin alejarnos de Él.
Que
nadie diga: "¿Para qué voy a ir a la iglesia? Mira los que van todos los
días..., no practican lo que oyen"... Sin embargo hacen algo: oír... Así
algún día podrán hacer las dos cosas: oír y practicar... Pero tú..., ¿cómo vas
a llegar a practicar si estás huyendo de escuchar? (San Agustín de Hipona)
3.
Salir al encuentro de los demás. El tren de las
prisas, con sus correspondientes vagones de estrés, nos hace individualistas y
pasar de largo de ciertas situaciones de dolor que nos rodean. La Cuaresma nos
invita a abrir los ojos, el corazón (y los bolsillos si hace falta) para que no
olvidemos que la Fe exige compromiso.
La
caridad es una letra de cambio a largo plazo a favor del que la practica,
aceptada por una firma de crédito ilimitado: Dios (Anónimo)
4.
Amar y trabajar por la Iglesia. Hoy, tal vez, no
está de moda el decir "yo soy iglesia y la quiero". Lo cierto es que,
en los períodos de dificultades, es donde de verdad salen a relucir y se
manifiestan los valientes y grandes en la fe.
¡La
Iglesia de hoy no necesita cristianos a tiempo parcial, sino cristianos de una
pieza! (San Juan Pablo II)
5.
Retomar o, incluso, iniciar el gusto por la oración. El Papa San Juan Pablo II, en su mensaje con motivo de Cuaresma, nos
invitaba a recorrer este camino hacia la Semana Santa intensificando nuestra
relación con Dios. El silencio, entre otras cosas, es el ruido que Dios hace
cuando pasa cerca de nosotros.
"Ora
cuando te sientas solo, la oración te traerá la compañía de Dios"
6.
Guardar la vigilia y el ayuno. Cuando uno/a ama
a alguien es capaz de hacer cualquier cosa por él/ella. Cada viernes de
cuaresma, siendo sobrios y distintos en nuestra alimentación, recordamos que
Jesús sigue siendo importante en nuestras casas y... por ello mismo realizamos
este gesto.
Libremos
al cuerpo de sus toxinas, alimentémoslo correctamente y estará hecho el milagro
de la salud (Dr. Arbuthnot)
7.
Eucaristía diaria. Zarandeados por una constante y
pertinaz secularización, los cristianos necesitamos tomar fuerza y vitalidad de
esa gran fuente de energía que emerge en el altar. ¿Por qué no hacer
extraordinario cada atardecer o cada amanecer con nuestra participación en la
Eucaristía?
La
Eucaristía, el auténtico pesebre donde adorar a Jesús (Padre Raniero
Cantalamessa OFMCap)
8.
Promover dentro de nuestras familias el apetito por Dios. No hace falta ir lejos, ni mucho menos a otros continentes, para dar
razón de nuestra fe. ¿Cuánto hace que no hemos recordado a nuestros familiares
más directos su pertenencia a una iglesia que les dio a Jesús y que, como
madre, los necesita?
La
familia es el seno espiritual donde se fomentan las creencias y las costumbres.
9.
Dar gracias a Dios por los valores que el Evangelio nos propone. En medio del relativismo moral que nos sacude, lejos de desertar, hemos
de ser agradecidos para con Dios porque nos hace diferentes a muchas personas
que creen que en el "todo vale" reside la felicidad.
Leer
y hacer lo que dice el Evangelio, ayuda a aspirar a una libertad más grande
(J.Vallmajor)
10.
Hablar bien y con delicadeza. No podemos
olvidar que se consigue más "con miel que con hiel". La Cuaresma es
un buen momento para corregir las blasfemias en nuestro lenguaje y las ofensas
o el juicio duro hacia los que nos rodean.
Suprimid
y gritad contra Dios y se habrá hecho la noche en el alma humana (Lamartine)
*P. Javier Leoz
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