EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

sábado, 31 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

MEDITACIÓN (IV)



Dificultades

* Son frecuentísimas e inevitables las distracciones. Forman parte de nuestra miseria humana y sólo cuando veamos a Dios en la eternidad podremos superarlas. Pero no quitan los frutos de la oración, a no ser que sean voluntarias. Simplemente hay que volver sobre el tema cuantas veces ocurriera. Hay que despertar el alma, que se nos duerme para las cosas espirituales, como los apóstoles que acompañaron a Cristo en el huerto. Para vencerlas es conveniente ayudarse con las disposiciones indicadas anteriormente.


* También suelen haber períodos de arideces y sequedades en que aparentemente Dios no nos oye, no se siente ninguna devoción, parece que hemos retrocedido, con grandes dificultades para concentrarnos, sin deseos de adelantar ni entusiasmo por las cosas de Dios... No te aflijas. Sólo hay que revisar si hay pecados graves o leves reiterados detrás de esto. Si no, estás en un momento más propicio para tratar con Dios que cuando estabas lleno de consuelos y entusiasmo. Éstas son las ocasiones de crecer en la vida espiritual y que se dilate el corazón. Todos los esfuerzos que entonces hagas valen mucho más porque los haces por el Dios de los consuelos, mientras que en aquellos momentos de fervor lo hacías por ti, por los consuelos de Dios.

viernes, 30 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

MEDITACIÓN (III)



Desarrollo

* La esencia, el alma de la oración o meditación es el trato de amistad con Dios, es decir, el mutuo conocerse y contemplarse y el mutuo amarse. Así precisamente la definió Santa Teresa: "Es tratar de amistad con aquél que nos ama". Y San Ignacio: "Como un amigo habla a otro, o un siervo a su señor; ya sea pidiendo alguna gracia, ya sea culpándose por un mal hecho, ya sea comunicando sus cosas y queriendo consejo en ellas". De allí que posea tres elementos fundamentales: "Qué hablamos, con quién hablamos, quiénes somos los que osamos hablar" (Santa Teresa).


* El lenguaje de la meditación es el lenguaje del corazón. Si se deben usar palabras es porque ellas disponen el alma. Pero "en la fe, esperanza y caridad oramos siempre con un mismo deseo" (San Agustín). "Para mí la oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de gratitud y de amor, tanto en medio de la tribulación como en medio de la alegría" (Santa Teresa del Niño Jesús).

* Ante Dios debes estar como el mendigo ante el rico, la creatura ante el Creador, el siervo ante el Señor, el amigo ante el Amigo, el hijo ante su Padre.

* Debes saber firmemente que nada podemos sin la ayuda de la gracia, que nos da la capacidad de creer y amar. Hay que disponerse, pedirla y contar con ella.

* Deja que Cristo medite en ti y contigo. Préstale tu mente y tu corazón para que todo suba al Padre por Él, con Él y en Él. Asimismo, el que medita "puede representarse delante de Cristo y acostumbrarse a enamorarse mucho de su sagrada humanidad y traerla siempre consigo y hablar con Él, pedirle para sus necesidades y quejársele de sus trabajos, alegrarse con Él en sus contentos y no olvidarle por ellos, sin procurar oraciones compuestas, sólo conforme a sus deseos y necesidad" (Santa Teresa). Es decir, tener un trato personal y sencillo con Él.

* También la esperanza, ya que en su sentido más estricto la oración es "su intérprete" (San Agustín). Esperanza de la vida eterna y lo que nos conduce a ella, como dice el salmo: "una cosa pido al Señor y eso buscaré, habitar en la casa del Señor por la eternidad" (S. 26, 4). Ella es la que me pone camino del cielo. Por eso la oración más excelsa, el Padre nuestro, contiene siete peticione.

* Hay múltiples modos de orar y meditar. Puede hacerse con una simple jaculatoria; la repetición lenta del Padre nuestro, el Ave María u otra oración; la lectura pausada de un texto; la participación devota de la Santa Misa, el Vía Crucis o el Rosario; el recorrido con la mente y el corazón de alguna de las verdades de la fe, un pasaje de la Sagrada Escritura, un hecho acaecido o una decisión por tomar; o detenerse con una "mirada amorosa" (San Juan de la Cruz) en alguno de estos misterios.

jueves, 29 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE ...

MEDITACIÓN (II)



Preparación

* Si toda tu vida es una búsqueda y deseo de Dios, siempre estarás interiormente dispuesto para tratar con Él. Así "orarás sin cesar" (1 Tes 5, 17), pues cuando cesen las palabras continuará el afecto.

* Tu capacidad de meditar guarda proporción con tu espíritu de mortificación, abnegación, vida interior, santidad. "Tanto mayor capacidad tendremos cuanto más fielmente lo creamos, más firmemente lo esperemos, más ardientemente lo deseemos" (San Agustín).

