EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

domingo, 2 de marzo de 2014

HOY...

EL SENTIDO DE LA VIDA



El sentido de nuestra vida no cabe en el corto espacio que media entre la cuna y la tumba. Hay que buscarlo más allá. El Eclesiastés, con su tono sombrío, señala que las cosas de este mundo son "poca cosa", pura vanidad. No bastan para hacernos felices. No basta toda la prosperidad del mundo para colmar las ansias eternas del corazón del hombre. 

Un turista se encontró con un monje en meditación y quedó impresionado por la felicidad y la paz que le inspiraba. El turista se le acercó y le preguntó:
—¿Cómo es que Ud. que ha renunciado a todo en el mundo, está en paz y vive feliz como si lo tuviera todo? ¿En qué se basa su capacidad de renuncia? El monje se sonrió y dijo: —También yo me asombro de la capacidad de renuncia de los hombres del mundo. Pues yo sólo renuncio a cosas perecederas a cambio de tesoros de valor infinito, mientras que ellos renuncian a lo infinito por banalidades y cosas perecederas.


Triste suerte la de quien sólo trabaja para vivir, pero no sabe para qué vive. Triste suerte la de aquel que ha hecho del "tener y retener" el objetivo de su vida. Dichoso, en cambio, el que, mientras gana su pan o acrecienta su fortuna, sabe hacer del trabajo una ocasión de servicio al prójimo y de cooperación con el proyecto de Dios. La Palabra del Señor te ilumine. 

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