LOS VERDADEROS MILAGROS
Tres personas
iban caminando por una vereda de un bosque: un sabio Binah Elojim, con fama de
hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar, Meleck, y un poco atrás de
ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante, alumno del sabio,
Muslim Taleb.
Meleck: "Me
han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa, inclusive puedes
hacer milagros".
Binah Elojim:
"Soy una persona vieja y cansada... ¿cómo crees que yo podría hacer
milagros? ".
Meleck:
"Pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y
vuelves cuerdos a los locos... esos milagros sólo los puede hacer alguien muy
poderoso".
Binah Elojim:
"¿Te referías a eso?, tú lo has dicho, esos milagros sólo los puede hacer
alguien muy poderoso... no un viejo como yo; esos milagros los hace Dios, yo
sólo pido se conceda un favor para el enfermo, o para el ciego, todo el que tenga
la fe suficiente en Dios, puede hacer lo mismo".
Meleck: "Yo
quiero tener la misma fe para poder realizar los milagros que tú haces...
¡Muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios!".
Binah Elojim:
"Esta mañana, ¿volvió a salir el sol?".
Meleck: "Si
, claro que sí !! "
Binah Elojim:
"Pues ahí tienes un milagro... el milagro de la luz".
Meleck:
"No, yo quiero ver un verdadero milagro, oculta el sol, saca agua de una
piedra... mira... , hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus
heridas".
Binah Elojim:
"¿Quieres un verdadero milagro?, ¿no es verdad que tu esposa acaba de dar
a luz hace algunos días?
Meleck:
"¡Sí!, fue varón y es mi primogénito".
Binah Elojim:
"Ahí tienes el segundo milagro... el milagro de la vida".
Meleck:
"Sabio, tú no entiendes, quiero ver un verdadero milagro... ".
Binah Elojim:
"¿Acaso no estamos en época de cosecha?, ¿No hay trigo y sorgo dónde hace
unos meses sólo había tierra?... pues ahí tienes el tercer milagro".
Meleck:
"Creo que no me he explicado, lo que yo quiero...(el sabio lo interrumpe).
Binah Elojim:
"Te has explicado bien, yo ya hice todo lo que podía hacer por ti... si lo
que encontraste no era lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho
todo lo que podía hacer ".
Dicho esto,
Meleck se retiró muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba. El
sabio Binah Elojim y su alumno Muslim Taleb se quedaron parados en la vereda.
Cuando el poderoso terrateniente iba muy lejos cómo para ver lo que hacían,
Binah Elojim y su alumno, se dirigieron a la orilla de la vereda, tomó al
conejo, sopló sobre él, y sus heridas quedaron curadas; el joven Muslim Taleb
estaba algo desconcertado.
Muslim Taleb:
"Maestro, te he visto hacer milagros como éste casi todos los días, ¿por
qué te negaste a mostrarle uno al caballero? ¿Por qué lo haces ahora que no
puede verlo?".
Binah Elojim:
"Lo que él buscaba no era un milagro, era un espectáculo. Le mostré tres
milagros y no pudo verlos... Para ser rey, primero hay que ser príncipe , para
ser maestro primero hay que ser alumno... no puedes pedir grandes milagros si
no has aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día.
El día que aprendas a reconocer a Dios en todas las pequeñas cosas que ocurren
en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros que los que Dios
te da todos los días sin que tú se los hayas pedido".
Cuando estamos
en problemas siempre pedimos ayuda a Dios, y eso está bien, porque no hay nadie
que pueda ayudarnos más que Él. Pero pídele la cordura para pensar
claramente, la paciencia necesaria para mantenerte tranquilo y actuar bien , la
fortaleza necesaria para afrontar los retos y la fe suficiente para seguirle
amando sin importar lo que pase... Pídele esos milagros , no le pidas
simplemente que resuelva tus problemas , sólo porque te da miedo afrontarlos
por ti mismo.
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