EL AMOR NO DEBE NACER EN LA ARENA DE LOS SENTIMIENTOS QUE VAN Y VIENEN, SINO EN LA ROCA DEL AMOR VERDADERO, EL AMOR QUE VIENE DE DIOS

(Papa Francisco)

sábado, 31 de agosto de 2013

HOY HABLAMOS DE...

MEDITACIÓN (IV)



Dificultades

* Son frecuentísimas e inevitables las distracciones. Forman parte de nuestra miseria humana y sólo cuando veamos a Dios en la eternidad podremos superarlas. Pero no quitan los frutos de la oración, a no ser que sean voluntarias. Simplemente hay que volver sobre el tema cuantas veces ocurriera. Hay que despertar el alma, que se nos duerme para las cosas espirituales, como los apóstoles que acompañaron a Cristo en el huerto. Para vencerlas es conveniente ayudarse con las disposiciones indicadas anteriormente.


* También suelen haber períodos de arideces y sequedades en que aparentemente Dios no nos oye, no se siente ninguna devoción, parece que hemos retrocedido, con grandes dificultades para concentrarnos, sin deseos de adelantar ni entusiasmo por las cosas de Dios... No te aflijas. Sólo hay que revisar si hay pecados graves o leves reiterados detrás de esto. Si no, estás en un momento más propicio para tratar con Dios que cuando estabas lleno de consuelos y entusiasmo. Éstas son las ocasiones de crecer en la vida espiritual y que se dilate el corazón. Todos los esfuerzos que entonces hagas valen mucho más porque los haces por el Dios de los consuelos, mientras que en aquellos momentos de fervor lo hacías por ti, por los consuelos de Dios.

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