ESPÍRITU OLÍMPICO DE AMOR
1) Para saber
Las Juegos Olímpicos de Río 2016 están llenos de
momentos memorables, pero uno que supera en emoción a muchos es el que
protagonizaron dos atletas en las eliminatorias de la carrera de 5000 metros
lisos.
Sucedió que en la primera ronda eliminatoria, la
corredora Nikki Hamblin de Nueva Zelanda tropezó y causó sin querer la caída de
Abbey D’Agostino de Estados Unidos. Abbey, aunque muy herida, ayudó a Nikki a
levantarse. Pero unos metros después la estadounidense ya no podía continuar
por la lesión y estuvo a punto de abandonar la carrera, pero ahora la
neozelandesa –en vez de seguir corriendo– se detuvo, le ayudó, la alentó para
que continuara y así cruzara la meta.
La caída tuvo serias secuelas en ambas y fueron las
últimas en terminar la prueba en medio de una gran ovación sonora en el
estadio. Abbey sufrió una grave lesión y en cuanto cruzó la meta fue llevada en
silla de ruedas para recibir primeros auxilios. Aunque llegaron al final, los
jueces decidieron darles un pase directo por el gran gesto que tuvieron en la
carrera, aunque Abbey ya no pudo participar debido a su lesión.
2) Para pensar
El gesto humano de Abbey y Nikki nos invitan a tener
un espíritu solidario que nos lleve a salir de uno mismo hacia el necesitado.
El Papa Francisco en su reunión con los jóvenes en
Cracovia invitó a “salir” hacia los demás, a “ir por los caminos siguiendo la
«locura» de nuestro Dios que nos enseña a encontrarlo en el hambriento, en el
sediento, en el desnudo, en el enfermo, en el amigo caído en desgracia, en el
que está preso, en el prófugo y el emigrante, en el vecino que está solo. Ir
por los caminos de nuestro Dios que nos invita a ser actores políticos,
personas que piensan, movilizadores sociales… Dios espera algo de ti, Dios
quiere algo de ti. Te está invitando a soñar, te quiere hacer ver que el mundo
con vos puede ser distinto. Eso sí, si vos no pones lo mejor de ti, el mundo no
será distinto. Es un desafío”, concluyó.
3) Para vivir
Invitaba el Papa Francisco a considerar que “Él quiere
tus manos para seguir construyendo el mundo de hoy. Él quiere construirlo con
vos”.
Podemos afirmar que, en su momento, esas manos fueron
las de Abbey. Ella mismo declaró que “en ese momento, la única forma en la que
pude racionalizarlo es que Dios preparó mi corazón para responder de esa forma…
Todo este tiempo aquí Él me ha dejado claro que mi experiencia en Río iba a ir
más allá que solo mi desempeño en las carreras; y en cuanto vi a Nikki
levantarse supe que era eso”, explicó.
Abbey es conocida por su profunda fe cristiana. Creció
en el seno de una familia católica que practica y vive su fe. En una
entrevista, comentó que si tuviera una máquina del tiempo le “encantaría
conocer y conversar con la Madre Teresa de Calcuta”.
Abbey comentó que su fe es absolutamente importante
para su deporte: Está muy agradecida con una amiga que la invitó a un grupo
para acercarse a Dios. “Cuando comencé a sentir la presión me di cuenta que si
no hay un propósito eterno detrás de esto, ¿entonces qué estoy haciendo en
realidad?”
Hemos de saber vivir nuestra fe de tal manera que nos
lleve a poner por obra el amor de Dios y, como decía San Juan Pablo II,
construir la “Civilización del amor”.
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