AMAR
Cuando Jesús resumió el mensaje de la Biblia en amar a Dios con
toda el alma y al prójimo como a nosotros mismos, nos entregó también la clave
para unificar y armonizar nuestra propia vida. Impregnar de verdadero amor cada
jornada es el secreto para alcanzar ese cúmulo de bendiciones que Dios ha
prometido a los que aman. San Agustín lo expresó así:
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor. Si
gritas, gritarás con amor. Si corriges, corregirás con amor. Si perdonas,
perdonarás con amor. Si está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa
sino el bien podrá salir de tal raíz.
El amor, al liberarnos de nuestro egoísmo, nos proyecta hacia
los demás y entonces nuestra vida comienza a tener sentido. Lo dijo muy bien la
beata Teresa de Calcuta “Si nos preocupamos demasiado por nosotros mismos, no
nos queda tiempo para los demás. Si no se vive para los demás la vida carece de
sentido”. El amor generoso anime tus tareas de hoy.
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