CUIDA Y AMA TU MATRIMONIO
Cuando ya no valoras y
amas a la persona que Dios puso a tu lado; cuando te haces como ciego ante las
inmensas riquezas espirituales y humanas que tiene tu cónyuge; cuando
desconoces u olvidas el por qué te enamoraste del que después sería contigo un
solo ser, poco a poco se hunde la estabilidad de tu matrimonio.
Mucha gente, por
descuido y desidia, se encuentra el día menos pensado con un vacío grande...
"desapareció el ser amado", se rompió la vinculación afectiva. No se
dieron cuenta de que al no cultivar la ternura, la escucha, el respeto, el
dedicar tiempo al encuentro personal; todo esto produjo un enfriamiento, y un
triste alejamiento de ambos. Todo ocurre gradualmente, y un día cualquiera, se
levantan y se dan cuenta de que "se les murió el amor"; que ya nada
los une. Se fueron alejando y fabricando un mundo de indiferencia. Ya no hay
resonancia en las palabras, en los suspiros, en los anhelos... un frío interno
ha congelado sus almas. Al final, dos extraños viviendo juntos.
Aprecia y
cuida tu matrimonio. Juntos arrodíllense e imploren al Señor que entre en sus
vidas, que sea él quien conduzca su matrimonio, quien los mantenga unidos hasta
el final. ¡Hasta que la muerte los una en la vida eterna! Y no se olviden, con Dios todo esto
es más fácil y posible, porque ¡con él, ustedes son invencibles!
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