EGOÍSMO Y GENEROSIDAD
Al nacer se nos regaló un capital de tiempo, capacidad
de trabajo, un temperamento y carácter especial, y una vocación señalada por
nuestras aptitudes e inclinaciones… ¿Cómo usas estos dones? ¿Pasas por la vida
haciendo el bien, ayudando, ofreciendo tus capacidades? No las escondas con
egoísmo, porque se atrofiarían.
Reúnen a todos los soldados en el patio del cuartel y
forman una línea, y el sargento dice: —El que tenga una navaja, dé un paso al
frente. Y un soldado dijo: —Yo tengo una, mi sargento. Y el sargento dice:
—Okay, usted se va a Hawai por una semana, y todos los gastos pagados. Al
siguiente día, el sargento vuelve a preguntar: —El que tenga una navaja, dé un paso
al frente. Y todos dan un paso al frente y el sargento les dice: —¡Okay, hoy,
todos a pelar papas!
El mal ha entrado en el mundo por la puerta del
egoísmo humano, que es negación del amor y búsqueda desenfrenada del propio
bienestar. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la
práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y
comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.
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