EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

miércoles, 31 de agosto de 2016

HOY...

NUESTROS MIEDOS


Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.
Nos preguntamos: "¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?
Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?
Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor.
Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.


Nelson Mandela

martes, 30 de agosto de 2016

HOY...

LA GRAN FAMILIA CRISTIANA


Así imagina Jesús a su familia de seguidores:
un grupo de hermanos y hermanas que le siguen para acoger y difundir
la compasión de Dios en el mundo.

Jesús no pudo ni quiso poner en marcha una institución fuerte y bien organizada,
sino un movimiento curador que fuera trasformando el mundo 
en una actitud de servicio y amor.

Su primera preocupación es dejar tras de sí un movimiento de hermanos 
y hermanas, capaces de vivir sirviendo a los últimos.

Ellos serán el mejor símbolo y la semilla más eficaz del reino de Dios.
Estas serán las dos grandes tareas de sus enviados:
decir a la gente lo cerca que está Dios
y curar a las personas de todo cuanto introduce mal y sufrimiento en sus vidas.

José Antonio Pagola.

“Jesús: aproximación histórica”

lunes, 29 de agosto de 2016

HOY...

PALABRAS


En verdad las palabras pueden doler como los golpes físicos. Los padres deben saber que la crítica, el desprecio y los insultos –aun cuando se los diga en broma– pueden lastimar el amor propio, o dañar la autoestima, o detener el crecimiento de una imagen sana de sí mismo en los niños.

Las palabras dichas con amor ofrecen un real elemento constructivo de elogio, aliento, gratitud, disculpa a quien escucha. Nuestras palabras pueden herir o reconfortar, impedir o ayudar, frustrar o inspirar a la acción. He aquí algunas frases que son dulce música al oído y al corazón: “¡Muy buen trabajo!”. “Déjame ayudarte”. “Cometí un error, perdóname”. “¡Felicitaciones!”. “Estamos orgullosos de ti”. “Gracias”. “Te quiero”. “Admiro tu capacidad”. “Tú puedes hacerlo muy bien”.


“No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las escuchan” (Efesios 4, 29). San Francisco de Sales escribió: “El trato cortés y delicado es la crema de la caridad”. Que este mensaje oriente cada día tu conducta.

domingo, 28 de agosto de 2016

HOY... EL EVANGELIO (Lc 14, 1-7,14)

PRIMEROS PUESTOS



Es sábado, Jesús es invitado a comer a casa de uno de los principales fariseos, la comida en aquella cultura, tenía una importancia que hoy se ha perdido. Desde aquí se comprende la relevancia que tienen en el Evangelio las comidas de Jesús con toda clase de personas, eren un motivo de amistad, de integración, en muchas ocasiones el Reino es significado como un banquete. En esta ocasión, los invitados debían ser distinguidos y sobre todo: “ellos le estaban espiando”. Puede que se hayan equivocado, e invitado a un desclasado o es curiosidad para ver su comportamiento.
Van dados: “Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola”. Es lo normal, en la mesa principal deben estar los que tienen mayor categoría, hay que mantener el rango, reconocer a la élite y saber quiénes son los importantes. Se han de aceptar las diferencias de clases y los títulos de superior…, muchas de estas cosas también ocurren en la Iglesia, algunos no se han enterado que en la última cena, lo que regalo Jesús a los que quisieran ser importantes, son una jofaina y una toalla para lavar los pies a todos los comensales.
Hay que cambiar el orden, se rechaza una sociedad que crea primeros y últimos: “Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. La humildad como nos dice la primera lectura del Eclesiástico es la virtud de los hombres de Dios. Cuantas ansias de subir en el escalafón mostrando una falsa humildad, cuantas ganas de ser los primeros aunque tengamos que pisar por el camino, la historia la escriben siempre los ganadores. Lo que pretende Jesús es imposible, acabar con una sociedad desigual, siempre existirán selectos y plebeyos, ricos y pobres.
Será preciso saber a quién invitamos a comer: “Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque corresponderán invitándote y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos”, estos son los elegidos para el Reino. En nuestras mesas, entre nuestros amigos, con cuantas manos podemos contar a los más necesitados. Es todo un reto.
Jesús propugna una relación de reciprocidad basada en la gratuidad y la generosidad; una solidaridad que no puede quedar limitada sólo al grupo, sino que se debe extender a todos. Con su estilo de vida, aspira y propugna una sociedad radicalmente diferente. En esta línea esta todo el Evangelio de Lucas, cuando hace decir a María en el Magníficat: que Dios derribará del trono a los poderosos y exaltará a los humildes, a los hambrientos los colmará de bienes y a los ricos los despedirá vacíos. Cuando en las bienaventuranzas declara dichosos a los pobres y lanza sus ¡ahí! contra los ricos.
El orgullo, la autosuficiencia, el afán de poder y de ocupar los primeros puestos, es una moneda de las más apreciadas por el mundo. Pero, no es la manera para entrar en el Reino de Dios. El humilde alcanza el aprecio de los demás y el favor de Dios. Dios abre las puertas de la ciudad futura a los humildes y pobres y Jesús quiere una comunidad distinta de hermanos, sentados a la misma mesa. Lo demás suelen ser justificaciones, prejuicios y engaños, que pretenden mantener el orden establecido y acallar la novedad de las palabras del Maestro.

