UN SUPERVIVIENTE
Acaba de fallecer Leopoldo María Panero, un poeta magnífico, con un lado autodestructivo que le llevó unos años al psiquiátrico y al que sus amigos consideraban un superviviente nato. Dejamos aquí unos de sus poemas más duros y que mejor refleja su lucha interior, relacionado con Jesucristo y su madre, María.
LLANTO DE JOSÉ DE ARIMATEA
No soporto la voz humana,
mujer, tapa los gritos del mercado
y que no vuelva a nosotros la memoria
del hijo que nació de tu vientre.
No hay más corona de espinas
que los recuerdos que se clavan en tu mente
y hacer aullar como aullaban
en el Gólgota los dos ladrones.
Mujer, no te arrodilles
más, ante tu hijo muerto.
Bésame en los labios como nunca hiciste
y olvida el nombre maldito
de Jesucristo.
Así arderá tu cuerpo
y del Sabbath quedará
tan solo una lágrima y tu aullido
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