EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

martes, 1 de agosto de 2017

HOY... APRENDIZAJE

QUÍMICA ACTUALIZADA



Cuando el ruso Dmitri Mendeléyev publicó en 1869 su célebre tabla periódica, ordenó los elementos químicos conocidos entonces —63 de los 94 que existen en la naturaleza— de acuerdo a las características de sus átomos.
Su trabajo abrió la puerta a adentrarnos en el mundo de esas materias constituyentes de absolutamente todo cuanto nos rodea. Prácticamente sin excepción, todos hemos pasado horas en la escuela y en casa memorizando algunos de sus extraños nombres —algunos casi impronunciables— aunque pocos de nosotros sabemos realmente cuál es la función de cada uno de ellos.
Por eso es de agradecer esta tabla periódica interactiva e ilustrada que el físico estadounidense Keith Enevoldsen ha creado y publicado en su web. Con solo un click, podemos saber qué aplicaciones tienen en la vida cotidiana el molibdeno, el kriptón, el talio, o el bismuto.
Y muchos otros: si clicamos, por ejemplo, encima de la casilla del platino, además de sus características principales, nos enteraremos de que es un metal denso no corrosivo, útil para ser usado en equipos de laboratorio, en la construcción de bujías, como catalizador o en el refinado del petróleo (el craqueo, que es el proceso químico para obtener los productos del petróleo idóneos para mezclar con los combustibles).
"Hice la tabla para mi y para mis hijos, y la subí a Internet para que otros la disfrutaran", explica Enevoldsen en BBC Mundo. Una de sus inspiraciones fue un libro de 1958 de Isaac Asimov, llamado Building blocks of the universe, que se centra en presentar brevemente los 105 elementos que incluía entonces la tabla. Cierto: hemos dicho más arriba que solo existen 94 elementos en la naturaleza. El resto de ellos, los que tienen los números atómicos que van desde el 95 al 118, han sido creados por el ser humano en el laboratorio, y se conocen como elementos sintéticos.

Extracto artículo Buena Vida
El País.com

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