EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

jueves, 22 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

INDULGENCIA



Para amar de verdad es preciso vivir ciertas actitudes en la realidad cotidiana, como compasión, comprensión, paciencia, indulgencia. ¿Qué es la indulgencia? “Facilidad en perdonar las culpas ajenas”, según el diccionario. El verdadero amor perdona una y otra vez las debilidades del prójimo, como le respondió Jesús a Pedro: “No siete, sino setenta veces siete”.

¡Qué fácilmente creemos que nos faltan nuestros prójimos, que no nos estiman, que no nos quieren! Basta ver el rostro de un amigo un poco más sombrío que de costumbre para persuadirnos de su indiferencia o de su frialdad. O bien uno ha dicho a la ligera una palabra que nos ha disgustado, acaso un imprudente nos recordó palabras proferidas contra nosotros, y de todas estas tonterías hacemos una montaña. Como triste consecuencia queda una amistad turbada y quizás perdida por pequeñeces… Sé indulgente, no conserves ningún resentimiento por las palabras inconsideradas que se han dicho contra ti; excusa los descuidos, las ligerezas de las cuales eres víctima, en fin, muestra siempre un semblante amable. Así estarás en paz con tu prójimo y vivirás la caridad cristiana, que es imposible practicar sin ser indulgente a cada instante.


Todos tenemos dificultades para ser indulgentes. Pero el Señor nos lo pide en el evangelio y dio ejemplo de perdón magnánimo en la cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Sabemos que “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”. Abrámonos al amor divino para que actúe en nuestro corazón. 

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