LOS DÍAS GRISES
Hay días en que brilla el Sol y la vida sigue como siempre:
las cosas no han cambiado, nada urgente nos falta en apariencia y sin embargo...
Nos sentimos mal, como incompletos, insuficientes, desalentados y extraños.
Ese día en que abres los ojos y no sabes por qué, tienes un desánimo
que te nació del sueño. que te brotó en lo más alto de la noche,
y se filtró en tu alma gracias a quién sabe que asociaciones oscuras y angustiosas.
Ese día te cuesta un mundo levantarte. ¡Ayer todo estaba bien!
Ese día presientes que nada va a ir como se desea, ese día no tiene color,
cuyas primeras horas son de laxitud, recelo o ligera zozobra.
Ese día, es un día que nació gris
No se puede evitar eso. La química de nuestro cuerpo, nuestra psique,
nos quieren pintar el día gris. Gris opaco, gris depresivo, gris pasivo.
Pero...
Lo que se debe hacer, cuanto antes, es tomar la decisión de activar tus propios pinceles,
aprovechar ese gris neutro para inundarlo de figuras diversas.
¡Flechas verdes, curvas doradas, puntos azules!
No hay días grises...¡ todos son iguales!
quién los da color eres tú
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