* La meditación requiere un lugar adecuado: si no puedes ir al templo, puedes hacerla en tu misma casa, buscando en ella el ambiente y el momento más tranquilo. Como Cristo, que para orar huía a la soledad del monte o de la noche. Pero recuerda que en cualquier lugar que estuvieses, tú mismo eres templo vivo de la Santísima Trinidad pues Cristo ha dicho: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él" (Jn. 14, 23).

* Es indispensable el silencio interior, que es la disposición del corazón para tratar y escuchar a Dios; pero también debes buscar el silencio exterior.

* En lo posible dedica a la meditación una media hora diaria en el momento del día que estés más tranquilo, que puedas hacerla en paz, sin apuro ni ansiedad.

* Toma la postura que más te ayude: ni tan incómoda que te distraiga, ni tan cómoda que te disipe. También te ayudará fijar la mirada en el sagrario o en una imagen, para evitar mejor las distracciones.


* Es muy conveniente ayudarse con un libro como instrumento, en especial los escritos de los santos. Pero poca dosis y mucha actividad interior. Si no puedes otra cosa, haz lectura meditada. Pero no conviertas ese momento en simple lectura o estudio.

miércoles, 28 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

MEDITACIÓN (I)


La oración mental o meditación es, más que conveniente, necesaria para el progreso de la vida espiritual. Ya decía San Alfonso María de Ligorio que "el pecado puede existir en nosotros junto a otros ejercicios de piedad, pero no pueden cohabitar la meditación y el pecado: o el alma deja la meditación o deja el pecado".

El amigo busca al amigo. Nuestra relación con Dios se establece por el ejercicio de las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Son ellas las que deben establecer esa divina comunicación "con quien sabemos que nos ama" (Santa Teresa). Por ello la meditación no exige técnicas depuradas, aun cuando éstas nos puedan ayudar. "Si amáramos a Dios, la oración nos sería tan natural como la respiración" (San Juan María Vianney). Los antiguos monjes se unían a Dios por la repetición afectuosa de jaculatorias. Con todo, durante unos días pasaremos algunos consejos prácticos para comenzar.


martes, 27 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

EL HOSPITAL


El hospital es una benemérita institución de la Iglesia Católica. San Basilio, en Cesarea de Capadocia, creó un hospital en el año 374, destinado a los leprosos y los más pobres, en un tiempo en que los pudientes se hacían atender en sus casas y los pobres, abandonados y sin familia no tenían adonde “caerse muertos”.

Había entonces mucha vocación, mucho corazón y muchas manos abiertas, pero poca técnica. Se prescribía tratar al enfermo pobre como a Cristo mismo. Es así que el director del centro recibía al enfermo, lavaba sus pies y le daba el beso de la paz, de la bienvenida. Lo recibía como a un huésped. De ahí el nombre de hospital. El enfermo pobre era “el dueño y Señor del hospital” (Papa Inocencio III).

Pero los tiempos cambiaron y trajeron cosas buenas: mayor socialización de la salud, mayores técnicas, mejores condiciones de vida… Pero también trajeron rasgos no tan positivos; el enfermo dejó de ser el Señor del hospital, la técnica aportó deshumanización, el centro de salud se politizó, la masificación… También cambió el concepto de ser médico. Antes era definido “Vir bonus sanandi peritus” (hombre bueno experto en sanar”. Perfecta síntesis de humanidad y profesionalización.

Hoy el profesional de salud –y no sólo el médico– ha de recordar que no visita o atiende a un número, patología o a una cama. El paciente es una persona que debe ser atendida y considerada en todas y cada una de sus dimensiones: física, emocional, social, religiosa e intelectual. Por eso ha de saber trabajar con un equipo multidisciplinar, respetuoso de los compañeros y de sus saberes.

También en el hospital hoy se nace con discapacidad, surgen conflictos éticos, se agoniza y se muere. El profesional no siempre está preparado para aportar sanas relaciones de ayuda. Y es paradójico: cuando clínicamente se le ha hecho todo al paciente, se han agotado todas las posibilidades técnicas, es entonces justo en el momento de mayor necesidad, vulnerabilidad y pedido de ayuda y presencia, cuando estamos tentados de dejar al enfermo más solo.

Recordar: 1) Está el profesional al servicio del que sufre; no el paciente al servicio del profesional. 2) No se puede pedir al profesional que ame al enfermo, pero sí que lo trate con humanidad. 

Cooperación
Mateo Bautista

lunes, 26 de agosto de 2013

HOY...

