VERDADERA PALABRA
¿Ha perdido fuerza el Evangelio? ¿Por qué tanta gente no lo escucha no parece interesarles? Preguntémonos nosotros, creyentes y a la escucha de la palabra, qué mantiene la fuerza y vitalidad de nuestra fe. Isaías dijo en nombre del Señor: "Como bajan la lluvia y la nieve, y no vuelven sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, así será mi palabra". Todos debemos escucharla y orar con ella, ponernos en contacto con cristo y aceptar sus exigencias. Una y otra vez. Resulta sorprendente y vergonzosos comprobar que buena parte de los creyentes apenas leemos los evangelios no reflexionamos sobre ellos, empobreciendo así nuestra vida espiritual, al quedar ella sin alimento verdadero, sin contacto auténtico con la vida y la doctrina de Cristo. Cuántas veces nos fiamos más, de hecho, de libritos o fervorines que de la verdadera palabra que salva.
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