DORMIR BIEN
Una buena noche de sueño es muy terapéutico, un
antídoto valioso para el estrés y la tensión, y una forma vital de descansar
tanto el cuerpo como la mente. Dormir también le permite soñar, dejar que la
mente subconsciente repase la información y los acontecimientos del día; la
investigación ha demostrado que el sueño es importante para la salud mental.
Pero las pautas del sueño se ven fácilmente perturbadas por la preocupación o
el estrés, y el sueño es a menudo elusivo precisamente cuando más se lo
necesita. Eso inicia un círculo vicioso: la falta de sueño conduce a una pobre
concentración y reduce su capacidad para afrontar problemas o preocupaciones
rutinarias.
Algunas personas funcionan con efectividad durmiendo
bastante menos que otras. La gama es amplia, entre cuatro y diez horas para los
adultos. No hay un número ideal de horas para dormir. Si se duerme con
facilidad, no se despierta durante el sueño, se despierta sintiéndose
descansado y, una vez que lleva levantado unos diez minutos, puede pensar
claramente durante el resto del día es porque está durmiendo lo suficiente.
El insomnio es común: casi todos lo sufrimos de vez en
cuando. Una dificultad para combatirlo es que, a menudo, se perpetúa a sí
mismo. Si está cansado pero no ha dormido bien, sentirá tanta ansiedad por
descansar lo suficiente que no podrá quedarse dormido. Necesita romper el ciclo
del insomnio antes de poder establecer una pauta sana del sueño. No es
aconsejable tomar somníferos como solución a largo plazo, porque el dejar de
tomarlos puede agravar el insomnio. Existen otros muchos tratamientos
efectivos.
Lo primero que debe hacer es asegurarse de que no hay
posibles causas físicas que expliquen sus problemas de sueño, como deficiencias
de vitaminas o minerales, o factores ambientales como el ruido. Es útil
establecer una rutina antes de acostarse que le relaje y convenza
indirectamente a su mente inconsciente de que el sueño es inminente. Concédase
tiempo suficiente para serenarse. Si trabaja frenéticamente hasta el último
minuto y luego intenta quedarse inminentemente dormido, quizá lo consiga debido
al agotamiento físico o mental, pero también es muy probable que despierte a
cabo de una hora porque su mente todavía está activa.
Si no puede quedarse dormido porque su mente se ve
agobiada por ciertas preocupaciones, pruebe a usar una técnica de
desplazamiento: mientras está acostado en la cama, hágase una lista mental de
todos los muebles que hay en la casa, luego otra de todas las lámparas. Mantenga
la mente ocupada con cosas sin importancia, para bloquear la aparición de
preocupaciones persistentes.
Un detalle importante es terminar el día con una
nota positiva: resulta demasiado fácil acostarse y pensar en todas las cosas
que han salido mal durante el día. Eso no sólo le impide dormir bien, sino que
también despertará sentimientos tensos y negativos. En lugar de permanecer en
la cama pensando en las cosas que podría haber hecho o dicho de modo diferente,
piense en algo bueno que ocurrió durante el día. Puede ser algo
comparativamente trivial, como un piropo por su aspecto, o algo más importante,
como la terminación de una tarea. Si tiene pensamientos positivos al acostarse,
su sueño será más profundo y satisfactorio y al día siguiente despertará
sintiéndose más positivo y poderoso.
Si trata de romper una pauta de noches de insomnio,
quizá le sean útiles las siguientes sugerencias:
· El ejercicio físico practicado durante el día le
ayudará a dormir, pero no lo haga directamente antes de acostarse, porque
aumentará los latidos y el pulso y dificultará la relajación.
· Elija con cuidado lo que bebe antes de acostarse; lo
mejor es leche caliente o un té de hierbas. El alcohol puede ayudarle a dormir,
pero quizás se despierte durante la noche, mientras que las bebidas que
contienen cafeína tomadas dos o tres horas antes de acostarse pueden actuar
como un estimulante.
· Si lee, escucha música o ve la televisión antes de
acostarse, asegúrese de que el material no sea demasiado estimulante, o le
resultará más difícil desconectarse y dormir.
· Tome un baño tibio, no caliente ni frío, al
acostarse por la noche, y relaje su cuerpo. Su mente se relajará enseguida.
· La infusión de manzanilla se considera como la mejor
ayuda para dormir. Tomar una taza por la noche ayuda a combatir el insomnio y
aliviar la ansiedad y el estrés.
· Asegúrese de que el dormitorio no esté sobrecargado;
abra una ventana y deje entrar aire fresco.
· Una vez que esté en la cama, escuche algo de música
suave o lea una historia con largas descripciones de paisajes o de viajes.
Luego practique un ejercicio básico de relajación. Si está realmente relajado
al iniciar una visualización agradable, debería de quedarse dormido antes de
llegar al final.
Y ahora amigos… ¡Felices sueños!
No hay comentarios:
Publicar un comentario