EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

lunes, 29 de abril de 2013

HOY ES...

SANTA CATALINA DE SIENA

Nació como Catalina Benincasa en Siena en 1347 y murió en Roma en 1380. Tuvo 24 hermanos y pertenecía a una familia media-baja. Sus hermanos la apodaron Eufrosina y desde muy pequeña mostró sus gusto por la oración y la soledad. Desde los siete años hizo voto de castidad y como sus padres planearon una boda a los doce años, se cortó los cabellos y se encerró, con un velo sobre su cabeza. A los 18 años entró en la Orden Tercera de los dominicos, donde realizó continuos ejercicios de ayuno, alimentándose solo de la Eucaristía. Esto hizo que enfermera. Hacia 1366 y, en unas cartas, describió un "matrimonio místico" con Jesucristo, con diversas visiones. Según la historiografía,  tuvo diferentes visiones del cielo, infierno y purgatorio, donde una voz le indicó que saliera de su retiro y entrar en la vida pública. Comenzó a tener una nutrida correspondencia con hombres y mujeres de todo tipo y condición, así como con autoridades eclesiásticas incluido el Papa Gregorio IX, a quién pidió ciertas reformas en la Iglesia.
Durante el período de peste en 1374 ayudó a los más desgraciados en jornadas agotadoras sin mostrar cansancio y, según algunos historiadores, pudo realizar ciertos milagros. Hacia 1375 tuvo estigmas interiores, que no se veían exteriormente, pero que la producían grandes dolores. 
Enviada por la República de Florencia a Aviñón para hablar con el Papa, le produjo tal impresión a éste que decidió volver a Roma en 1377. Retirada de nuevo a soledad se vió obligada a salir por el Cisma de Occidente en que apoyó al papa romano Urbano VI  y allí le sobrevino la muerte. Su cráneo fue enviado a la iglesia de Santo Domingo de Siena  y un pie se encuentra en Venecia. Declarada santa por Pío XI en 1469, es patrona de Italia, co-patrona de Europa y Doctora de la Iglesia. Su más famoso libro fue el Diálogo de la Divina Providencia, escrito durante cinco días de éxtasis, en 1378.

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