EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

miércoles, 19 de febrero de 2014

HOY...

EL SOL Y EL VIENTO


“Urbanidad y buenos modales abren puertas principales”, dice un refrán español. La convivencia humana se hace más fácil y agradable si, además de la sinceridad y sencillez del trato, procuramos no molestar con modales o expresiones que hieren la sensibilidad de los demás. Un talante afable, sereno, respetuoso es bien recibido por todos.

El Sol y el Viento discutían sobre cuál de los dos era más fuerte. Mientras discutían, vieron que por el camino avanzaba un  hombre. Propusieron probar sus fuerzas contra él. —Vas a ver - dijo el Viento- cómo le desgarro sus vestiduras. Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero cuantos más esfuerzos hacía, el hombre más oprimía su capa, sin dejar de caminar. El Viento encolerizado, descargó lluvia y nieve, pero el hombre más cerraba su capa. Comprendió el Viento que no era posible arrancarle la capa. Sonrió el Sol mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra y el pobre hombre, regocijado con el dulce calor, se quitó la capa y se la puso sobre el hombro. —Ya ves –le dijo el Sol al Viento– cómo con la bondad se consigue más que con la violencia.


Los santos han visto en la cortesía como el perfume y la crema de la caridad. La presentan como un efecto del verdadero amor por los demás. Resulta a veces que ciertas expresiones ordinarias, ciertos modos descomedidos ofenden tanto como injurias. Que el respeto al prójimo sea tu norma. 

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