sábado, 27 de agosto de 2016

HOY... UN CUENTO

FÁBULA DE LA CALIZA HUMILDE


Su gestación fue costosa, hubo que esperar varios millones de años a que la Corteza terrestre se enfriara y los materiales que la componían se consolidaran. Hasta ese momento permaneció oculta en el subsuelo, hasta que una clara mañana del siglo XII, la hicieron aflorar a la superficie. Tomó conciencia de que era un hermoso bloque calizo, cuando  se percató de la interesada mirada de los canteros que hacían cábalas sobre el destino que le darían. Por ellos supo que el lugar de su nacimiento era una localidad llamada Hontoría y por apellido “de la Cantera”, lo cual era marchamo de calidad y excelencia.
Sabía que alguna vez sería fragmentado, pero el impresionante bloque, lejos de apenarse, se alegraba de que con su división pudiera contribuir a consolidar el hogar  de una gran cantidad de lugareños. Soñaba con ser, cuanto antes, útil a los demás. Pero el tiempo pasaba y nadie se atrevía a trocear su impresionante tamaño y empezó a creer que no poseía ninguna calidad y que, por tanto, no se realizaría su sueño de poder ser benefactora de la humanidad.
Hubieron de pasar tres siglos más  para que ¡por fin! el bloque fuera convenientemente partido y trasladado a la capital; concretamente a los pies de una Catedral que se estaba construyendo en Burgos. La alegría de todos los fragmentos del bloque fue enorme cuando supieron que formarían parte de un edificio tan colosal; alegría que aumentócuando sintieron cómo el cincel del cantero los modelaba para ser parte integrante de las agujas caladas con que se remataban las torres de la fachada principal.
Desde ese momento, la piedra caliza vio recompensada su humildad, atisbando desde lo más alto, día y noche, una ingente cantidad de personas que quedaban maravilladas al contemplar la belleza de la Catedral, de la que ella era una parte visible e importante.
MORALEJA: …” El que se humille será ensalzado”  (Lucas 14:11)

Por gentileza de nuestro amigo
Carlos Malillos Rodríguez 

viernes, 26 de agosto de 2016

HOY...ORAMOS

CUANDO RUGE LA TIERRA


En estos días asistimos entre atónitos e impresionados al tremendo terremoto de la zona central de Italia. Tres localidades pequeñas, que desconocíamos hasta este momento: Amatrice, Pescara del Tronto, Arquata del Tronto. Hemos podido observar que eran lugares preciosos, paradisíacos y ahora no son más que un amasijo de piedras, escombros y dolor; un lugar donde seres humanos han perdido su vida y donde los supervivientes han perdido todo lo que poseían. En estos duros momentos es necesario una oración por las víctimas, por sus seres queridos, por la esperanza, por la vida que continúa,... 

jueves, 25 de agosto de 2016

HOY...

ÚLTIMOS Y PRIMEROS


"Primeros" y "últimos", para nosotros, para la mayoría, 
se establece según, el dinero, la influencia, el poder...
Jesús sólo mira al corazón,
sabe lo que hay dentro de cada persona
y aprecia a cada una según su apertura al Reino,
según su disposición ante Dios.
Por eso son últimos muchos de los "importantes".
Por eso son primeros muchos de los "insignificantes".
José Enrique Ruiz de Galarreta.

miércoles, 24 de agosto de 2016

HOY...

CEREBRO Y EDUCACIÓN


Muchos piensan que inculcar a una persona unos principios morales preestablecidos es un modo de lavarle el cerebro. Dicen que lo mejor es que cada uno vaya sacando de su experiencia personal sus propios criterios morales.
Se puede entender que lavar el cerebro a una persona consiste en disminuir su capacidad de juzgar razonadamente. Pero educar a las personas para desarrollar el hábito de ser veraces, o generosas, o justas, o respetuosas con los demás, no puede decirse que atente contra su capacidad de tomar decisiones razonables. Es justamente al revés. Los buenos hábitos morales refuerzan la capacidad de juzgar razonablemente.