LA PUERTA ESTRECHA


Es bueno que preguntemos cuando no sabemos o dudamos en cosas de religión. A Jesús muchas veces le preguntaban, y se alegraba y respondía cuando veía que las preguntas provenían de una buena voluntad, como cuando los apóstoles le preguntaban sobre el significado de algunas parábolas. El problema estaba cuando le preguntaban para ponerlo a prueba, como si fuese una trampa, o simplemente por curiosidad, como en el evangelio de hoy: “¿Son pocos los que se salvan?” Así pasa hoy con muchas noticias y comentarios sobre la religión: Muchas veces sólo se busca lo externo y lo que pretende satisfacer la curiosidad. En la vida también se suele atender a cosas ociosas, dejando de lado los auténticos problemas de la vida.
No importa a qué raza se pertenezca. Esto se lo decía Jesús especialmente a los judíos, ya que los fariseos y maestros de la ley ponían la perfección en cumplir, aunque fuese sólo de forma externa, multitud de preceptos que ellos se habían inventado. Claro, los paganos no los cumplían sencillamente porque no los sabían. Y por eso estaban excluidos de la salvación. Jesús va a hablar claramente diciendo que, aunque sea difícil, Dios quiere que todos se salven. Y de hecho habrá muchas personas, de todas las partes del mundo, que “se sentarán en el Reino de Dios”. De modo que muchos que son los últimos, para los judíos, serán los primeros, mientras que otros que se tienen por primeros, serán los últimos. Para Dios no hay distinción de razas.
La puerta estrecha puede ser símbolo de austeridad, humildad y desprendimiento. Es el cumplir los mandamientos, sobre todo el amor, y es vivir con el espíritu de las bienaventuranzas. Salvarse no es sólo escuchar a Jesús y aun hablar con Él, sino seguirle, ya que Él es el “camino” que nos lleva a la verdadera puerta de salvación.
La puerta la solemos hacer estrecha nosotros mismos con nuestros vicios y nuestro egoísmo; pero Dios la quiere abrir a todos. Allí no hay plazas limitadas y no hay miedo de que no quepamos todos. Lo que sí necesitamos es cumplir la voluntad de Dios, que es seguir los mensajes de Jesús, especialmente el mandamiento del amor.

domingo, 25 de agosto de 2013

HOY...

EVANGELIO 



NO TODO VALE

         En nuestra lectura del Evangelio de hoy, según San Lucas 13,22-30,  Jesús va caminando hacia Jerusalén. Su marcha no es la de un peregrino que sube al templo para cumplir sus deberes religiosos. Según Lucas, Jesús recorre ciudades y aldeas “enseñando”. Hay algo que necesita comunicar a aquellas gentes: Dios es un Padre bueno que ofrece a todos su salvación. Todos son invitados a acoger su perdón.
         Su mensaje sorprende a todos. Los pecadores se llenan de alegría al oírle hablar de la bondad insondable de Dios: también ellos pueden esperar la salvación. En los sectores fariseos, sin embargo, critican su mensaje y también su acogida a recaudadores, prostitutas y pecadores: ¿no está Jesús abriendo el camino hacia una relajación religiosa y moral inaceptable?
         Según Lucas, un desconocido interrumpe su marcha y le pregunta por el número de los que se salvarán: ¿serán pocos?, ¿serán muchos?, ¿se salvarán todos?, ¿sólo los justos? Jesús no responde directamente a su pregunta. Lo importante no es saber cuántos se salvarán. Lo decisivo es vivir con actitud lúcida y responsable para acoger la salvación de ese Dios Bueno. Jesús se lo recuerda a todos: «Esforzaos por entrar por la puerta estrecha».
         De esta manera, corta de raíz la reacción de quienes entienden su mensaje como una invitación al laxismo. Sería burlarse del Padre. La salvación no es algo que se recibe de manera irresponsable de un Dios permisivo. No es tampoco el privilegio de algunos elegidos. No basta ser hijos de Abrahán. No es suficiente haber conocido al Mesías.
         Para acoger la salvación de Dios es necesario esforzarnos, luchar, imitar al Padre, confiar en su perdón. Jesús no rebaja sus exigencias: «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso»; «No juzguéis y no seréis juzgados»; «Perdonad setenta veces siete» como vuestro Padre; «Buscad el reino de Dios y su justicia».
         Para entender correctamente la invitación a «entrar por la puerta estrecha», hemos de recordar las palabras de Jesús que podemos leer en el evangelio de Juan: «Yo soy la puerta; si uno entra por mí será salvo» (Juan 10,9). Entrar por la puerta estrecha es «seguir a Jesús»; aprender a vivir como él; tomar su cruz y confiar en el Padre que lo ha resucitado.
         En este seguimiento a Jesús, no todo vale, no todo da igual; hemos de responder al amor de Padre con fidelidad. Lo que Jesús pide no es rigorismo legalista, sino amor radical a Dios y al hermano. Por eso, su llamada es fuente de exigencia, pero no de angustia. Jesucristo es una puerta siempre abierta. Nadie la puede cerrar. Sólo nosotros si nos cerramos a su perdón.




sábado, 24 de agosto de 2013

HOY...

