LA REALIDAD
Los
sentidos y la sensibilidad son las vías que tenemos para percibir la realidad,
desde las más simples hasta la realidad misma de Dios.
La
tentación del mundo virtual, la cultura del consumo y la apariencia, los retos
cotidianos, pueden afrontarse con éxito si no nos dejamos tomar por la
indiferencia que -al decir del Papa Francisco en su exhortación sobre el gozo
de evangelizar- se ha globalizado, haciéndonos incapaces de compadecernos del
clamor de los otros, de llorar ante el drama de los demás, de alegrarnos con el
hermano. La cultura del bienestar nos anestesia.
Casi
sin darnos cuenta, estamos perdiendo los sentidos, hemos desaprendido su
ejercicio y perdemos contacto con la realidad.
La cultura del bienestar nos anestesia. me quedo con esta frase para darme cuenta que lo que nos pasa. Los demás parece que no cuentan: como yo estoy creo que los demás también tienen que estarlo y no siempre es así. La persona ha de estar en el centro, no la economía, o mejor la economía ha de tener presente en primer lugar a la persona
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