Por el contrario, cuando faltan los hábitos morales resulta más fácil que se extravíe la razón. Fue Lenin quien dijo aquello de que "si queremos dominar a un pueblo, antes corromperemos su moralidad".

martes, 23 de agosto de 2016

HOY...

REVIVIR EL AMOR CONYUGAL



1)  Para saber
Después de haber comentado el Himno de la Caridad propuesto por san Pablo, el Papa Francisco señala que ese Himno nos permite comprender mejor lo que ha de ser el amor conyugal. Un amor que une a los esposos y que es enriquecido por la gracia del sacramento del matrimonio.

Este amor conyugal, espiritual, contiene a la vez, la ternura de la amistad y la pasión erótica, y aún puede subsistir cuando se debilitan estos sentimientos. Subsiste porque no consiste solo en ese sentir, sino que es algo mucho más alto. Como dice el Papa Francisco, “el matrimonio es la imagen del amor de Dios por nosotros: cuando se celebra el matrimonio, Dios imprime en ellos los propios rasgos de su amor”.

Antes de ser Papa, Karol Wojtyla escribió un excelente libro llamado “Amor y Responsabilidad”, donde analiza y fundamenta el amor conyugal. En él dice: “El amor en su conjunto no se reduce a la emoción ni al sentimiento, que no son más que algunos de sus componentes. Un elemento más profundo y por mucho el más esencial, es la voluntad, llamada a modelar el amor en el hombre...” Se ama cuando voluntaria, y libremente, se desea el bien para el otro.

2) Para pensar
En una ocasión preguntaron al actor Paul Newman, quien vivió la fidelidad matrimonial, cómo explicaba su largo matrimonio, que llevaba en ese entonces 40 años. Respondió el actor de cine: “Al principio nos mantuvo juntos la atracción de los sentidos. Después el respeto mutuo. Luego la perseverancia. Muchas veces fue el perdón lo que salvó nuestro matrimonio. Pero por encima de todo se lo debemos al amor, un amor que es más grande hoy que al principio”.

Ese es el camino: Amor sensual convertido en hondo amor de espíritu... Respeto y perseverancia... Y perdón, perdón hasta el final.

Existe el peligro de que se introduzca la rutina. Por ello se requiere cultivar, tanto para el amor a Dios o al propio cónyuge. Una anécdota nos lo ilustra: Después de casarse, ella empezó a cambiar, pues aunque era buena dueña de casa, ya no ponía tanto interés por su marido como en el noviazgo. Él no reclamaba, pero resentía cierta tibieza. Un día le llamó desde la oficina: “Querida, pon un plato más en la mesa. Voy a llevar a un amigo a cenar”. Ella estaba leyendo cuando le llamó. Cerró la revista y puso manos a la obra. Barrió la casa, arregló el comedor, se puso un bonito vestido y preparó una comida de fiesta. De vez en cuando miraba a la ventana: “¿quién será este amigo? Se preguntaba.” Hacia las siete apareció el marido... solo. Ella, contrariada, le reclamó: “¿Dónde está el amigo que ibas a traer?” El marido echó una mirada al comedor preparado, miró seriamente a su esposa y preguntó: “Y yo, ¿No soy tu mejor amigo?”
Su mujer entendió que de no ser por la llamada no hubiera preparado nada. De ahí en adelante, las cosas mejoraron, había servido la lección.

3) Para vivir

Aunque los esposos están llamados a reproducir en su amor conyugal el amor de Cristo por su Iglesia, ello no significa que han de hacerlo de manera perfecta, pues eso los podría llenar de angustia al verse tan limitados. Significa que están en camino, que han de ir avanzando gradualmente, conforme van incorporando en su vida los dones de Dios (San Pablo II).
Pbro. José Martínez Colín