CADA COSA A SU  TIEMPO


En todo es necesario proceder con discreción y mesura. La Biblia dice que hay un tiempo oportuno para cada cosa: un tiempo para callar y un tiempo para hablar, un tiempo para trabajar y un tiempo para descansar, etc. Jesús también lo tuvo en cuenta. Después de unos días de muy intensa predicación, llevó a sus discípulos a un lugar solitario para reposar un poco.

En cierta ocasión un cazador de bestias feroces, yendo por el desierto, vio al abad san Antonio que bromeaba con los hermanos y se escandalizó de ello. Pero el anciano, queriendo hacerle comprender que conviene ser condescendiente en alguna ocasión con los hermanos, le dice:
—Pon una flecha en tu arco y ténsalo. Y lo hizo. Le dice: —Ténsalo más. Y lo hizo. Le dijo una vez más: —Ténsalo. El cazador le dijo: —Si lo tenso más se va a romper. Le dijo el anciano: —Así sucede también con las obras de Dios: si con los hermanos tensamos el arco de manera excesiva, enseguida se rompen. Por eso es necesario ser condescendiente en ocasiones. Al oír esto, el cazador se sintió presa de arrepentimiento y se marchó muy edificado con ello.


Lo que hizo san Antonio con sus monjes, tú lo tienes que hacer contigo mismo. Sé prudente en armonizar el trabajo con el descanso, la vida de estudio y reflexión con la vida social, el cuidado del cuerpo y el del espíritu. Los autores clásicos tenían un proverbio muy sabio: “Nada en exceso”. Que sepas organizar tu día con sabiduría y prudencia. 

viernes, 23 de agosto de 2013

HOY APRENDEMOS...

A ORAR



La oración nos vincula con Dios. En oración, creamos un espacio sagrado en el cual comulgamos con Dios. Observemos en el siguiente proceso de oración de cinco pasos para profundizar nuestro vínculo con Dios y aumentar nuestra conciencia de Dios en nosotros:

1. Descansa
Aparta tiempo cada día para la oración. Comienza tu tiempo de silencio relajando cada parte de tu cuerpo y abriendo tu mente a la conciencia divina. Respira profundamente, consciente de que estás en la presencia de Dios y que ésta Presencia está en ti. Deja ir tus preocupaciones y reconoce que todo está bien.

2. Concéntrate
Al cerrar los ojos y dejar ir cualquier pensamiento del mundo a tu alrededor, comienza a pensar en Dios… acerca de Su presencia en tu vida. Enfoca tu mente en un pensamiento, una idea o una escritura que resuene contigo. Repite esta idea una y otra vez, bien sea en silencio o en voz alta, hasta que se convierta en tu único pensamiento.

3. Medita
Permite que esta concentración mental te lleve a una conciencia más profunda de Dios. “Estad quietos y conoced que yo soy Dios”. Permanece quieto a medida que te vinculas con esta presencia divina en ti.

4. Reconoce
Desde lo más profundo de tu ser, reconoce que eres uno con Dios.  Esta certeza, esta comprensión que sientes en la presencia sagrada de Dios es una “comunión silenciosa del alma”. En este estado receptivo de mente y corazón, presta atención a la inspiración divina, las respuestas a tus oraciones.

5. Da gracias

Permite que la gratitud sea la respuesta gozosa de tu corazón a esta experiencia de comunión con Dios y con Su bondad infinita. Da gracias por las bendiciones en camino, listo para recibir tu bien.

jueves, 22 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

INDULGENCIA



Para amar de verdad es preciso vivir ciertas actitudes en la realidad cotidiana, como compasión, comprensión, paciencia, indulgencia. ¿Qué es la indulgencia? “Facilidad en perdonar las culpas ajenas”, según el diccionario. El verdadero amor perdona una y otra vez las debilidades del prójimo, como le respondió Jesús a Pedro: “No siete, sino setenta veces siete”.

¡Qué fácilmente creemos que nos faltan nuestros prójimos, que no nos estiman, que no nos quieren! Basta ver el rostro de un amigo un poco más sombrío que de costumbre para persuadirnos de su indiferencia o de su frialdad. O bien uno ha dicho a la ligera una palabra que nos ha disgustado, acaso un imprudente nos recordó palabras proferidas contra nosotros, y de todas estas tonterías hacemos una montaña. Como triste consecuencia queda una amistad turbada y quizás perdida por pequeñeces… Sé indulgente, no conserves ningún resentimiento por las palabras inconsideradas que se han dicho contra ti; excusa los descuidos, las ligerezas de las cuales eres víctima, en fin, muestra siempre un semblante amable. Así estarás en paz con tu prójimo y vivirás la caridad cristiana, que es imposible practicar sin ser indulgente a cada instante.


