LAS ESTACIONES
EL OTOÑO: tiene sicología de lunes.
Es la época en que se reanuda todo.
En las tareas escolares.
En la vida litúrgica.
En el campeonato de liga.
EL INVIERNO: tiene sicología de miércoles, austero y equilibrado, equidistante entre las luces apagadas del domingo pasado y las esperanzas aún remotas, del domingo próximo.
Es la época apta para el trabajo serio; en la noche silenciosa y fecunda de los campos,
En la soledad de las habitaciones calientes,
En la intimidad de las reuniones cultas.
LA PRIMAVERA: tiene sicología de víspera de fiesta y, por tanto, de sábado de semana.
Es la época de la expectación nerviosa;
En la naturaleza florida,
En la antesala tensa de lso exámenes.
EL VERANO: tiene sicología de domingo largo. Es la época del reposo y de la alegría bulliciosa:
En la paz quieta de las las tierras con sosiego "post partum" de las cosechas.
En las horas largas de ocio; en la fiesta de la luz y de la dicha.
Así viene a ser el verano, Señor, como un séptimo día en la eterna re-creación del mundo.
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