lunes, 22 de agosto de 2016

HOY... INFORMAMOS

DERECHOS Y NOTICIAS


El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo, ha fallado, por unanimidad de los 47 jueces que lo integran, que el Convenio Europeo de Derechos Humanos no ampara de forma automática el “derecho” al matrimonio para las parejas homosexuales. La sentencia, hecha pública esta mañana, se basa principalmente en los artículos 8 (respeto al derecho de la vida privada y familiar) y 12 (derecho al matrimonio y a fundar una familia).
Tras recordar que la regulación del matrimonio está regulada por las leyes de los Estados que han firmado el Convenio -España entre ellos-, los jueces del TEDH recuerdan que el artículo 12 [del Convenio] consagra “el concepto tradicional del matrimonio, a saber, la unión de un hombre y de una mujer” y que no impone a los gobiernos la “obligación de abrir el matrimonio a las personas de mismo sexo”.
En relación con el artículo 8 y alegando también el artículo 14 (principio de no discriminación), la sentencia afirma que “los Estados son libres de reservar el matrimonio únicamente a parejas heterosexuales y gozan de un margen de apreciación para decidir acerca de la naturaleza exacta del estatuto otorgado por otros modos de reconocimiento jurídico”.
Dicho de otra forma, el TEDH acepta sin coaccionar, la decisión de cada Estado, sea cual sea: mantener el matrimonio de siempre, legalizar el homosexual u optar por una unión civil. Y por supuesto, reconoce el derecho de cada Estado a cambiar la legalidad vigente.
Grégor Puppinck, director de The European Center for Law and Justice, subraya, en relación con esta sentencia, que “si bien sigue siendo oportuno que el Convenio se siga aplicando a las evoluciones sociales, no deja de ser abusivo forzar la ‘evolución’ del contenido del Convenio”.
El caso que ha motivado este fallo es la unión entre dos hombres celebrada en Francia por el líder ecologista Noël Mamère, en su condición de alcalde de Bègles, Lo hizo siguiendo el rito del matrimonio en 2004, nueve años antes de que se legalizara en matrimonio homosexual.

¿ PORQUÉ ESTA NOTICIA NO HA SALIDO EN LA PRENSA ESPAÑOLA ?

domingo, 21 de agosto de 2016

HOY... EL EVANGELIO (Lc 13, 22-30)

LA PUERTA ESTRECHA


“Yo vendré a reunir a todas las naciones”, se nos dice en la primera lectura de Isaías, es el sueño de Dios. Sin embargo, algunos podemos pensar que nosotros tenemos la exclusividad: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”. En este Evangelio se muestra nuestra inseguridad, por eso preguntamos: “Señor, ¿serán pocos los que se salven?”. La respuesta es muy dura, sobre todo para los que se crean con derechos adquiridos, rompe nuestras seguridades, si alguna vez nos hemos sentido los selectos, los que están en posesión de la verdad y van por el buen camino. Los preferidos pueden ser rechazados: “No sé quiénes sois”.
Pero, si hemos ido a Misa todos los domingos, hemos preparado miles de homilías, hemos bautizado a nuestros hijos y enterrado a nuestros mayores, nos hemos casado por la Iglesia, ayunado en Cuaresma, comprometidos en todas las colectas, e incluso somos catequistas, de Cáritas… ¿No es esto suficiente para salvarse? Jesús no responde a la pregunta, con los actos que tenemos que realizar, o si basta con cumplir con los primeros viernes de mes, su respuesta es: “Esforzaos por entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentaran entrar y no podrán”.
Algunos dirán, no tengo tiempo estoy en época de crianza y en los años activos, en los que son otras las prioridades: el trabajo, la hipoteca; el recurrir a Dios es para los tiempos difíciles en la enfermedad, cuando se pierde a un ser querido. Hay un momento decisivo en la vida de cada uno: “Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: Señor ábrenos; y él os replicará: No sé quiénes sois”. Hemos estado ocupados en otras cosas importantes, pero el esfuerzo del hombre por su salvación, parece no admitir más que una dedicación exclusiva a Dios.
¿Cuál es la puerta estrecha, dónde se encuentra? Puede que sigamos pensando en las normas, el texto termina diciendo: “Hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos”, ahí está la puerta. En este año de la misericordia muchos han cruzado diversas puertas del perdón, ¿pero hemos pedido y concedido perdón a alguien que nos ha hecho daño o al que se lo hemos hecho nosotros? Hemos cruzado la puerta de una chabola, de la habitación de un enfermo, de la casa de un parado de larga duración, de alguien que tiene una depresión…, son puertas cotidianas, el esfuerzo es traspasarlas, porque detrás de ellas puedo descubrir a Dios.
“Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de Oriente y Occidente, del norte y del sur, y se sentarán en la mesa en el reino de Dios”. Bien puede ocurrir que, a la hora de la verdad, nos encontremos con la sorpresa de que otras gentes, a las que consideramos distintas, entren en el Reino, porque fueron buenas personas, se portaron bien con sus semejantes, hicieron todo el bien que tuvieron a su alcance. Lo definitivo es ser y estar con los últimos.
Julio César Rioja, cmf

sábado, 20 de agosto de 2016

HOY...

