VITAMINAS PARA EL ALMA (I)
Cuando las horas de desaliento te invaden el alma, y las lágrimas afloren en tus ojos, búscame: YO SOY AQUÉL que sabe consolarte y pronto detiene tus lágrimas.
Cuando desparezca tu ánimo para luchar en las dificultades de la vida, o sientas que estás pronto a desfallecer, llámame: YO SOY LA FUERZA capaz de remover las piedras de tu camino y sobreponerte a las adversidades del mundo.
Cuando sin clemencia te encontrarás sin donde inclinar la cabeza, corre junto a mí: YO SOY EL REFUGIO, en cuyo seno encontrarás la guarida para tu cuerpo y tranquilidad para tu espíritu.
Cuando te falte la calma, en momentos de gran aflicción y te consideras incapaz de conservar la serenidad de espíritu, invócame: YO SOY LA PACIENCIA que te ayudará a vencer las más dificultades más dolorosas y triunfar en las situaciones más difíciles.
Cuando te debatas en los misterios de la vida y tengas el alma golpeada por los obstáculos del camino, grita por mí: YO SOY EL BÁLSAMO que cicatrizará tus heridas y aliviará tus padecimientos.
Cuando el mundo sólo te haga falsas promesas y creas que ya nadie puede inspirarte confianza, ven a mí: YO SOY LA SINCERIDAD, que sabe corresponder a la franqueza de tus actitudes y a la nobleza de tus ideas.
Ven a mí, que yo te llevaré a las serenas mansiones de infinito, bajo las luces brillantes de la eternidad.
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