Todos tenemos dificultades para ser indulgentes. Pero el Señor nos lo pide en el evangelio y dio ejemplo de perdón magnánimo en la cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Sabemos que “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”. Abrámonos al amor divino para que actúe en nuestro corazón. 

lunes, 19 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

EGIPTO


Probablemente en toda la historia de la humanidad ninguna cultura haya resultado tan fascinante como la egipcia. Quizá sea la más excitante para el llamado hombre moderno. Con cinco mil años de presencia, ninguna cultura a hecho soñar tanto a historiadores, literatos e incluso personas corrientes, con una amalgama de relatos históricos, leyendas o mitos. En algún momento de nuestra vida hemos planeado, si las circunstancias lo permitían, realizar un viaje a Egipto. Las Pirámides, Abu Simbel, el Valle de los Reyes, el Nilo,...  lugares que evocan  cultura y conocimiento humano. Todo ello surgido en medio de un desierto que dejó un legado que todavía hoy sigue siendo, en buena parte, desconocido.
Sin embargo, en la actualidad Egipto está en primera plana de las noticias por algo mucho más dramático. Un ejemplo palmario de que la incomprensión, la intolerancia, el sectarismo y la desigualdad han llevado a una ola de violencia cuyo final parece lejano y  muy crítico.
En estos difíciles momentos para este gran país, heredero de una gran cultura, debería servirnos para reflexionar sobre la sociedad que queremos construir y sobre qué valores asentarla. Tampoco nos olvidemos de las comunidades cristianas que allí viven y de la complicada situación que padecen. Roguemos por todos ellos.

domingo, 18 de agosto de 2013

HOY...

EL EVANGELIO 


El evangelio no es un calmante que nos ayuda a conciliar el sueño en las noches en que nos asaltan las preocupaciones. Tampoco es un seguro contra los accidentes o las desgracias. El mensaje de Jesús no nos libra de la enfermedad ni de la muerte natural. Nunca deberíamos pretender utilizarlo como un tranquilizante.
Según San Ambrosio, puede resultar dura la narración que hoy se proclama (Lc 12,49-53), Jesús es consciente de que su mensaje no dejará indiferentes a sus oyentes. Sabe que desencadenará inquietud en las personas y graves divisiones en el seno de las familias. Hasta los hijos se enfrentarán a sus padres, aparentemente por causa de la fe.
Evidentemente, Jesús estima la familia humana. El texto no revela la intención de dividirla, sino que nos da cuenta de lo que efectivamente sucedió en las primeras comunidades. Y de lo que habría de suceder a lo largo de los siglos. Muchos cristianos han sido denunciados por sus mismos familiares.

También hoy las familias se encuentran divididas por el "fundamentalismo" de los miembros que se han pasado a otro grupo religioso. O por los familiares que se burlan de los que tratan de mantener la fe. O por los jóvenes que buscan su afirmación personal renegando de la fe de sus padres. Claro que, según San Ambrosio, también cabe lo contrario: que los hijos que siguen a Cristo saquen ventaja a sus padres paganos o paganizados.
Préndeme, Señor, con tu Fuego
 
He venido a prender fuego:
el mío es el fuego de la verdad,
el amor que quema y cura.
Pasaréis por un bautismo de fuego
que os purificará,
que os abrasará las entrañas.
A eso he venido, a eso os envío:
a saltar la hoguera,
a caminar sobre ascuas,
a prender fuego.
 
He venido a prender fuego:
mi Palabra es fuego abrasador,
llamarada incontenible,
es antorcha en lo alto y lumbre interior;
rayo, volcán, horno y brasero.
A eso he venido, a eso os envío:
a elevar la temperatura humana,
a dar calor al mundo,
a cauterizar heridas,
a reavivar los recoldos,
a prender fuego. 
Joaquín Suárez
 
Préndenos, Señor, con tu fuego.

sábado, 17 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS...

DAR Y RECIBIR


El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás, encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada.

El científico Luis Pasteur anduvo siempre escaso de dinero para sostener su Instituto de Investigación. Un día, acudió a la señora Bondicant, dueña de una gran cadena de almacenes, para pedirle su apoyo. La señora recibió al investigador y éste le expuso el motivo de su visita. Al final, la dueña de la empresa le dijo:
—Ya he aportado mi ayuda a tanta gente que pide. Usted perdone, de todos modos le daré algo para su obra. La señora salió y regresó con un cheque firmado.
Pasteur lo miró antes de dar las gracias, y quedó asombrado. El cheque era por un millón de francos. La señora se adelantó y le dijo:
—¡Gracias, profesor, por acordarse de mí! ¡Gracias por darme la oportunidad de compartir!


