EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

sábado, 6 de mayo de 2017

HOY...

PUEDE SER UN GRAN DÍA



viernes, 5 de mayo de 2017

HOY...

MAGNIFICAT PARA EL MUNDO DE HOY

Ensalzo con todo mi ser la grandeza y sencillez de Dios, 
Padre y Madre de todos los pueblos de la Tierra,
Se llena mi espíritu de felicidad en el Dios Liberador,
de todas las esclavitudes humanas,
de todos los dolores de la madre Tierra,
porque se ha fijado en mi humildad,
en mi dignidad, en mi deseo de ser fiel a su voluntad.

De ahora en adelante, con los marginados del mundo,
me felicitarán junto a ellos y ellas,
las generaciones posteriores a mí,
porque al que se considera Poderoso,
pero que se muestra débil en nuestra fragilidad,
ha realizado auténticas maravillas en mí,
su nombre, el Dios de todos los nombres, es Santo,
y su misericordia, compasión y ternura,
está presente y actuante en cada persona,
desde el principio de la humanidad hasta nuestros días.

Nuestro Dios ha realizado grandes hazañas,
a través de muchos seres humanos a lo largo de la historia.
No cree en la superioridad del hombre sobre la mujer,
y nos invita a liberarnos de la soberbia del corazón,
derriba de la poltrona a los poderosos,
y enorgullece a humildes, pobres y vulnerables.

Nos anima a vencer el hambre compartiendo lo que tenemos
y a dar dignidad a los excluidos del mundo;
en cambio, los ricos no podrán entrar en el Reino,
si no reparten tantas riquezas, conseguidas injustamente.

Dios acompaña y protege todos los pueblos,
porque su misericordia y compasión son infinitas,
como nos lo ha demostrado con creces,
desde la primera explosión del Universo,
en favor de toda su creación, tan hermosa y frágil,
de todos los pueblos y cada uno de los seres humanos,
que han existido y existirán, hasta que el Sol,
nos atraiga y rodee con su definitivo abrazo de Amor

Miguel Angel Mesa Bouzas

jueves, 4 de mayo de 2017

HOY... ORAMOS

MAYO, MES DE MARÍA


¡Oh María!, durante el bello mes a Ti consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza.
Tu santuario resplandece con nuevo brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de
gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y
votos.

Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas
y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores
cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que Tú
esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos,
y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.

Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos,
pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡Oh Virgen Santa!, en conservar
nuestras almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y
miradas aun la sombra misma del mal.

La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos.
Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre
eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.
En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta
flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos,
pacientes y esperanzados.

¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes;
que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos
hijos de la más Santa y la mejor de las Madres, Amén.

miércoles, 3 de mayo de 2017

HOY...

INDIVIDUALISMO



Se dice con mucha frecuencia que el cristianismo no tiene nada que ofrecer a la sociedad de hoy. Incluso hay voces dentro de la propia Iglesia que proponen un nuevo y diferente estilo de evangelización. El problema podría estar en el enfoque. La Iglesia es ekklesia, es decir, asamblea, y el mundo actual es totalmente individualista. Por tanto, hay mucho que decir. Después de miles de años de civilización el ser humano se ha vuelto un ser antisocial para con sus semejantes. Un erróneo concepto de libertad y una ejecución de la misma peor entendida han finalizado en una catarsis de convivencia. Nos hemos convertidos en autistas de nuestro semejantes. 
Ante todo esto, debemos afirmar que el mensaje de Jesús de Nazaret siempre va contracorriente. En una sociedad sin referencias, sin objetivos, introvertida, miedosa, violenta con lo desconocido, mostrar con hechos y acciones el mensaje cristiano debe servir para vigorizar e inocular todos los prejuicios existentes. Ante el individualismo y la autoreferencia continua debemos mostrar la fuerza del grupo, de la valía de nuestros semejantes, de la ayuda, de la convivencia con nuestras diferencias y matices, que no nos separan sino que nos enriquecen, debemos recuperar el compromiso por lo colectivo como si se tratara de una gran familia que se extiende a la colectividad. Es posible que la gran cantidad de cosas materiales de las que disponemos nos cieguen y nos impida visualizar a lo más importante que tenemos a nuestro alrededor y de los cuáles dependemos: los demás seres humanos.
Solo si entendemos y asumimos este punto los cristianos diremos lo que se espera de nosotros en este momento histórico, ahora el mensaje cristiano es más necesario que nunca y nosotros tenemos el deber de mostrarlo, es nuestra responsabilidad cristiana y social. 
CyJ