PERÍODOS DESNUDOS


Cuando las hojas secas caen de los árboles en el otoño el árbol queda desnudo por varios días... si alguien lo viera en esos momentos y no supiera que después, en la primavera va a reverdecer con nuevas hojas y nuevos bríos, flores y frutos, pensaría que está muerto... pero no es así.
En la vida nosotros todos tenemos esos períodos en que las hojas se caen y nos quedamos desnudos... algunos por haber perdido un amor o un ser querido, bien sea por la separación definitiva de la muerte, o la separación terrenal de los alejamientos...
Ese período desnudo puede ser causado por una etapa de mucha necesidad económica... o tal vez de una enfermedad, un accidente... o de pérdida de valores, status, una prisión u hospitalización... Sin embargo, siempre hay que tomar el ejemplo en la naturaleza y vivir armoniosamente con ella; y de la misma manera que un árbol desnudo después va a reverdecer, asimismo tenemos que pensar que en esos períodos de desnudez ya bien sea espiritual, económica, sentimental o de cualquier otro tipo, después vendrán nuevamente las hojas, las flores y los frutos... y el árbol habrá aprendido su lección y ya no estará triste cuando pierda las hojas.

Nunca pierdas la fe... recuerda siempre que cuando una puerta se cierra hay muchas otras que se están abriendo y que el secreto consiste en apartar la vista triste de esa puerta cerrada y llevarla a las otras... en esos momentos es cuando se empieza a ver la luz al final del túnel y el árbol comienza a reverdecer nuevamente.

viernes, 19 de agosto de 2016

HOY... PENSAMIENTOS

SAN ALBERTO HURTADO


“Dar, siempre dar,
hasta que se nos caigan
los brazos de cansancio”

“¿Qué es un católico?
¡Un hombre a quien Dios
ha encargado el mundo!”

“Está muy bien no hacer el mal,
pero está muy mal no hacer el bien”

“El cristianismo o es una vida entera de donación,
una transubstanciación en Cristo,
o es una ridícula parodia que mueve a risa y a desprecio”

“María Santísima. La más bella criatura... Objeto toda ternura...
pero su misión no es ser Ella el centro culto,
sino llevarnos a Cristo y por Él al Padre...”

jueves, 18 de agosto de 2016

HOY...

CUERPO Y SALUD


Siempre podemos sanar nuestros patrones de pensamiento y lograr cambios favorables en nuestra salud. No merecemos estar con dolores de cabeza crónicos o ser susceptibles de alergias. La enfermedad es una manera en que el cuerpo nos dice que tenemos una falsa idea en nuestro subconsciente y que no la hemos resuelto. Esta es una gran oportunidad de voltear a verlo y a observar cómo estamos tratándonos a nosotros mismos. El cuerpo nos está diciendo que no estamos pensando, diciendo o haciendo algo en nuestro más elevado bien. Así que, cuando comiences a sentirte enfermo, recuerda que es probable que tu cuerpo te esté diciendo que prestes más atención. Cuidarse a sí mismo es muy necesario.
Ahora bien, cuando aliviamos ese dolor o esos síntomas a nivel físico únicamente, no quiere decir que se irán para siempre. Esta es la razón por la cual muchas personas tienen enfermedades crónicas. Curar la enfermedad a nivel físico no nos va a traer un completo estado de plenitud y salud. Cuando sanamos a nivel emocional y espiritual es cuando verdaderamente sanamos.
La salud total está relacionada con la mente, el cuerpo y el espíritu. Con los tres juntos. Moverte de la enfermedad al bienestar es algo que se logra únicamente a través de cuidarte adecuadamente, tener la alimentación apropiada y descansar suficiente. Pero también practicar el pensamiento positivo y reflexionar temas emocionales y espirituales.

La afirmación de hoy es: ‘Mi salud ya está en proceso’. Escucho con amor los mensajes de mi cuerpo y actúo en su favor.

miércoles, 17 de agosto de 2016

HOY...

JUEGOS OLÍMPICOS


En estos días estamos asistiendo a la celebración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. En ellos observamos el esfuerzo y la búsqueda del ser humano por superar sus límites.  Para los deportistas participar en este acontecimiento es, aparte de un sueño, el resultado de muchos años de duros sacrificios, de horas y horas de entrenamiento, de renuncias... en búsqueda de la llamada gloria olímpica. Viéndolo por televisión, a pesar de la distancia, de alguna forma nosotros también participamos, corremos, saltamos o nadamos, especialmente con nuestros compatriotas y  de igual modo con ellos nos llevamos nuestra cuota de felicidad o decepción según sea el resultado. Y aplaudimos al vencedor independiente del país que sea, como un reconocimiento a alguien que ha logrado algo excepcional. Durante unos días las naciones de la Tierra compiten entre ellas con sus mejores hombres y mujeres buscando el espíritu y la realización del potencial humano en toda su máxima expresión. 
En la Antigua Grecia los Juegos Olímpicos llevaban aparejados la tregua olímpica, por la cual cesaban cualquier conflicto bélico mientras se celebraban las competiciones. Desgraciadamente en nuestro mundo moderno esto no es posible, a la par que se nos muestran las imágenes de los Juegos, también observamos que la violencia, la guerra y la sinrazón compiten con los deportistas olímpicos. 
A pesar de ello, disfrutemos estos días de la máxima expresión deportiva internacional y deseemos que la próxima Olimpíada (período de cuatro años hasta los próximos Juegos Olímpicos), sea un período de búsqueda de una auténtica paz y justicia mundial.

martes, 16 de agosto de 2016

HOY...A TENER EN CUENTA

ENCENDER EL FUEGO


Son bastantes los cristianos que, profundamente arraigados en una situación de bienestar, tienden a considerar el cristianismo como una religión que, invariablemente, debe preocuparse de mantener la ley y el orden establecido.

