ECUMENISMO
Esta semana, del 18 al
25 de enero, la Iglesia está celebrando la Semana de Oración por la Unidad de los
Cristianos. El tema central para la reflexión de este año, es la cita de
Corintios "¿Es que Cristo está dividido?"
En el hemisferio norte
esta semana se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero. Estas fechas
fueron propuestas en 1908 por Paul Watson para cubrir el periodo entre la
fiesta de san Pedro y la de san Pablo, que tienen un significado simbólico.
Desde 1968, los temas
son elaborados conjuntamente por la Comisión "Fe y Constitución"
del Consejo Ecuménico
de las Iglesias y el Pontificio Consejo
para la Unidad de los Cristianos. El trabajo inicial sobre el
tema del material para la Semana de Oración de 2014 lo ha realizado un grupo de
representantes de varias partes de Canadá, reunido por invitación del Centro
Canadiense para el Ecumenismo y el Centro para el Ecumenismo La Prairie.
Durante estos primeros
meses de pontificado de Francisco, hemos visto como el Santo Padre ha insistido
en varias ocasiones sobre el camino a seguir para el ecumenismo y la
importancia que este asunto tiene para él.
“Por mi parte, deseo
asegurar, en la estela de mis predecesores, mi firme voluntad de proseguir el
camino del diálogo ecuménico y doy ya las gracias al Consejo Pontificio para la
Promoción de la Unidad de los Cristianos, por la ayuda que continuará
ofreciendo, en mi nombre, por esta noble causa. Y os pido que llevéis mi
cordial saludo y la seguridad de mi recuerdo en el Señor Jesús a las Iglesias y
comunidades cristianas que representáis aquí, y que recéis por mí para que
pueda ser un Pastor según el corazón de Cristo".
Y al igual que
Francisco, sus antecesores trabajaron y destacaron la importancia de la unidad
de los cristianos. Tal y como Francisco recordó en una ocasión, Benedicto XVI
afirmó que "la unidad no es principalmente fruto de nuestro esfuerzo,
sino de la acción del Espíritu Santo el cual debe abrir nuestros corazones con
confianza para que nos conduzca sobre las vías de la reconciliación y de la
comunión". Así como el beato Juan Pablo II se preguntaba "¿cómo
anunciar el Evangelio de la reconciliación, sin comprometerse al mismo tiempo a
trabajar por la reconciliación de los cristianos?".
Ponemos las palabras del Papa Francisco que mejor demuestran lo que debería ser una auténtica unión entre cristianos:
"El Nombre de
Cristo crea comunión y unidad, no división. Jesús vino para crear comunión
entre nosotros, no para dividirnos. El Bautismo y la Cruz son elementos
centrales de discipulado cristiano que tenemos en común. Las divisiones, en
cambio, debilitan la credibilidad y la eficacia de nuestro compromiso
evangelizador"
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