EL EVANGELIO
El evangelio no es un calmante que
nos ayuda a conciliar el sueño en las noches en que nos asaltan las
preocupaciones. Tampoco es un seguro contra los accidentes o las desgracias. El
mensaje de Jesús no nos libra de la enfermedad ni de la muerte natural. Nunca
deberíamos pretender utilizarlo como un tranquilizante.
Según San Ambrosio, puede resultar
dura la narración que hoy se proclama (Lc 12,49-53), Jesús es consciente de que
su mensaje no dejará indiferentes a sus oyentes. Sabe que desencadenará
inquietud en las personas y graves divisiones en el seno de las familias. Hasta
los hijos se enfrentarán a sus padres, aparentemente por causa de la fe.
Evidentemente, Jesús estima la
familia humana. El texto no revela la intención de dividirla, sino que nos da
cuenta de lo que efectivamente sucedió en las primeras comunidades. Y de lo que
habría de suceder a lo largo de los siglos. Muchos cristianos han sido denunciados
por sus mismos familiares.
También hoy las familias se
encuentran divididas por el "fundamentalismo" de los miembros que se han pasado a
otro grupo religioso. O por los familiares que se burlan de los que tratan de
mantener la fe. O por los jóvenes que buscan su afirmación personal renegando
de la fe de sus padres. Claro que, según San Ambrosio, también cabe lo
contrario: que los hijos que siguen a Cristo saquen ventaja a sus padres
paganos o paganizados.
Préndeme, Señor, con tu Fuego
He venido a prender fuego:
el mío es el fuego de la verdad,
el amor que quema y cura.
Pasaréis por un bautismo de fuego
que os purificará,
que os abrasará las entrañas.
A eso he venido, a eso os envío:
a saltar la hoguera,
a caminar sobre ascuas,
a prender fuego.
He venido a prender fuego:
mi Palabra es fuego abrasador,
llamarada incontenible,
es antorcha en lo alto y lumbre interior;
rayo, volcán, horno y brasero.
A eso he venido, a eso os envío:
a elevar la temperatura humana,
a dar calor al mundo,
a cauterizar heridas,
a reavivar los recoldos,
a prender fuego.
Joaquín Suárez
Joaquín Suárez
Préndenos, Señor, con tu fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario