DIFUNDIR FELICIDAD CONYUGAL
Es cuestión de acercarse a alguna librería y enseguida observaremos la gran cantidad de libros que están relacionados, más o menos directamente, con el tema de la felicidad. En un mundo que ha perdido ilusión y referencias, que camina a medio camino entre el cansancio y la desidia, el ser humano busca denodadamente el gran objetivo: ser feliz.
El problema de todas estas publicaciones es que casi todas hablan en primera persona, la búsqueda individual de la felicidad en forma de autoayuda, como una especie de Santo Grial postmoderno. Parece que la felicidad de los demás queda como en un segundo plano. Se piensa que si uno es feliz el mundo es feliz, como si la felicidad de los demás naciera de la nuestra propia felicidad. Y no es así, es más bien al revés. Sólo seremos felices si irradiamos felicidad y lo esparcimos sobre los demás.
Esto se observa con claridad en las relaciones de pareja que no pasan precisamente por su mejor momento, ya sea dentro o fuera del matrimonio. Las estadísticas sobre todo tipo de rupturas son escalofriantes y son una de las claves de lo anterior, a partir de una decepción de este tipo buscamos nuestra felicidad perdida... de forma individual. Lo que lleva a una infelicidad familiar con todos los problemas aparejados.
Se echa de menos por tanto, más publicaciones que muestren y hablen de la felicidad de la pareja y del matrimonio, como base sólida y segura para lograr una felicidad personal. Los cristianos tenemos buena parte del camino ya recorrido, tenemos nuestra propia guía de "autoayuda"; la Biblia y, en especial, el Evangelio. Y en ellos se nos incide continuamente en que debemos "evangelizar", o sea mostrar vitalmente el mensaje cristiano. Tanto a nivel individual como colectivo.
Los integrantes de los Equipos de Nuestra Señora estamos en la obligación de ser pioneros en este asunto, nosotros damos nuestra ayuda a otros matrimonios ofreciendo nuestro gran libro de ayuda: la felicidad conyugal, mediante lo que llamamos la espiritualidad conyugal. Cuando ofrecemos nuestro Carisma no estamos ofreciendo algo etéreo o invisible, mostramos y ofrecemos felicidad real, visible y eficaz.
Por tanto, no seamos cicateros a la hora de ofrecer nuestro mejor don, los ENS, hay mucho campo donde sembrar, hay mucha infelicidad matrimonial suelta por ahí, que sólo necesitan un buen "libro" que les permita descubrir esa felicidad que buscan: la imagen de un matrimonio que se ama y las razones de ese amor. La felicidad conyugal es la base de una familia sana, emocional y feliz.
¡Es nuestra responsabilidad!
CyJ
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