EL LUNES DE PASCUA
Toda la fe cristiana se basa en un hecho: la resurrección de Jesucristo. De no haber ocurrido, todas sus promesas y su propia vida hubieran quedado difuminadas, e incluso se dudaría de su vertiente divina.
Pero, precisamente por su resurrección lo reconocemos como Dios y que también nosotros resucitaremos a la otra vida.
la Resurrección tiene, por tanto, que ser alegría y demostración de vida plena y feliz. Es luz para los hombres y cada cristiano debe irradiar esa luz a toda la humanidad, haciendo partícipe de la alegría de que supone el hecho, por medio de la palabra, del testimonio y del trabajo apostólico. En este tiempo de Pascua, debemos aprovechar todas las gracias que Dios no da para crecer en nuestra fe y ser cristianos, viviendo con profundidad este momento.
La Pascua es tan importante que la Iglesia para celebrarla ha fijado la octava de Pascua (ocho días) para celebrar la Resurrección y un Tiempo Pascual (cincuenta días) para seguir festejando el triunfo de Jesucristo sobre la muerte.
¡Son fiestas Pascuales!
¡Son fiestas de Vida!
Es el misterio de la Eternidad presente en nuestras historias
Es Jesús resucitado que sale a nuestro encuentro y quiere festejar la vida con nosotros!!!!
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