Por eso, resulta tan extraño escuchar en boca de Jesús dichos que invitan, no al inmovilismo y conservadurismo, sino a la transformación profunda y radical de la sociedad: «He venido a prender fuego en el mundo y ojalá estuviera ya ardiendo… ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división».

No nos resulta fácil ver a Jesús como alguien que trae un fuego destinado a destruir tanta mentira, violencia e injusticia. Un Espíritu capaz de transformar el mundo, de manera radical, aun a costa de enfrentar y dividir a las personas.

El creyente en Jesús no es una persona fatalista que se resigna ante la situación, buscando, por encima de todo, tranquilidad y falsa paz. No es un inmovilista que justifica el actual orden de cosas, sin trabajar con ánimo creador y solidario por un mundo mejor. Tampoco es un rebelde que, movido por el resentimiento, echa abajo todo para asumir él mismo el lugar de aquellos a los que ha derribado.

El que ha entendido a Jesús actúa movido por la pasión y aspiración de colaborar en un cambio total. El verdadero cristiano lleva la «revolución» en su corazón. Una revolución que no es «golpe de estado», cambio cualquiera de gobierno, insurrección o relevo político, sino búsqueda de una sociedad más justa.

El orden que, con frecuencia, defendemos, es todavía un desorden. Porque no hemos logrado dar de comer a todos los hambrientos, ni garantizar sus derechos a toda persona, ni siquiera eliminar las guerras o destruir las armas nucleares.

Necesitamos una revolución más profunda que las revoluciones económicas. Una revolución que transforme las conciencias de los hombres y de los pueblos. H. Marcuse escribía que necesitamos un mundo «en el que la competencia, la lucha de los individuos unos contra otros, el engaño, la crueldad y la masacre ya no tengan razón de ser».


Quien sigue a Jesús, vive buscando ardientemente que el fuego encendido por él arda cada vez más en este mundo. Pero, antes que nada, se exige a sí mismo una transformación radical: «solo se pide a los cristianos que sean auténticos. Esta es verdaderamente la revolución» (E. Mounier).

lunes, 15 de agosto de 2016

HOY... ASUNCIÓN DE MARÍA

SUBÍ, SEÑORA, SUBÍ


Subí, Señora, subí
donde bajastes a Dios;
Él bajó y subistes vos,
ambos por subirme a mí
donde goce de los dos.
 
Subid, y daréis la mano
que os dé el Hijo, Virgen santa,
para el reino soberano,
donde sube y se levanta
con la vuestra el ser humano.
 
A las alturas subí
donde bajastes a Dios;
Él bajó y subistes vos,
ambos por subirme a mí
donde goce de los dos.
 
Por ser Virgen preservada
de la culpa original
fue la vena en vos hallada
del minero celestial
de todos tan deseada.
 
Los cielos dicen: Subí,
vuestro Hijo y nuestro Dios
abajó a subir con vos,
ambos por subirme a mí
donde goce de los dos.
 
Gregorio Silvestre. S/XVI.

domingo, 14 de agosto de 2016

HOY... EL EVANGELIO (Lc 12, 49-53)

