EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

viernes, 13 de junio de 2014

HOY... APRENDEMOS

EL DON DE LA CIENCIA



Recientemente, el Papa Francisco en su catequesis de miércoles habló de uno de los Dones del Espíritu Santo: el de Ciencia.
Cuando hablamos de Ciencia hablamos de la capacidad humana de conocer siempre  mejor la realidad que lo circunda y descubrir las leyes que regulan la naturaleza y el Universo. Pero la Ciencia que viene del Espíritu no tiene que ver con el conocimiento humano. Es un don especial que nos lleva a percibir, a través de la creación, la grandeza y el amor de Dios y su relación profunda con cada criatura. Nuestros ojos, se abren a la contemplación de Dios en la belleza de la Naturaleza y en la grandiosidad del Cosmos, nos llevan a descubrir cómo cada cosa habla de Dios, de su amor. ¡Esto suscita en nosotros estupor y gratitud!
En el primer capítulo del Génesis ,se pone en evidencia que Dios se complace en su creación, subrayando la belleza y la bondad de cada cosa. Dios ve que la creación es buena y bella, actitud que todos nosotros debemos tener al contemplar la creación. Recordamos que al crear al hombre, Dios comentó que "todo era muy bueno"; por lo tanto, somos lo más bello y grandioso de la creación.
El don de la Ciencia nos pone en profunda sintonía con la creación, nos hace partícipes de la mirada y el juicio de Dios.
Al mismo tiempo, el don de Ciencia nos ayuda a no caer en algunas actitudes excesivas y equivocadas.
El primer riesgo es considerarnos dueños de la creación. La creación no es una propiedad, que podamos gobernar a voluntad, ni mucho la propiedad de unos pocos. La creación es un regalo maravilloso de Dios, que nos lo da para cuidarla y usarla en beneficio de todos.
El segundo riesgo es la   tentación de quedarnos en las criaturas, como si ellas pudieran ofrecer respuestas a todas nuestras expectativas. Cuidemos la creación, no nos apropiemos de ella, somos custodios de la misma. Si destruimos la creación es como decir a Dios: "esto no me gusta, esto no es bueno".
¿Y qué te gusta a ti? "Me gusto a mi mismo". ¡Éste es el pecado!
Una vez en el campo hablé con una persona sencilla, que gustaba las flores y las cuidaba. Una vez me dijo." ¿Sabe Padre? Dios perdona siempre. Los hombres perdonamos a veces. Pero la naturaleza, Padre, no perdona jamás, Si no la cuidas, ella te destruirá".
Custodiemos este Don de Dios. Demos gracias. Cuidemos la creación para hacerla seguir adelante, sin destruir ese Don de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario