HOY... ANALIZAMOS

LO URGENTE Y LO IMPORTANTE

Últimamente nuestro país está viviendo una serie de acontecimientos  que demuestran, por si no lo sabíamos, que la sociedad y los tiempos están cambiando, ya veremos en que dirección. Hablamos de crisis de la misma forma que hablamos de fútbol, de la cesta de la compra o de los últimos programas televisivos. Tal bombardeo de noticias nos hace perder la perspectiva de lo cotidiano y lo que, de verdad, nos influye en nuestra vida diaria.

En la última semana se ha colado, de manera un tanto marginal, dos noticias que nos atañen y que deberían hacernos reflexionar. 

La primera,  es un devastador informe de UNICEF en el que nos alerta de que 2.306.000 niños (cerca de un 27% de la población infantil) viven bajo el umbral de la pobreza. La mencionada crisis ha demostrado una enorme capacidad de solidaridad familiar (abuelos a la cabeza), no correspondida por la atención social y la inversión de las diferentes instituciones. No es ningún secreto que el esfuerzo institucional español de la ayuda a las familias es el más bajo de la Unión Europea, sólo empleamos el 0,5% del PIB frente a una media de 1,4% en los países de nuestro entorno.Todo esto es terreno abonado para las altas tasas de fracaso  y abandono  escolar con las que convivimos. Una consecuencia de la percepción instalada en nuestra sociedad de que los niños son un estorbo, una especie de castigo  sin ningún reconocimiento social, que obstaculiza nuestra carrera profesional  sobrecargando nuestras responsabilidades.

La otra noticia va relacionada con la anterior y es otro informe que avisa del paulatino y rápido envejecimiento de la población española.  La tasa demográfica ha dado la vuelta y se producen, en muchas regiones, mayor número de defunciones que nacimientos. Y  nos alertan de que el proceso es imparable si no se ponen medidas rápidas y eficaces. Este fenómeno no es estrictamente geográfico, atañe al sistema productivo, pensiones, sanidad o servicios sociales que se ven fuertemente influenciados por este parámetro.

Eso sí, a cambio, el número de abortos ha vuelto a dispararse en los últimos tiempos. Y tratamos estos datos como simples estadísticas, fríamente, sin darnos cuenta del impacto social y humano que tienen

La pregunta que debemos hacernos, no es tanto que tipo de sociedad estamos creando, quizá sería más conveniente preguntarnos qué tipo de sociedad estamos permitiendo crear sin hacer nada y sin proponer nada.

Ya es hora de aclararnos sobre lo que es importante y lo que es urgente.