Cada día puedes ser generoso en acciones pequeñas. Este propósito abre el corazón poco a poco, y descubres admirado que nunca pierdes. Por el contrario te fortaleces y puedes superar el temor de ser vulnerable. Practicar la generosidad ejercita al corazón: cuanto más se da, más se fortalece. Recuerda que Jesús dijo: “Hay más alegría en dar que en recibir”. 

viernes, 16 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

NUESTRO NOMBRE


Toda persona es importante, y merece tu respeto y el mío. Alguien escribió que el sonido más dulce y querido para cualquiera de nosotros es el propio nombre y apellido. Ahí tienes un camino para llegar al corazón de los demás. Pon atención en recordar los nombres. Es cuestión de ejercicio y de interés humano.

Dios estaba creando el mundo y ponía nombre a cada animal. —Tú te llamarás  gallina. Tú te llamarás caballo. Tú te llamarás burro. Y así continuó con los demás. Se acercó el burro y preguntó: —¿Cómo me llamaba yo? Y Dios le contestó: —Burro. Después de tres minutos, el burro volvió a preguntar: —¿Cómo me llamaba yo? —Burro. Y así cinco veces más le preguntó: —¿Cómo me llamaba yo? Entonces Dios le respondió: —Burro idiota. Y el burro dijo: —Yo ya me estaba aprendiendo el nombre y usted ahora me dice el apellido.


Había un señor que en las fiestas recibía a los invitados y les preguntaba su nombre. Al final del banquete repetía nombre y apellido de los cien o más invitados. Un aplauso interminable ovacionaba a este prodigio de retentiva, Harry Lorrayne, autor de “Cómo desarrollar una supermemoria”. Algo puedes hacer para mejorar tu memoria. Vale la pena intentarlo. 

jueves, 15 de agosto de 2013

HOY CELEBRAMOS...

LA ASUNCIÓN DE MARÍA


Hoy se celebra una de las grandes celebraciones dedicadas a María; la visita a su prima Isabel, la Asunción. Todo ello narrado por el evangelista  Lucas (1, 39-56).
La esperanza de Dios y el futuro de la historia humana se condensan en el encuentro entre las dos mujeres.
En sus visita, María está llena de Espíritu, que lo transmite con su presencia y sus palabras. Su corazón rebosa de alegría  Se pone en camino -la palabra va acompañada de obras-  impulsada por la alegría que el mismo Dios le ha ofrecido, hacia quien le puede comprender y con quién puede compartir su gozo. Ha pronunciado su "que se haga", asumiendo unas consecuencias que no conoce.
No hay mayor bienaventuranza que la fe: confiar en Dios, poner la vida en sus manos. Lucas pone en boca de Isabel la verdadera felicidad de María, y la nuestra, escuchar la Palabra y hacerla vida. La respuesta de María es un himno: el "Magnificat". Un salmo de acción de gracias compuesto por citas y alusiones al Antiguo Testamento , especialmente a Ana, madre de Samuel (1 Sam 2, 1-10)
Su núcleo: Dios se apiada de los hombres.
Tiene un contenido de denuncia.Una de las claves que identifican a los profetas.
María denuncia:  la prepotencia, el poder y el tener. No lo hace directamente, sino que lo hace a través del triunfo de las personas pobres sobre estos tres "pilares" de la sociedad. Dios y su obra es más grande que todo el pecado que pueda haber en el mundo. 
pocos pasajes de la Escritura recogen. de forma tan precisa y poética, lo que es y lo que realiza la palabra profética, como el canto del Magnificat.  
 María interpreta el gesto de Dios como inversión completa de las condiciones de la historia. Comienza un camino en que todas las personas hambrientas y oprimidas puedan recibir la liberación. Es evidente que esas diferencias no se han superado todavía. Los soberbios siguen imponiendo su ley sobre la Tierra. Los potentados siguen ejerciendo su poder, mientras siguen marginadas millones y millones de personas. Los ricos se enriquecen cada día más en la mayoría del planeta, también entre muchos que se consideran católicos y cristianos, mientras mucha gente pasa hambre. 
Nuestra tarea está en sintonizar con la pedagogía de Dios y trabajar por un mundo distinto donde esta proclamación se haga realidad. 
Las palabras de María son de compromiso, quién las diga de verdad, como ella, ha de comprometerse a convertirlas en principio de existencia personal y de actuación social.

martes, 13 de agosto de 2013

HOY...

UN  "ABUELO" EN EL VATICANO (III)



Para vivir

El Papa Francisco mencionó con sencillez uno de sus encuentros con Benedicto XVI, donde le habló de un gran problema: “Cuando fui a ver al papa Benedicto, después de rezar en la capilla fuimos a su estudio y vi una caja grande y un sobre grueso. Benedicto me dijo: "En esta caja grande están todas las declaraciones, las cosas que dijeron los testigos, todo está allí. Pero el resumen y el juicio final están en este sobre. Y aquí se dice ta-ta-ta...". ¡Estaba todo en su cabeza! ¡Pero qué inteligencia! ¡Todo de memoria, todo!”