DIVISIÓN


La presencia de Jesús en nuestras vidas, no es algo indiferente para nosotros, ni para los que nos rodean, si lo fuera, tendríamos que dudar de que no sea más que un barniz superficial. Ha venido a traer fuego y el fuego quema, purifica, acrisola. Quiere prenderlo en el mundo, es el ardor por el Reino, por la evangelización, por transmitir el mensaje de Dios. En este sentido nosotros no somos bomberos, somos más bien pirómanos: “¡Ojalá estuviera ya ardiendo!”. El fuego pues, puede ser un elemento de destrucción o de purificación, en el contexto del evangelio de hoy, parece ser una fuerza positiva de transformación.
“¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división”. Nuestro bautismo si tuviera la fuerza de este fuego, (las llamas del Espíritu Santo del Bautismo y la Confirmación), en una sociedad como la nuestra ocasionaría inevitablemente conflictos y división. Pero la mayoría de nosotros estamos mejor instalados, no en la denuncia, sino en la justificación del sistema, votamos a políticos impresentables y a los que sufren la precariedad, la pobreza, el desahucio, les mandamos a Cáritas. Escuchamos en el Evangelio o predicamos en las iglesias una cosa, pero cuando salimos fuera, nos unimos al criterio de la mayoría sobre los extranjeros, los bancos, la corrupción… Mejor no crear división, vivir la paz de los cementerios y llamar a los demás populistas, (no decían algo parecido de Jesús, que soliviantaba al pueblo).
Lucas, todo esto lo traslada a la familia, una de las instituciones básica en la sociedad: “En adelante una familia de cinco estará dividida…”, madres, padres, hijos, hijas, suegras, nueras, lo que llamamos la familia de sangre, que parece que es lo que da más identidad y pertenencia, se dividirá a causa del seguimiento. En el Evangelio, aparecen dos tipos diferentes de familia en muchas ocasiones, la basada en el parentesco, la tradicional, la civil y la familia comunitaria basada en el discipulado, recordemos: “¿Quién son mi madre y mis hermanos?”. Jesús parece dar más importancia a este segundo tipo de relaciones.
En la familia habitual pueden ponerse unos contra otros, a cierto nivel, vemos que en nuestras familias no todos son creyentes, ni van a la Iglesia o vivimos de la misma manera, ni usamos los mismos criterios o prácticas. Hoy la familia está viviendo un momento de cambios profundos y no sólo en el aspecto religioso. La propuesta de Jesús se basa en el riesgo y la libertad, es un proyecto de humanización. Todos sabemos que este camino, cuesta a veces, sangre, sudor y lágrimas, también dentro de nuestras familias, (cuantas insistencias, oraciones, testimonios, palabras y no hay cambios de parecer, más bien parecen oponerse más). Será doloroso, son de los nuestros, pero merece la pena.

sábado, 13 de agosto de 2016

HOY...

LA VIDA



La famosa sicóloga norteamericana, de origen suizo, Elisabeth Kübler Ross dice: Llegó un momento en mi vida en que me di cuenta de que había traído dos hijos al mundo, les había dado todo el bienestar, una buena educación, pero eran soberbios y estaban vacíos por dentro, vacíos como una botella de cerveza recién bebida. Entonces, me dije a mí misma, que debía hacer algo que no fuese solamente darles cosas materiales.

De acuerdo con mi esposo, tomamos como huésped en mi casa a un anciano de 74 años, al cual los médicos habían diagnosticado dos meses de vida. Quería que mis hijos estuvieran cerca de él en su momento final, quería que viesen y tocasen por sí mismos la experiencia más importante de la vida: La muerte. El huésped no sólo vivió dos meses, vivió dos años y medio. Era tratado en todo como un miembro más de la familia.
Aquella experiencia dio a mis hijos una increíble riqueza espiritual. En aquel desconocido, que fue recibido para morir entre nosotros, descubrieron un nuevo sentido para su vida y maduraron mucho (haciéndose más humildes). Aquel pobre anciano nos había dado mucho más de lo que nosotros le habíamos dado a él.


Es bueno conocer la muerte para conocer la vida. Es importante darnos cuenta de lo poco que somos humanamente y de lo frágil que es la vida para que no seamos soberbios y podamos vivir humildemente agradecidos a Dios por cada momento de nuestra existencia, sin tratar de acumular tesoros en este mundo.

