LÍNEAS DE FUERZA CUARESMALES(I)
Todas las
actitudes de espíritu cuaresmal, se polarizan en estas líneas de
fuerza:
• Cuaresma
cristocéntrica: Cristo
es el centro de todo en la Cuaresma. Cristo en su estado de sufrimiento y muerte
a causa del mal y al servicio de nuestra conversión, de nuestro perdón, de
nuestra liberación del mal. El objetivo que debemos perseguir en toda la
vivencia de la cuaresma, es entrar en comunión con este Cristo, asimilar su
estado de dolor y de muerte: purificarnos del mal, de nuestro propio pecado, de
los fallos y defectos que merman en nosotros la verdad y la gracia, que
disminuyen y frenan el amor, la alegría y la paz; solidarizarnos con el Cristo
que sufre en todos los que sufren, y ayudar a éstos a que resurjan de sus
sufrimientos a la paz y la alegría profunda de la resurrección de
Cristo.
• Cuaresma
pascual: vivir la
Cuaresma es caminar hacia la pascua; pasar por la muerte de Cristo hecha en
nosotros mortificación o muerte al pecado, conversión, penitencia y confesión,
hasta purificar y aumentar el amor que nos hace vivir resurgiendo según la
resurrección de Cristo a una vida nueva llena de esperanza, de luz, de alegría,
de los frutos del amor.
• Cuaresma
eclesial: Cuaresma
vivida en “iglesia” para sentirnos más “iglesia”, más comunidad de Cristo en el
mundo de hoy. Hemos de hacer comunidad, familia, grupo animado por la fe y la
esperanza, que se apoya con amor y se abre y se da al servicio de los demás
hombres.
© Teófilo Cabestrero, cmf
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