VITAMINAS PARA EL ALMA (II)
Cuando la tristeza o melancolía intenten albergarse en tu corazón, clama por mí: YO SOY LA ALEGRÍA que te infunde un aliento nuevo y te hará conocer los encantos de tu mundo interior.
Cuando, uno a uno, se destruyan tus ideales más bellos y te sientas desesperado, apela a mí: YO SOY LA ESPERANZA que te robustece la FE.
Cuando la impiedad te revele las faltas y la dureza del corazón humano, aclámame: YO SOY EL PERDÓN, que te levanta el ánimo y promueve la rehabilitación de tu alma.
Cuando dudes de todo, hasta de tus propias convicciones, y el escepticismo te aborde el alma, recurre a mí: YO SOY LA FE que inunda de luz y de entendimiento para que alcances la FELICIDAD.
Cuando nadie te tienda una mano tierna y sincera y te desilusiones de los sentimientos de tus semejantes, aproxímate a mí: YO SOY LA RENUNCIA que te enseñará a entender la ingratitud de los hombres y la incomprensión del mundo.
Y cuando al fin, quieras saber quién soy, pregúntale al río que murmura, al pájaro que canta, a las estrellan que titilan. YO SOY LA DINÁMICA DE LA VIDA, Y LA ARMONÍA DE LA NATURALEZA.
YO SOY EL AMOR, EL REMEDIO PARA TODOS LOS MALES QUE ATORMENTEN TU ESPÍRITU.
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