viernes, 12 de agosto de 2016

HOY... REFLEXIÓN

MORAL Y DIOS

Se puede tener una moral muy exigente y elevada sin ser creyente. 
Es cierto que existen muchas personas de gran rectitud moral que no son creyentes. Y es cierto también que se pueden encontrar doctrinas éticas respetables que excluyen la fe. 
Pero no veo, sin embargo, cómo puede existir una ética que prescinda totalmente de Dios y pueda considerarse racionalmente bien fundada. La ética se remite a la naturaleza, y esta, a su autor, que es Dios. 
Para fundamentar cualquier ética es necesario saber quién es el hombre y quién es su creador (Platón decía que no podemos conocer qué conducta nos hace buenos si no conocemos quiénes somos). Una ética sin Dios, sin un ser superior, basada solo en el consenso social, o en unas tradiciones culturales, ofrece pocas garantías ante la patente debilidad del hombre o ante su capacidad de ser manipulado.
 Una referencia a Dios sirve -y la historia parece empeñada en demostrarlo- no solo para justificar la existencia de normas de conducta que hay que observar, sino también para mover a las personas a observarlas. El creyente se dirige a Dios no solo como legislador sino también como juez. Conocer la ley moral y observarla son cosas bien distintas, y por eso, si Dios está presente -y presente sin pretender acomodarlo al propio capricho, como es lógico- será más fácil que se observen esas leyes morales. 
En cambio, cuando se prescinde voluntariamente de Dios, es fácil que el hombre se desvíe hasta convertirse en la única instancia que decide lo que es bueno o malo, en función de sus propios intereses. ¿Por qué ayudar a una persona que difícilmente me podrá corresponder? ¿Por qué perdonar? ¿Por qué ser fiel a mi marido o mi mujer cuando es tan fácil no serlo? ¿Por qué no aceptar esa pequeña ganancia fácil? ¿Por qué arriesgarse a decir la verdad y no dejar que sea otro quien pague las consecuencias de mi error? 
Quien no tiene conciencia de pecado y no admite que haya nadie superior a él que juzgue sus acciones, se encuentra mucho más indefenso ante la tentación de erigirse como juez y determinador supremo de lo bueno y lo malo. 
Eso no significa que el creyente obre siempre rectamente, ni que no se engañe nunca; pero al menos no está solo. Está menos expuesto a engañarse a sí mismo diciéndose que es bueno lo que le gusta y malo lo que no le gusta. Sabe que tiene dentro una voz moral que en determinado momento le advertirá: basta, no sigas por ahí. Sin religión es más fácil dudar si vale la pena ser fiel a la ética. Sin religión es más fácil no ver claro por qué se han de mantener conductas que suponen sacrificios. 
Esto sucede más aún cuando la moral laica se transmite de una generación a otra sin apenas reflexión. Como ha señalado Julián Marías, los que al principio sostuvieron esos principios laicos como elemento de un debate ideológico, tenían al menos el ardor y el idealismo de una causa que defendían con pasión. Pero si esa moral se transmite a los más jóvenes, a los hijos, y después a los hijos de estos, sin ninguna vinculación a creencias religiosas, es fácil que ese idealismo quede en unas simples ideas sin un fundamento claro, y por tanto pierden vigor. 
Cuando se niega que hay un juicio y una vida después de la muerte, es bastante fácil que las perspectivas de una persona se reduzcan a lo que en esta vida pueda suceder. Si no se cuenta con nada más, porque no se cree en el más allá, el sentido de última responsabilidad tiende a diluirse.

—¿Y qué le dirías al que, a pesar de buscar a Dios, no tiene fe?

Buscar a Dios es un paso importante. Y casi siempre supone tener ya algo de fe. Si la búsqueda es sincera, tarde o temprano lo encontrará. Yo recomendaría a esa persona que pensara en su propia conducta y en la verdad, que reflexionara sobre qué está bien y qué está mal, y que procurara actuar conforme a ello, pues tal vez es Dios quien se lo está pidiendo. Y obrando bien estará en una buena disposición para descubrir a quien es la fuente del bien.

*Alfonso Aguiló

jueves, 11 de agosto de 2016

HOY...

   TAREA
 

Sigo y sigo buscando, por si encuentro;
si me envuelven tinieblas, no me importa;
es la vida tan sumamente corta
que toda en perseguirte la concentro.
 
Es un afán que nace desde dentro,
este impulso tenaz que me transporta.
Pensar en descubrirte me conforta;
para mí, Tú, diana, meta y centro.
 
Hazme, mientras te sigo, oscuro y pobre;
que no ansíe tesoros, que me sobre
lo que sea motivo de no hallarte.
 
Vivo con la esperanza del consuelo
de un pequeño rincón dentro del Cielo,
donde mi humilde alma pueda darte.
 
Joaquín Fernández González.

miércoles, 10 de agosto de 2016

HOY... UNA CURIOSA HISTORIA

TERRORISTA DEPRESIVO


La paz interior tiene enemigos: son los pensamientos y sentimientos negativos que confunden y agitan de tal modo que turban el corazón y dañan la salud. Hombres sabios que sondearon su interior con la luz del Espíritu Santo los han especificado: insatisfacción, ansiedad, irritación, miedo, odio, tristeza, autocompasión, duda, abatimiento, impaciencia…

El médico después de haber revisado minuciosamente a un joven alto y robusto, de piel bronceada y poderosa voz, le dijo: —Usted, joven, sólo tiene una depresión nerviosa, pero debe cuidarse. ¿Qué profesión tiene? El vigoroso joven con estentórea voz exclamó: —¡Terrorista! Sin inmutarse en lo más mínimo, el médico le contestó: —¡Muy bien! Nada de bombas, por lo menos en tres meses.


Un pensador, que conocía bien la naturaleza humana escribió: “La espada del resentimiento antes de tocar a la persona a la cual se odia, atraviesa a quien guarda rencor”.  Esto es precisamente lo que le afectaba al joven terrorista. “Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien”, (Martin King). El amor es lo primero.