Ojalá estas noticias del Papa Francisco nos lleven a seguir orando por su persona y sus intenciones, dentro de las cuales seguramente estará Benedicto XVI.

domingo, 11 de agosto de 2013

HOY...

UN "ABUELO" EN EL VATICANO(II)



Para pensar

Como en el día de su elección, el Papa tuvo presente en Brasil a Benedicto XVI, quien había escrito desde el año pasado una carta a los jóvenes para esta ocasión y que se les hizo llegar a todos los peregrinos.

En el viaje de regreso el Papa respondió en el avión a periodistas de varias partes del mundo. Le preguntaron lo que quisieron y el Papa Francisco respondió a todo. Un periodista español le cuestionó sobre su relación de trabajo con Benedicto XVI, algo inusual a través de los siglos.


El Papa Francisco mencionó que hay una característica en “mi relación con Benedicto: lo quiero mucho. Siempre lo he querido. Para mí es un hombre de Dios, un hombre humilde, un hombre que ora. Yo estaba tan feliz cuando fue elegido papa. Incluso cuando renunció, ¡fue para mí un ejemplo de grandeza! Un grande. ¡Solo un hombre grande hace esto! Un hombre de Dios y un hombre de oración. Ahora vive en el Vaticano, y algunos me dicen: ¿pero cómo se puede hacer esto? ¡Dos papas en el Vaticano! Pero, ¿no te obstruye? ¿No te hace la revolución en contra? Todas estas cosas se dicen, ¿no? Encontré una frase para responder a esto: "Es como tener tu abuelo en casa", pero el abuelo sabio. Cuando en una familia el abuelo está en casa, es venerado, amado, se le escucha. ¡Él es un hombre de prudencia! No se entromete. Le dije muchas veces: "Santidad, reciba, haga su vida, venga con nosotros". Vino para la inauguración y bendición de la estatua de San Miguel. Bueno, esa frase lo dice todo. Para mí es como tener el abuelo en casa: mi padre. Si tuviera una dificultad o una cosa que no he entendido, llamaría: "Dígame, ¿puedo hacerlo, aquello?". Y cuando fui a hablar sobre el gran problema de Vatileaks, me habló de todo con una sencillez… Y hay algo que no sé si lo saben, creo que sí: cuando nos habló, en el discurso de despedida, el 28 de febrero, nos dijo: "En medio de vosotros está el próximo papa: le prometo obediencia". Es un grande; ¡esto es de un grande!”

viernes, 9 de agosto de 2013

HOY...

UN "ABUELO" EN EL VATICANO (I)


Para saber

Se superaron las mejores expectativas en la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Brasil. Y no sólo en cuanto al número de asistentes, pues en la Misa de clausura hubo más de tres millones y medio de de personas; sino sobre todo, y esto es incalculable, en el bien que hizo a tantas almas. Por ejemplo, el lunes después de la clausura hubo un encuentro con jóvenes en Río de Janeiro. Ahí más de cinco mil jóvenes se sintieron atraídos por Dios para entregarse e iniciarán , en sus respectivos países, un proceso para discernir su vocación


jueves, 8 de agosto de 2013

HOY...

NO TE RINDAS



El eminente compositor Beethoven decía con frecuencia, que el genio se compone de un dos por ciento de inspiración y un noventa y ocho por ciento de perseverante trabajo. "La constancia es el alto precio que hay que pagar por todas la conquistas de este mundo. Todo lo más grande en cualquier ámbito se ha conseguido por una ardiente perseverancia". (I. Larrañaga)
¡No te rindas! Aunque te sientas triste, piensa en un mañana lleno de alegría y de sueños realizados. Entonces comprenderás que los errores son indispensables para prender. ¿No te rindas! Aunque te sientas solo, piensa en todas las personas que te brindaron afecto a lo largo de tu vida. También en adelante amarás y serás amado. ¡No te rindas! Aunque te sientas derrotado, piensa siempre en la victoria luminosa al final de tu camino, y descubrirás que las caídas te muestran el poder de tu fe y de tu fuerza. ¡No te rindas! Aunque te sientas perdido, aferra la esperanza que anida en tu corazón y sal a recorrer el sendero soñado, con la mirada puesta en el cielo. ¡No te rindas! ¡Dios camina contigo! 
Dios siempre está dispuesto a concederte sus dones, pero pide tu colaboración, esfuerzo y voluntad. Leonardo da Vinci dispuso que en su tumba figurara el siguiente epitafio: " Tú, Señor, regalas todos tus dones al precio del esfuerzo". El éxito comienza siempre con una voluntad decidida a permanecer firme en la lucha, es el gran regalo de Dios. Utilízalo con humildad.

martes, 6 de agosto de 2013

HOY...

