EXCUSAS
Rechazar
excusas. El cardenal Mindszenty era cardenal en Hungría cuando este país fue
tomado por los comunistas. En seguida lo metieron en la cárcel, donde pasó
muchos años, años que fueron un martirio. Salió de la cárcel cuando Hungría se
independizó de la Rusia comunista; era ya muy mayor y murió al poco tiempo.
Durante
los muchos años que pasó encarcelado fue un ejemplo como cristiano por su
fortaleza y fidelidad a Dios y a la Iglesia. Una muestra, es, por ejemplo, su
firmeza en vivir la abstinencia, que es el mandamiento de la Iglesia que nos
manda a los cristianos mayores de 14 años, que vivamos la mortificación de no
comer carne los viernes de todo el año. Como sabes, fuera de la Cuaresma la
abstinencia de carne se puede sustituir por otro acto penitencial (oración,
mortificación o limosna); pero durante la cuaresma no.
Todos
los viernes, y sólo los viernes, le daban carne para comer y cenar. El cardenal
sabía perfectamente que en sus circunstancias no le obligaba esa ley de la
Iglesia, pero jamás tomaba aquella carne. Quería libremente vivir aquella
mortificación.
En
sus "memorias" escribe este diálogo con el Comandante de la prisión,
un día en que el policía no pudo aguantar más aquella actitud:
-
¿Cree usted que son los presos quienes dictan el reglamento en la cárcel?
-
No; no creo semejante cosa.
-
Pues entonces coma lo que se le da.
-
Los viernes no como carne.
-
No le daré otra cosa.
-
Tampoco pido que me dé otra comida. Pero si me da carne no la comeré los
viernes.
-
En tal caso, le castigaré.
-
Estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo.
Aquel
día la comida se quedó sobre la mesa. Se la llevaron poco antes de la cena, que
también consistió en un poco de carne, La escena se repitió en los sucesivos
viernes, hasta que acabaron por dársela los domingos.
Puedes
decirle ahora a Dios lo que sigue, pero dándote cuenta de que le estás hablando
y ÉL te está escuchando.
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