EL PARTIDO DE TU VIDA
1º. Luchando contra la instalación, el apego, la autosuficiencia, la insolidaridad y la solitaridad. «Un corazón solitario no es un corazón» (A. Machado). Un cristiano solitario es una equivocación, una profanación.
2º. Apertura de puertas y ventanas.
Atención al hermano y al cercano. Un esfuerzo por comprenderlo y conocerlo mejor. Empezamos por los ambientes de familia, trabajo, comunidades, grupos y movimientos.
3º Bajar a la calle.
Atención a los de fuera, que incluso puedan entrar en tu casa. Atención especial al pobre, al marginado, al extraño. Más acogida y compresión.
4º El cambio del corazón.
No basta con conocer y comprender, hay que compadecer, hay que hacer propios los sufrimientos, alegrías y esperanzas de los demás. La compasión, la misericordia, te llevarán a compartir los bienes, el tiempo, los talentos, lo que tienes y lo que eres.
5º Muerte al yo
Desde la misericordia y el amor, ya no vivas para ti, sino para el otro. Pierde tu vida, para poder guardarla. Hazte pequeño, pobre, nada. Únete a Cristo en la cruz.
Creado por el P. Igancio Prado. S.M.
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