EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

lunes, 6 de febrero de 2017

HOY...

PADRES CONSISTENTES



Ser consistentes como padres significa:
  • No mirar para otro lado, ser consecuentes, sensatos, honestos, responsables... Para un hijo, saber que sus padres "están siempre ahí" y que "son de fiar" es lo que le aportará una seguridad imprescindible para que, una vez incorporada, le haga sentirse sólido como persona, libre de miedos patológicos y adquirir la estabilidad en sus vidas.
  • Actuar dentro de la crianza y educación del niño de forma que este se sienta seguro de que el amor no está en juego. Saber transmitirles esa seguridad afectiva será fundamental para que la confianza no se quiebre y se vaya consolidando cada vez más.
  • Mostrar una coherencia emocional facilitará a los niños que sientan y expresen sus emociones de forma espontánea, segura y sana, sin temor a malas consecuencias.
  • Proteger sin invadir al hijo, respetarle mientras se le acompaña, dándole la seguridad necesaria para que su aprendizaje y exploración del mundo sea un éxito.
  • Permitir una comunicación fiable y segura, que el hijo se sienta seguro por compartir su vida y sus descubrimientos con sus padres, sin temer ser represaliado por sus ideas o por sus acciones.
  • Poner límites firmes a los hijos. Ni rígidos ni demasiado flexibles. La firmeza en los límites facilitará que los niños aprendan a moverse de forma libre por las zonas permitidas, sabiendo que la transgresión de las zonas prohibidas, además de ponerles en peligro, les traerá unas consecuencias a las que tendrán que enfrentarse. Nunca se debe prometer un castigo que no se va a realizar, ya que esto traería consigo la pérdida de la consistencia necesaria.
  • Aportar estabilidad y coherencia a sus hijos, dándoles una base de seguridad para aprender a funcionar en la relación con ellos mismos, con los otros y con el mundo.

La importancia de la consistencia de los padres para que los hijos consigan tener una estructura de personalidad sólida y sana, está fuera de toda duda.

Quizás si todos los que ocupamos posiciones dirigentes (padres, maestros, médicos, jefes, políticos, gobernantes) hiciéramos una autoreflexión sobre nuestra propia consistencia, y eso nos llevase a cambiar algunos aspectos, ofreceríamos una altísima mejora en las personas de las que nos ocupamos. La vida así sería muchísimo mejor.
Detalle del artículo de José Zurita
publicado en Huffington Post

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