martes, 2 de mayo de 2017

HOY... PROCLAMAMOS

BIENAVENTURANZAS DEL TRABAJO Y LA VIDA


  • Felices quienes no han vendido su conciencia, ni su solidaridad de clase, ni su íntima creencia en la igualdad y justicia.
  • Felices quienes no son dogmáticos y se dejan interpelar por la nueva situación económica y social de los demás trabajadores del mundo
  • Felices quienes luchan por mejorar las condiciones económicas y sociales de sus compañeros de trabajo
  • Felices quienes se muestran creativos a la hora de denunciar las injusticias y conseguir así las mejores soluciones a los conflictos laborales
  • Felices quienes se implican con lealtad para que los sindicatos cumplan con su deber de ser auténticos portavoces y defensores de los trabajadores
  • Felices quienes se enfrentan con deferencia, pero sin sumisión y con dignidad a las directivas de las empresas que intentan aprovecharse de sus trabajadores
  • Felices quienes dedican su tiempo, sus energías, sus capacidades para asesorar a los trabajadores, para crear conciencia y unión entre ellos
  • Felices quienes están siempre cerca con el corazón, con la vida y con los hechos, a los trabajadores más vulnerables, y en contra de quienes les opriman, porque también Dios está de su parte, ya que "derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humillados"
Miguel Angel Mesa

lunes, 1 de mayo de 2017

HOY... PALABRAS DEL PAPA

DÍA DEL TRABAJO



En su mensaje enviado a los participantes de la sesión plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, el Papa Francisco reflexionó sobre la justicia, la fraternidad y la importancia del trabajo como aquel ámbito donde la persona se realiza, un espacio que no puede convertirse en esclavitud.
El texto fue enviado a la plenaria, que se reúne en el Vaticano del 28 de abril al 2 de mayo y reflexiona sobre el tema “Hacia una sociedad participativa: Nuevos caminos para la integración social y cultural”.
El Santo Padre afirmó que “cuando el trabajo ya no es expresión de la persona, porque ya no incluye el sentido de lo que está haciendo, el trabajo se convierte en esclavitud; la persona puede ser sustituida por una máquina”.
Francisco resaltó que “el trabajo justo es el que no solo garantiza una remuneración justa, sino que corresponde a la vocación de la persona y por lo tanto es capaz de desarrollar sus capacidades. Precisamente porque el trabajo transforma a la persona, el proceso de producción de los bienes y servicios asume una valencia moral”.
“En otras palabras, el lugar de trabajo no es simplemente el lugar en que se transforman determinados elementos, de acuerdo con ciertas reglas y procedimientos, en productos; es también el lugar en el que se forman (o transforman) el carácter y la virtud del trabajador”.
El Pontífice subrayó asimismo que “el reconocimiento de esta dimensión más fuertemente personalista del trabajo es un gran desafío que todavía está frente a nosotros, incluso en las democracias liberales donde incluso los trabajadores han logrado conquistas notables”.
El Santo Padre también alertó sobre los peligros del individualismo libertario en la cultura y la educación, que “minimiza el bien común, es decir, el ‘vivir bien’, la ‘vida buena’, en el marco comunitario, y exalta un ideal egoísta que engañosamente invierte las palabras y propone la ‘buena vida’”.
“Si el individualismo afirma que es solo el individuo el que da valor a las cosas y a las relaciones interpersonales y por lo tanto, solamente el individuo decide lo que es bueno y lo que es malo, el libertarismo, hoy tan de moda, predica que para fundar la libertad y la responsabilidad individual se deben recurrir a la idea de auto-causalidad”.
Así, continuó, “el individualismo libertario niega la validez del bien común, ya que por un lado presupone que la idea misma de ‘común’ implique la constricción de al menos algunos individuos, por otro que la noción de ‘bien’ prive a la libertad de su esencia”.
“La radicalización del individualismo en términos libertarios, y por lo tanto anti-sociales, conduce a la conclusión de que cada uno tiene el ‘derecho’ de expandirse hasta donde su potencia se lo permita incluso al precio de la exclusión y la marginación de la mayoría más vulnerable”.
Francisco tiene reflexionó sobre la necesidad de la justicia, la solidaridad y la fraternidad, entendida como aquella características que permite la diversidad entre las personas.
A continuación denunció que “el aumento endémico de las desigualdades sociales, el tema de la migración, los conflictos de identidad, las nuevas formas de esclavitud, la cuestión ambiental, los problemas de biopolítica y de bioderecho son sólo algunas de las cuestiones que hablan del malestar de hoy”.
“Frente a estos desafíos, la mera actualización de las viejas categorías de pensamiento o el recurso a técnicas sofisticadas de decisión colectiva no son suficientes; es necesario buscar nuevos caminos inspirados en el mensaje de Cristo”.
El Papa resaltó que “la propuesta del Evangelio: ‘Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura’ ha sido y sigue siendo una nueva energía en la historia que tiende a suscitar fraternidad, libertad, justicia, paz y dignidad para todos”.
Para concluir el Santo Padre refirió que “en la medida en que el Señor reine en nosotros y entre nosotros, podremos participar en la vida divina y seremos unos para otros ‘instrumentos de la gracia para difundir la caridad de Dios y para tejer redes de caridad’”, como escribió Benedicto XVI en la encíclica Caritas in veritate.

Recogido de ACIPrensa