EL TIGRE Y EL ZORRO
A veces puede surgir en ti una profunda amargura al percibir la
forma tan inhumana en que se comportan las personas. Al parecer, ya a nadie le
importa nada de los demás. El famoso premio Nobel de medicina Alexis Carrel
escribió: “Hoy todos se encierran en su egoísmo, lo mismo que el cangrejo en su
caparazón, intentando como él devorar a su vecino”. Una fábula al respecto:
Un hombre que pasaba por el bosque descubrió un zorro que había
perdido sus patas. Y de inmediato se preguntó, “¿cómo podrá sobrevivir?”.
Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presa en la boca. El tigre ya se
había hartado y dejó el resto de la carne para el zorro. Al día siguiente se
repitió la escena. El observador se maravilló de los sentimientos de los
animales, y se dijo a sí mismo: "Voy también yo a simular junto al camino
estar herido y a confiar en los que pasan". Así lo hizo durante varios
días, pero no sucedió nada. El pobre hombre ya estaba casi muerto de hambre,
cuando oyó una voz que le decía: "Si quieres descubrir humanidad en tus
semejantes, sigue el ejemplo del tigre y deja ya de imitar al pobre zorro mutilado".
“Si dices: cada uno a lo suyo, (mi familia, mis estudios, mi
porvenir, mi bienestar, etc.), no me ocupo de los demás, y perseveras en esa
actitud, no te realizarás jamás, y quedarás gravemente menoscabado y
atrofiado”, (M. Quoist). Que este pensamiento sea para ti una invitación a
donarte generosamente a los demás.
Haz lo tuyo, haz lo que quieras y puedas, sin angustiarlo, hazlo con cariño...ya verás como puedes mucho más de lo que aparentemente parece...entonces los demás contarán y mucho...desde tu generosidad...te hará bien. Si eres remolón, apocado, si te haces el mutilado...verdaderamente te mutilas, te empobreces, te cortas las alas, te niegas a amar y para esto fuiste creado.
ResponderEliminar