IMPLORAMOS UNA ORACIÓN


Recé yo por ti hoy mismo
y sé que Dios me ha escuchado
Sentí clara su respuesta
aunque no me la hay dado.
No le pedí riqueza o fama
- sabía que no querrías -
le pedí que diera gracias
que tú mismo pedirías.
Qué él junto a ti estuviera
al comenzar la mañana
que te colmara de amor
al mediar la jornada,
y, ya cansado y feliz,
 a la noche te velara.

Hedwig Lewis, S. J.

"El Señor nos enseña una plegaria para ayudarnos a orar,
más la plegaria misma es un encuentro entre el Padre, el Hijo y el diálogo que le sigue.
#Cuando vayas a orar, ve a tu estancia y cierra la puerta, y ora al Padre tuyo en secreto,
y así el Padre que ve en lo secreto, te recompensará#. (Mateo 6,6)
No hace falta el formalismo; ora sencillamente con tu corazón,
como un Hijo se dirige al Padre".

F.X. Nguyen van Thuan

Cooperación
Tinín y Raquel


domingo, 4 de agosto de 2013

HOY EL EVANGELIO

LA CODICIA



El Evangelio de hoy, que pertenece a San Lucas 12, 13-21, presenta una de las más claras alusiones de Jesús en relación con la posesión y uso de los  temas materiales.

Uno de entre la gente le dijo:
- Maestro di a mi hermano que comparta conmigo la herencia.
Jesús le dijo:
- Amigo ¿quién me ha hecho juez o árbitro entre vosotros?

Jesús se niega a ejercer de juez. Se distancia del caso concreto y va al fondo de la cuestión.

Y añadió:
- Tened mucho cuidado con toda clase de avaricia; que aunque se nade en la abundancia, la vida no depende de las riquezas.

Jesús está convencido de que la felicidad  no depende de los bienes materiales, por muchos que se tengan. Previene contra el deseo de acaparar, usurpar, acumular posesiones o privilegios,...porque ésta actitud esclaviza, aleja del amor generoso del Padre  y rompe la solidaridad entre los hermanos.

Les dijo una parábola:
- Había un hombre rico cuyos campos dieron una gran cosecha. Entonces empezó a pensar: ¿Qué puedo hacer? Porque no tengo donde almacenar mi cosecha. Y se dijo: "ya sé que voy hacer". Derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, almacenaré en ellos todas mis cosechas y mis bienes y diré: "ahora tienes bienes almacenados por muchos años,; descansa, come, bebe y pásalo bien".

El diálogo de este hombre consigo mismo desvela sus prioridades. Interés de porvenir egoísta, piensa sólo en él sin pensar en los demás. No desentonaría en nuestra sociedad egoísta, donde una de las mayores idolatrías, incluso entre los cristianos, es el dinero. ¿En qué valores invierto? ¿Qué enriquece verdaderamente a una persona?

Pero Dios le dijo: ¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién va a ser todo lo que has acaparado?  Así le  sucede para quién atesora para sí, en lugar de hacerse rico ante Dios.

El dinero y todos los bienes materiales tienen valor si valen para la vida definitiva, que ya ha comenzado. Con lo que consumimos y tiramos, además de embotar nuestro espíritu,  aumentamos la miseria del resto del mundo y destruimos el mismo. Jesús nos invita a plantearnos que el verdadero tesoro de nuestras vidas no es lo que consigamos y acumulemos, sino lo que seamos capaces de dar y recibir como un don de Dios.

Envía tu luz a esta tierra injusta
para que se reparta pan al pobre
Abre nuestros ojos para ver la verdad
Abre nuestro oídos para oír  el dolor 
Haz que seamos personas de Paz
que llevemos la Paz con nosotros
Aparta de nosotros el ansia de consumir
 y ayúdanos a saber compartir
Que demos la mano a todos lo que la necesiten
Amén

viernes, 2 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

NO PREJUZGAR


Muchas veces nos equivocamos al juzgara los demás. No conocemos la realidad de las personas, con todas las circunstancias de su vida; y sin embargo los condenamos en nuestro interior porque quizá nos han caído mal por un detalle sin mucha importancia. Por prudencia no debemos dejarnos llevar por reacciones instintivas.
El doctor está examinando al paciente y le dice:
- Usted debería haber venido a verme antes.
- Si...bueno, en realidad fui a ver a un curandero.
- ¿Cómo? ¿Y qué estupidez le dijo ese curandero?
- Que viniese a verlo a usted...
Jesús dijo" No juzguen y no serán juzgados" y también: "Felices los misericordiosos porque obtendrán misericordia". El que critica es porque antes ha juzgado al prójimo. No juzgar porque se desconoce la situación real de cada uno. Eso sólo lo sabe Dios. Júzgate en cambio a ti mismo: es lo más acertado, es el tiempo mejor empleado.