CRECIMIENTO PERSONAL Y ESPIRITUAL
Jesús
nos enseña que el camino que conduce a la Vida, a la santidad, consiste en el
pleno desarrollo de la vida espiritual. Ese crecimiento, a veces difícil y
lento, es el desarrollo de las virtudes. La santificación de cada jornada
comporta el ejercicio de muchas virtudes humanas y sobrenaturales. Las virtudes
exigen para su crecimiento repetición de actos, pues cada una de ellos deja en
el alma una disposición que facilita el siguiente. El ejercicio de las virtudes
nos indica en todo momento el sendero que conduce al Señor. Un cristiano que
con la ayuda de la gracia, se esfuerza en alcanzar la santidad, se aleja de las
ocasiones de pecado, resiste con fortaleza las tentaciones, y es consciente de
que la vida cristiana le exige el desarrollo de las virtudes, la purificación
de los pecados y de las faltas de correspondencia a la gracia en la vida
pasada. La Iglesia nos invita especialmente en este tiempo de Cuaresma a crecer
en las virtudes: hábitos de obrar el bien.
Aunque
la santificación es enteramente de Dios, en su bondad infinita, Él ha querido
que sea necesaria la correspondencia humana, y ha puesto en nuestra naturaleza
la capacidad de disponernos a la acción sobrenatural de la gracia. Mediante el
cultivo de las virtudes humanas disponemos nuestra alma a la acción del
Espíritu Santo. Las virtudes humanas son el fundamento de las sobrenaturales.
“No es posible creer en la santidad de quienes fallan en las virtudes humanas
más elementales” (Álvaro del Portillo, Escritos sobre el sacerdocio). Las
virtudes forman un entramado: cuando se crece en una, se adelanta en todas las
demás. Y “la caridad es la que da unidad a todas las virtudes que hacen al
hombre perfecto” (Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer). Hoy podemos
preguntarnos: ¿aprovecho verdaderamente las incidencias de cada día para
ejercitarme en las virtudes humanas y, con la gracia de Dios en las
sobrenaturales?
El
Señor no pide imposibles. Él dará las gracias necesarias para ser fieles en las
situaciones difíciles. Y la ejemplaridad que espera de todos será en muchas
ocasiones el medio para hacer atrayente la doctrina de Cristo y re-evangelizar
de nuevo el mundo. Con nuestra vida –que puede tener fallos, pero que no se
conforma a ellos– debemos enseñar que las virtudes cristianas se pueden vivir
en medio de todas las tareas nobles; y que ser compasivos con los defectos y errores
ajenos no es rebajar las exigencias del Evangelio. Nuestra Señora, “modelo y
escuela de todas virtudes” (San Ambrosio, Tratado sobre las virtudes), nos
ayudará en nuestro empeño por adquirir las virtudes que el Señor espera de
nosotros.
P. Francisco Fernández Carvajal
P.D. Recordamos que hoy, a las 18:00 horas, en Radio María, habrá una charla con Carlos y Rosa, Juan y Mª Luisa, matrimonios del EDIP de Granada sobre el Movimiento Equipos de Nuestra Señora
P.D. Recordamos que hoy, a las 18:00 horas, en Radio María, habrá una charla con Carlos y Rosa, Juan y Mª Luisa, matrimonios del EDIP de Granada sobre el Movimiento Equipos de Nuestra Señora
No hay comentarios:
Publicar un comentario