REPORTAJE AL PAPA FRANCISCO (I)
Vamos a transcribir un reportaje realizado hace unos días al
Papa Francisco por el periodista Juan Berretta del diario argentino “La Voz del
Pueblo” de la ciudad de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires. Esta es la
transcripción difundida por la agencia AICA.
¿Soñaba con ser Papa?
¡¡¡Nunca!!! Tampoco con ser presidente de la República o general
del Ejército. Viste que hay algunos pibes que sueñan con eso. Yo no.
¿Pero avanzando en el servicio episcopal tampoco fantaseó con
esa posibilidad?
Después de que estuve 15 años en puestos de mando en los que me
fueron poniendo, volví al llano, a ser confesor, cura... La vida de un
religioso, de un jesuita, va cambiando según las necesidades. Y con respecto a
la posibilidad, yo estaba en la lista de los papables en el otro cónclave… Pero
esta vez, la segunda, por la edad, 76 años, y porque además había gente más
valiosa ciertamente... Así que a mí nadie me nombraba, nadie.
Además decían que era un "kingmaker" (o hacedor de
reyes, como se denomina aquellos cardenales que debido a su experiencia y
autoridad son más capaces que otros para pesar en el resultado electoral), que
podía influir en los cardenales latinoamericanos para que votaran. Tanto era el
asunto que ni una foto mía salió en los diarios, nadie pensaba en mí. En las
casas de apuestas de Londres estaba en el número 46 (se ríe con ganas). Yo
tampoco pensaba en mí, ni se me ocurría.
¿A pesar de que en 2005 fue el segundo más votado luego de
Ratzinger?
Esas son cosas que se dicen. Lo cierto es que al menos en la
otra elección estaba en los diarios, aparecía entre los papables. Adentro era
claro que tenía que ser Benedicto y hubo casi unanimidad por él y eso a mí me
gustó mucho. Era clara su candidatura, en la segunda no había ningún candidato
claro. Había varios posibles, pero ninguno fuerte. Por eso me vine a Roma con
lo puesto y con pasaje para volver el sábado a la noche y poder estar en Buenos
Aires en el Domingo de Ramos. Incluso dejé hecha mi homilía sobre el
escritorio. Nunca pensé que iba a pasar.
¿Y cuándo fue elegido qué sintió?
Antes de la elección definitoria sentí mucha paz. "Si Dios
lo quiere...", pensé. Y me quedé en paz. Mientras que se hacían los
escrutinios, que son eternos, yo rezaba el Rosario, tranquilo. Tenía a mi lado
a mi amigo el cardenal Claudio Hummes, que en una votación anterior a la
definitiva me decía, "no te preocupes eh, que así obra el Espíritu
Santo…" (vuelve a reírse).
¿Y lo asumió enseguida?
Me llevaron a la Sacristía, me cambiaron la sotana, y a la
cancha. Y ahí dije lo que me vino.
Fue algo natural entonces.
Sí, sentí mucha paz y dije lo que me vino del corazón
¿Reconoce el magnetismo que genera en la gente? Lo digo por el
plus que le da su figura a la investidura papal.
Y, sí... Sé que la gente... (duda, hace silencio) Primero no
entendía por qué ocurría eso. Y me cuentan algunos cardenales que la gente dice
"le entendemos". Claro, yo trato de ser plástico en las audiencias,
en las cosas que hablo, como hoy (por la audiencia pública del miércoles) que
conté una anécdota de cuando estaba en cuarto grado. Entonces es como que la
gente entiende lo que quiero decir. Como cuando hablé del caso de los padres
separados, que usan de rehenes a los hijos, algo muy triste, los victimizan, el
papá le habla mal de la mamá, o al revés, y al pobre chico se le arma un corso
a contramano en la cabeza. Trato de ser concreto y eso que vos llamás
magnetismo, ciertos cardenales me dicen que tiene que ver con que la gente me
entiende.
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